Internacional
Obama y Karzai se reunirán la siguiente semana
La reunión entre el mandatario estadounidense y el afgano tendrá el propósito de superar las recientes tensiones entre sus gobiernos y avanzar en la estabilización de Afganistán
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (09/MAY/2010).- El presidente afgano, Hamid Karzai, llega esta semana a Washington para una reunión con
Barack Obama, en la que ambos desean superar las recientes tensiones entre sus Gobiernos y avanzar en la estabilización de Afganistán.
Karzai llegará este lunes a la capital estadounidense, donde se reunirá con el presidente estadounidense y con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en una serie de encuentros.
Según el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, el objetivo de la visita es "analizar en qué punto estamos, cuáles son los próximos pasos a dar, qué otros pasos se pueden adoptar, el apoyo que la comunidad internacional puede prestar y las medidas que los afganos pueden adoptar para poner en práctica sus planes de mejorar la gobernabilidad y la seguridad".
La visita llega cerca de medio año después de que Obama presentara su nueva estrategia para Afganistán y Pakistán -que incluye el envío de más de 30 mil soldados adicionales al país centroasiático-, y siete meses antes de que se someta a revisión.
El Gobierno de EU busca poder comenzar la retirada de Afganistán en junio del año que viene, algo para lo que, según el general Douglas Lute, asesor de la Casa Blanca para la región, "nos encontramos dentro de calendario".
Pero para poderlo llevar a cabo, EU necesita contar con un "socio fiable" -según el lenguaje que ha empleado la propia Casa Blanca- en Afganistán, y Obama quiere asegurarse de que cuenta con uno en la figura de Karzai.
La relación personal entre ambos es mucho más fría que la que disfrutó el anterior presidente estadounidense, George W Bush, y Obama ha advertido en varias ocasiones, más o menos públicamente, al líder afgano sobre la corrupción en su país.
El encuentro se produce después de que las relaciones entre los dos países atravesaran fuertes tensiones, que incluso amenazaron con cancelar la visita del presidente afgano a Washington.
Las tensiones surgieron después de que, inmediatamente después de una visita de Obama a Kabul a comienzos de abril, Karzai acusara a Occidente de responsabilidad en el fraude electoral en su país el año pasado.
Pero si la química entre Karzai y Obama es poco menos que nula, ambos saben que se necesitan mutuamente. En Washington hay conciencia de la dificultad de reemplazar a Karzai y el presidente afgano conoce que su continuidad depende en buena parte del apoyo que le presta EU.
Según Lute, "esperamos tener de vez en cuando, como nos ocurre con otros socios y aliados, nuestros altibajos, pero eso no va a impedir que alcancemos nuestros objetivos comunes".
Ambos líderes tienen prevista una reunión en el Despacho Oval el miércoles por la mañana, a la que le seguirá una rueda de prensa en la Rosaleda de la Casa Blanca.
A continuación, los dos presidentes continuarán sus conversaciones con un almuerzo en la Sala del Gabinete. En total, su encuentro durará más de tres horas, una espacio de tiempo muy superior al que habitualmente se concede a líderes extranjeros.
Obama y Karzai repasarán asuntos como la corrupción en Afganistán o el aumento de la capacidad de las fuerzas afganas, dos de los pilares de la estrategia estadounidense.
Según Rhodes, con respecto a la corrupción "creemos que hace falta hacer más, se lo comunicaremos a los afganos directamente".
Por su parte, Karzai intentará recabar apoyo de EU para sus intentos de integrar a miembros del movimiento talibán y de abrir un proceso de reconciliación con mandos de ese grupo.
EU apoya la integración, recordó Rhodes, quien agregó que durante la visita se abordará el asunto "para que podamos contar con un entendimiento acerca de cuáles son nuestros objetivos comunes en este área".
Karzai, al frente de una numerosa delegación de su Gobierno, tiene previsto también reunirse en dos ocasiones con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el martes y el jueves.
La agenda del presidente afgano se completará con reuniones con miembros del Congreso e intervenciones ante diversos centros de estudios en Washington
Karzai llegará este lunes a la capital estadounidense, donde se reunirá con el presidente estadounidense y con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en una serie de encuentros.
Según el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, el objetivo de la visita es "analizar en qué punto estamos, cuáles son los próximos pasos a dar, qué otros pasos se pueden adoptar, el apoyo que la comunidad internacional puede prestar y las medidas que los afganos pueden adoptar para poner en práctica sus planes de mejorar la gobernabilidad y la seguridad".
La visita llega cerca de medio año después de que Obama presentara su nueva estrategia para Afganistán y Pakistán -que incluye el envío de más de 30 mil soldados adicionales al país centroasiático-, y siete meses antes de que se someta a revisión.
El Gobierno de EU busca poder comenzar la retirada de Afganistán en junio del año que viene, algo para lo que, según el general Douglas Lute, asesor de la Casa Blanca para la región, "nos encontramos dentro de calendario".
Pero para poderlo llevar a cabo, EU necesita contar con un "socio fiable" -según el lenguaje que ha empleado la propia Casa Blanca- en Afganistán, y Obama quiere asegurarse de que cuenta con uno en la figura de Karzai.
La relación personal entre ambos es mucho más fría que la que disfrutó el anterior presidente estadounidense, George W Bush, y Obama ha advertido en varias ocasiones, más o menos públicamente, al líder afgano sobre la corrupción en su país.
El encuentro se produce después de que las relaciones entre los dos países atravesaran fuertes tensiones, que incluso amenazaron con cancelar la visita del presidente afgano a Washington.
Las tensiones surgieron después de que, inmediatamente después de una visita de Obama a Kabul a comienzos de abril, Karzai acusara a Occidente de responsabilidad en el fraude electoral en su país el año pasado.
Pero si la química entre Karzai y Obama es poco menos que nula, ambos saben que se necesitan mutuamente. En Washington hay conciencia de la dificultad de reemplazar a Karzai y el presidente afgano conoce que su continuidad depende en buena parte del apoyo que le presta EU.
Según Lute, "esperamos tener de vez en cuando, como nos ocurre con otros socios y aliados, nuestros altibajos, pero eso no va a impedir que alcancemos nuestros objetivos comunes".
Ambos líderes tienen prevista una reunión en el Despacho Oval el miércoles por la mañana, a la que le seguirá una rueda de prensa en la Rosaleda de la Casa Blanca.
A continuación, los dos presidentes continuarán sus conversaciones con un almuerzo en la Sala del Gabinete. En total, su encuentro durará más de tres horas, una espacio de tiempo muy superior al que habitualmente se concede a líderes extranjeros.
Obama y Karzai repasarán asuntos como la corrupción en Afganistán o el aumento de la capacidad de las fuerzas afganas, dos de los pilares de la estrategia estadounidense.
Según Rhodes, con respecto a la corrupción "creemos que hace falta hacer más, se lo comunicaremos a los afganos directamente".
Por su parte, Karzai intentará recabar apoyo de EU para sus intentos de integrar a miembros del movimiento talibán y de abrir un proceso de reconciliación con mandos de ese grupo.
EU apoya la integración, recordó Rhodes, quien agregó que durante la visita se abordará el asunto "para que podamos contar con un entendimiento acerca de cuáles son nuestros objetivos comunes en este área".
Karzai, al frente de una numerosa delegación de su Gobierno, tiene previsto también reunirse en dos ocasiones con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el martes y el jueves.
La agenda del presidente afgano se completará con reuniones con miembros del Congreso e intervenciones ante diversos centros de estudios en Washington
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