Internacional

Paro de agricultores en Argentina se mantiene sin cambios

El centro del conflicto argentino es el rechazo de los propietarios rurales al sistema móvil de ``retenciones'' a las exportaciones de soja y girasol

BUENOS AIRES.- La presidenta Cristina Fernández, que participa el lunes en Roma de la reunión mundial de la FAO sobre seguridad alimentaria, probablemente escuchará un llamado de las Naciones Unidas para suspender restricciones al comercio e impuestos agrícolas, que en la Argentina generan un conflicto de productores rurales con el gobierno.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon anunció en Roma que la organización mundial emitirá un llamado a los más de dos docenas de países que implementan esas medidas, a las que atribuye el mayor aumento de los precios de los alimentos en los últimos 30 años.

El centro del conflicto argentino es el rechazo de los propietarios rurales al sistema móvil de ``retenciones'' (gravámenes) a las exportaciones de soja y girasol, anunciado en marzo, que generó ya tres paros rurales.

Los paros consisten en el bloqueo de rutas, para impedir la comercialización de productos del agro y la circulación de camiones provenientes de países vecinos.

No hay por ahora negociaciones con el gobierno, que se interrumpieron hace más de una semana.

Los productores insisten en la eliminación del nuevo sistema y han ampliado sus reclamos a una impugnación global de la política económica gubernamental.

El gobierno, a su vez, que se muestra inflexible en mantener el régimen móvil de ``retenciones'' (gravámenes) a las exportaciones de granos, exige el levantamiento del paro rural para dialogar con los productores.

El gobierno sostiene que las retenciones móviles son imprescindibles como herramienta de redistribución del ingreso, dadas las muy altas ganancias de los productores, y para impedir que se trasladen al mercado interno, en perjuicio de los consumidores de menores recursos, los elevados precios internacionales de esos productos.

La semana pasada el gobierno anunció una serie de medidas que beneficiaban a los pequeños y medianos propietarios y modificaban la aplicación de los gravámenes móviles. Pero los dirigentes rurales las rechazaron de plano por ``insuficientes''.

Las cuatro organizaciones rurales habían resuelto en principio, que este tercer paro concluiría el lunes, cuando evaluarían la conveniencia de pedir una nueva negociación con el gobierno o seguir las medidas de fuerza.

Pero el sector más intransigente del campo se impone fácilmente sobre los moderados en las asambleas de productores y ya anunció que propondrá la prosecución del corte de rutas. Su principal portavoz, Alfredo De Angeli, declaró a la prensa que ``los productores están muy firmes en continuar el cese de actividades''.
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