Internacional
Participación récord en elecciones kenianas
La imagen dominante fue la de las impresionantes filas de electores
Horas antes de que comenzara la votación, un grupo de desconocidos mató a seis policías en la región costera de Mombasa, único acto de violencia reseñable a excepción de una serie de explosiones que no causaron víctimas mortales en la frontera con Somalia, una zona tradicionalmente inestable.
La imagen dominante fue la de las impresionantes filas de electores, formadas desde antes del amanecer, que obligaron a los colegios electorales a permanecer abiertos después del cierre oficial a las 17H00 (14H00 GMT).
"La participación fue aplastante", con un 70 por ciento a partir de las 17H00, una tasa que va "sin duda a aumentar todavía de manera significativa" por la noche, se alegró el presidente de la Comisión Electoral Independiente (IEBC), Ahmed Isack Hasan.
Sin embargo, la relativa calma de la votación no quiere decir nada en lo que a futuras violencias se refiere, ya que hace cinco años los enfrentamientos estallaron solo después de que se cuestionaran los resultados finales.
Unos 14,3 millones de kenianos inscritos en el padrón electoral debían introducir seis papeletas en seis urnas diferentes para eligir presidente, diputados, senadores, gobernadores (ejecutivo departamental), miembros de la Asamblea departamental y una cuota de mujeres a la Asamblea Nacional.
La publicación con cuentagotas de los primeros resultados locales este lunes por la noche confirmaba un duelo entre los dos favoritos, Raila Odinga y Uhuru Kenyatta, a quienes los sondeos atribuían resultados muy similares.
Ambos candidatos se declararon seguros de ganar en la primera vuelta -lo que supone una mayoría absoluta de los votos- al mismo tiempo que dijeron que aceptarían una eventual derrota.
"Aceptaremos el resultado porque estamos seguros de ganar", afirmó Susan Morell, de 30 años, una incondicional de Odinga.
Pero es esta seguridad en la victoria que muestran ambos bandos lo que hace temer a numerosos analistas un desenlace de las elecciones mucho menos pacífico que la votación en sí.
Para prevenir toda sospecha de retención de información, la IEBC difundía en directo por la noche todos los resultados provisionales locales que llegaban vía SMS desde los colegios electorales.
Garantizar la transparencia
Este lunes por la noche, los resultados todavía estaban lejos de ser representativos. Kenyatta aventajaba a Odinga con 700 mil y 500 mil votos respectivamente un poco antes de las 23H00 (20H00 GMT).
La comisión electoral anunció su próxima rueda de prensa para el martes por la mañana, cuando disponga de resultados electorales más sólidos.
En las elecciones presidenciales de 2007, la lentitud del conteo reforzó las sospechas de fraude entre los partidarios de Odinga, que ya era candidato en esa época.
El anuncio de la victoria de su contrincante, el presidente saliente Mwai Kibabi, fue cuestionada por Odinga y desencadenó una violenta respuesta que degeneró en enfrentamientos político-étnicos sin precedente. La violencia dejó más de mil muertos y más de 600 mil desplazados.
Kenyatta, que en 2007 apoyaba a Kibaki, es inculpado por la Corte Penal Internacional por su presunto rol en las violencias de ese entonces.
Con 51 años, Kenyatta, hijo del primer presidente del país, votó en su circunscripción de Gatundu-Sur, a unos 50 km al norte de la capital.
En su tercera candidatura a la presidencia, su adversario Odinga, de 68 años, votó en Kibera, un barrio de chabolas de las afueras de Nairobi que fue uno de los principales focos de violencia después de las anteriores elecciones presidenciales.
Para hacer frente a cualquier acto violento, 99 mil policías fueron desplegados el lunes en todo el país. En particular, unos 400 policías fueron enviados como refuerzo el lunes por la mañana a la región de Mombasa, la segunda mayor ciudad del país, después de la muerte pocas horas antes de que comenzara la votación de seis policías. Las fuerzas de seguridad atribuyeron el ataque al Consejo Republicano de Mombasa (MRC), un grupo separatista local que llamó a boicotear las elecciones.
Por otra parte, se produjeron tres explosiones en dos colegios electorales de Mandera, localidad fronteriza con Somalia, que dejaron un herido.
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