Internacional
Obama impulsa la reforma del sistema de salud
Sector avanzado y confuso
“Esta vez es diferente”, aseguró Obama en una “cumbre de la salud” en la Casa Blanca, a la que invitó a más de un centenar de legisladores opositores, asociaciones, representantes de empresas sanitarias, médicos y pacientes y expertos.
El objetivo de la reunión, más que lograr decisiones concretas, fue escuchar una diversidad de recomendaciones y puntos de vista para, más adelante, analizarlas y evaluar el camino más conveniente a seguir.
Obama fijó el objetivo de lograr la reforma del sistema sanitario “para finales de este año”.
El presidente ya se adelantó la semana pasada con su propia respuesta: más de 634 mil millones de dólares de gasto a lo largo de 10 años.
El proyecto de Obama es acometer la reforma más importante en 60 años de sanidad pública, aunque respetando las opciones de cuidados privados que deseen guardar los ciudadanos individualmente.
Más de la mitad de los estadounidenses tienen un seguro médico privado, que pagan ellos mismos o sus empresas.
Pero por ahora los detalles del plan para reformar los servicios Medicare y Medicaid, destinados a las personas de tercera edad y los cuidados para las personas con bajos ingresos, no están claros. Obama sólo ha explicado de dónde quiere sacar el dinero para las reformas: mediante impuestos a los ingresos más altos principalmente.
La estrategia del Gobierno demócrata es recordar que no queda tiempo para debates estériles, puesto que los costos de los cuidados médicos, combinados con la recesión económica, pueden llevar a 1.5 millones de estadounidenses a perder sus casas antes de final de año.
El especialista de cuestiones médicas del canal de televisión CNN, Sanjay Gupta, renunció a ser tenido en cuenta para el cargo de director general de Salud Pública de Estados Unidos. (Agencias)
Sector avanzado y confuso
Estados Unidos gasta al año 2.4 billones de dólares en un sistema de salud de los más avanzados pero también de los más confusos del mundo, distinto del sistema público de la gran mayoría de países europeos.
El sistema privado, de compañías de seguros, paga otro 34%. 14% son pagos extraordinarios, individuales, de los ciudadanos. El resto lo asumen los estados y fondos locales. Unos 46 millones de personas no tienen cobertura sanitaria.
Sólo los pobres y los ancianos son mínimamente protegidos por el Estado dentro de dos programas sanitarios (Medicaid y Medicare) que malamente sirven para poco más que afrontar los casos de extrema necesidad. (Agencias)
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