Internacional
Oposición islamista gana terreno en el Parlamento de Kuwait
Victoria oposición improbable que rompa estancamiento. Participación ligeramente superior que anteriores comicios
El gobernante del país, el jeque Sabah al-Ahmad al-Sabah, convocó las elecciones en diciembre tras disolver la cámara en respuesta a una profunda crisis política que ha obstaculizado las reformas y proyectos clave de desarrollo en este importante país exportador de petróleo.
Una ola de frustración por el estancamiento político, así como la percepción de corrupción, ha provocado que los candidatos de la oposición obtuvieran nada menos que dos terceras partes de la asamblea de 50 escaños, erosionando un poco la posición de los diputados chiíes, que en general se habían aliado con el Gobierno anterior.
Eso podría dar a la oposición una ventaja, a pesar de que los 15 ministros del gabinete designado, procedentes principalmente de las filas de la gobernante familia suní al-Sabah, pueden votar en el Parlamento, formando un bloque que tradicionalmente ha sido utilizado para contrarrestar a la oposición.
"Evidentemente ahora hay más inclinación hacia los grupos de la oposición", dijo Shahin Shamsabadi, asesor de Risk Advisory Group.
Ninguna de las mujeres que estaban en la anterior asamblea formaban parte de este movimiento. Las cuatro que había perdieron sus escaños y no fue elegida ninguna candidata nueva.
La oposición tenía indicios de que podía ampliar su influencia parlamentaria a raíz de su éxito en el derrocamiento del impopular ex primer ministro, el jeque Nasser al-Mohamed al- Sabah, a quien acusó de corrupción.
La indignación llegó a un punto álgido en noviembre cuando manifestantes dirigidos por diputados de la oposición irrumpieron en el Parlamento exigiendo la dimisión del jeque Nasser. Poco después, el emir cesó a su gabinete, el séptimo en seis años.
Una investigación realizada por el fiscal general sobre importantes depósitos en cuentas bancarias de 13 legisladores pro-gubernamentales dio un nuevo impulso a la oposición, que dijo que las sumas eran sobornos pagados por el Gobierno para lograr su apoyo en la asamblea.
No obstante, es improbable que la victoria de la oposición ponga fin al punto muerto entre el Parlamento y el Gobierno, dicen analistas.
"La victoria de la oposición no resolverá las actuales tensiones sociales y políticas en Kuwait", dijo Eurasia Group en una nota.
La oposición no es una fuerza unificada en Kuwait, donde una red de lealtades tribales y sectarias menoscaban otras afinidades. La prohibición de los partidos políticos hace de los lazos de parentesco y religiosos la manera más efectiva de movilizar los apoyos en el país.
Las tensiones entre islamistas suníes y la población chií también se han visto afectadas por los acontecimientos en Oriente Medio.
El 62 por ciento de los kuwaitíes votaron el jueves, un poco más del 58 por ciento que lo hizo en las anteriores elecciones del 2009.
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