Internacional
Obama promueve reforma sanitaria
El presidente, recibido en medio de aplausos, habló durante 45 minutos y no aceptó preguntas, de acuerdo con varios legisladores
WASHINGTON, EU.- El presidente Barack Obama apeló directamente al deseo de los senadores de lograr cambios históricos al exhortarlos a reformar el sistema de Salud nacional, acción que consideró un legado al pueblo estadounidense.
Ante la solicitud del líder de la mayoría demócrata en la Cámara alta, Harry Reid, Obama visitó el Capitolio durante una poco usual sesión legislativa en fin de semana con el fin de pedirle a los demócratas que trabajen para obtener una solución negociada, y a que lo hagan con rapidez. El vicepresidente Joe Biden también estuvo presente en la reunión a puertas cerradas.
Destacó lo que dijo son avances que su Gobierno ha logrado para defender el empleo, y se centró en las implicaciones de reorganizar un sistema de atención a la salud que representa una sexta parte de la economía.
“Lo van a lograr”, dijo el mandatario al salir de la sesión.
El senador independiente Joe Lieberman dijo que Obama describió la propuesta a la reforma de salud como “la legislación social más significativa en décadas, así que no la pierdan”.
Reid convocó a la sesión el fin de semana como parte de su apresurado esfuerzo por tener concluido para Navidad el proyecto de ley, cuyo costo casi alcanzaría el billón de dólares a lo largo de 10 años.
La legislación proporcionaría cobertura a más de 30 millones de personas adicionales a lo largo de la próxima década, con un nuevo requerimiento para que casi todos adquieran seguro de gastos médicos. Habría nuevos mercados en los que la gente podría adquirir y comparar planes de seguro, y las personas con menores ingresos recibirían subsidios para ayudarles a pagar la cobertura.
El programa federal y estatal Medicaid para otorgar ayuda médica a los pobres crecería, y se prohibirían prácticas impopulares de las aseguradoras, tales como negarle la cobertura a alguien en base a sus antecedentes médicos.
Al acercarse las elecciones para el Congreso del año próximo, los demócratas están decididos a reformar el sistema de Salud, una meta que ha eludido a distintos presidentes durante décadas.
“En resumen, él (Obama) se comprometió a trabajar con nosotros en cualquier forma significativa que pueda.... Aún hay algunas cosas en la propuesta que tenemos que determinar, pero las diferencias están disminuyendo a medida que hablamos”, dijo Reid después de la reunión.
Los legisladores también sometieron a votación una medida planteada por el senador republicano John Ensign para limitar los honorarios de los abogados de los demandantes en casos de negligencia médica, un asunto con tintes políticos en el que están enfrentados los republicanos y los demócratas. La medida fue rechazada por 32 votos a favor y 66 en contra.
¿Qué está en juego?
Plan senatorial
El plan del Senado obliga, por primera vez, a los estadounidenses a tener un seguro médico e impone multas a las aseguradoras que nieguen cobertura a personas con condiciones médicas preexistentes.
Establece fondos valorados en cientos de miles de millones de dólares para subsidiar y ayudar a aquellos con bajos ingresos que no se pueden permitir cobertura sanitaria.
La ley incluye la llamada “opción pública”, aquella con la que el Gobierno puede competir con las aseguradoras privadas pero que también permitirá que los gobiernos estatales se abstengan de participar en el programa.
Ante la solicitud del líder de la mayoría demócrata en la Cámara alta, Harry Reid, Obama visitó el Capitolio durante una poco usual sesión legislativa en fin de semana con el fin de pedirle a los demócratas que trabajen para obtener una solución negociada, y a que lo hagan con rapidez. El vicepresidente Joe Biden también estuvo presente en la reunión a puertas cerradas.
Destacó lo que dijo son avances que su Gobierno ha logrado para defender el empleo, y se centró en las implicaciones de reorganizar un sistema de atención a la salud que representa una sexta parte de la economía.
“Lo van a lograr”, dijo el mandatario al salir de la sesión.
El senador independiente Joe Lieberman dijo que Obama describió la propuesta a la reforma de salud como “la legislación social más significativa en décadas, así que no la pierdan”.
Reid convocó a la sesión el fin de semana como parte de su apresurado esfuerzo por tener concluido para Navidad el proyecto de ley, cuyo costo casi alcanzaría el billón de dólares a lo largo de 10 años.
La legislación proporcionaría cobertura a más de 30 millones de personas adicionales a lo largo de la próxima década, con un nuevo requerimiento para que casi todos adquieran seguro de gastos médicos. Habría nuevos mercados en los que la gente podría adquirir y comparar planes de seguro, y las personas con menores ingresos recibirían subsidios para ayudarles a pagar la cobertura.
El programa federal y estatal Medicaid para otorgar ayuda médica a los pobres crecería, y se prohibirían prácticas impopulares de las aseguradoras, tales como negarle la cobertura a alguien en base a sus antecedentes médicos.
Al acercarse las elecciones para el Congreso del año próximo, los demócratas están decididos a reformar el sistema de Salud, una meta que ha eludido a distintos presidentes durante décadas.
“En resumen, él (Obama) se comprometió a trabajar con nosotros en cualquier forma significativa que pueda.... Aún hay algunas cosas en la propuesta que tenemos que determinar, pero las diferencias están disminuyendo a medida que hablamos”, dijo Reid después de la reunión.
Los legisladores también sometieron a votación una medida planteada por el senador republicano John Ensign para limitar los honorarios de los abogados de los demandantes en casos de negligencia médica, un asunto con tintes políticos en el que están enfrentados los republicanos y los demócratas. La medida fue rechazada por 32 votos a favor y 66 en contra.
¿Qué está en juego?
Plan senatorial
El plan del Senado obliga, por primera vez, a los estadounidenses a tener un seguro médico e impone multas a las aseguradoras que nieguen cobertura a personas con condiciones médicas preexistentes.
Establece fondos valorados en cientos de miles de millones de dólares para subsidiar y ayudar a aquellos con bajos ingresos que no se pueden permitir cobertura sanitaria.
La ley incluye la llamada “opción pública”, aquella con la que el Gobierno puede competir con las aseguradoras privadas pero que también permitirá que los gobiernos estatales se abstengan de participar en el programa.
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