Internacional
Obama pide pesquisa ''rigurosa'' en escándalo sexual de agentes
Once agentes del Servicio Secreto y cinco militares abandonaron sus tareas en la Cumbre de las Américas
"Espero que la investigación sea exhaustiva y rigurosa", dijo Obama en una conferencia de prensa conjunta con su par colombiano, Juan Manuel Santos.
"Evidentemente, me enojaría" si las acusaciones resultaran ciertas, agregó el mandatario, quien no obstante destacó el "trabajo extraordinario" del Servicio Secreto, el cuerpo policial que protege a los presidentes estadounidenses.
El incidente, que obligó a once agentes del Servicio Secreto y a cinco militares a abandonar sus tareas en Cartagena, Colombia, opacó la participación estadounidense en la Cumbre de las Américas, a la que Obama asistió junto a los líderes hemisféricos.
El Servicio Secreto, que envió a los agentes involucrados de regreso a Estados Unidos, investiga acusaciones de que estos agentes llevaron prostitutas a sus habitaciones de hotel en Cartagena en la noche del miércoles pasado y que tuvieron una disputa por el pago a una de las meretrices.
Los militares adelantan por su lado su propia pesquisa y han recluido a los efectivos acusados en sus barracas.
Ninguno de los agentes del servicio secreto involucrados estaban asignados a tareas de seguridad personal de Obama.
El presidente destacó que cualquier integrante de su comitiva debe mantener una conducta intachable en la medida que representan a Estados Unidos.
"Mi actitud hacia el personal del Servicio Secreto no es diferente a la que espero de mi delegación aquí sentada", afirmó. "Y eso significa que nos comportemos con la máxima dignidad y probidad", agregó.
"Lo que se ha informado no concuerda con esos estándares", aseveró.
Pese a que la prostitución es legal en áreas designadas de Colombia, contratar a meretrices viola las normas de conducta del servicio estadounidense, en parte porque puede exponer a los agentes al chantaje, facilitar el espionaje y ayudar al enemigo a penetrar el perímetro de seguridad, dijo el congresista Peter King al diario The New York Times.
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