Papa Benedicto XVI reconoce que la iglesia belga está 'marcada por el pecado'

CIUDAD DEL VATICANO (08/MAY/2010).- El Papa Benedicto XVI reconoció este sábado que la Iglesia católica en Bélgica esta 'marcada por el pecado', a causa del escándalo desatado por los casos de abusos sexuales contra menores de parte del clero.

Durante un encuentro con obispos belgas en El Vaticano, el pontífice les exhortó a 'reforzar la comunión' con la Sede Apostólica.

Así como la escucha recíproca, la oración común y la caridad de Cristo, 'sobre todo en estos tiempos en los cuales vuestra Iglesia ha sido marcada por el pecado'.

Expresó su ánimo y gratitud a sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos de Bélgica y les pidió que no se olviden que sólo es Cristo quien aplaca la tempestad, quien ofrece fuerza y valentía para conducir una vida santa, en plena fidelidad al ministerio.

En el mensaje, pronunciado en francés, consideró 'necesario y urgente' dar el justo espacio a la figura del sacerdote en la sociedad, por ello pidió una pastoral de las vocaciones 'amplia y seria', fundada sobre la 'ejemplaridad de los presbíteros'.

Por su parte, durante la misma reunión el arzobispo André-Joseph Leonard, presidente de la Conferencia Episcopal Belga, reconoció que los católicos de su país están sufriendo por los casos de abusos a menores pero que están determinados a afrontar los problemas.

‘Es una Iglesia belga sufriente la que se dirige a usted tras el grave escándalo causado por la dimisión forzada de uno de sus obispos. Sufriente, pero determinada a enfrentar esta clase de problemas con claridad', indicó.

'Determinación -añadió- de la cual es testigo, en particular, el intenso trabajo de la comisión encargada de tratar las denuncias en materia de abusos sexuales que se verificaron en contexto pastoral'.

El catolicismo en Bélgica se encuentra en crisis por la renuncia del obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, tras haberse confesado culpable de abusar de un sobrino y las acusaciones contra el mismo Leonard de haber encubierto a un cura pedófilo en los años 1990.

Por ello, la jerarquía eclesiástica decidió instituir una comisión de la verdad encargada de indagar estas y otras acusaciones, el grupo es apoyado por dos magistrados civiles.