Internacional

Obama, cuatro años más

El voto latino resultó clave para la victoria demócrata

GUADALAJARA, JALISCO (06/NOV/2012).- Todas las coyunturas que Barack Obama esperaba se volvieron realidad: retuvo la mayoría de los estados claves que cambian de partido en elecciones cerradas; logró que las minorías salieran a votar en masa en entidades donde su sufragio representa buena parte del electorado, y consiguió ganar, igual que en 2008, el Estado de Ohio, una Entidad sin la cual nunca los republicanos han logrado llegar a la Casa Blanca. Esto significa que Barack Obama gobernará hasta enero de 2017, con lo cual se igualan los periodos entre demócratas y republicanos en los últimos 52 años.

Al final, la mayoría de los pronósticos se confirmaron. Mitt Romney, candidato republicano, dominó el Sur y el Centro de los Estados Unidos imponiendo mayorías en entidades conservadoras como Texas o Arizona. Por su parte, Obama confirmó su predominio en estados del Norte de los Estados Unidos como Nueva York e Illinois; y en la costa Oeste en demarcaciones como California y el Estado de Washington. Sin embargo, Obama comenzó a inclinar la balanza a su favor cuando los datos electorales fluyeron en entidades como New Hampshire y Iowa que son estados que estaban en disputa y que resultaban claves para conquistar la Casa Blanca. En estas dos entidades el voto de las mujeres fue fundamental para que los demócratas se llevaran los votos del colegio electoral.

Los latinos tuvieron un papel fundamental en la elección. Tanto los ciudadanos de origen mexicano en California, como aquellos con origen cubano en Florida o incluso los puertorriqueños en Nueva York, inundaron los centros de votación y los primeros datos señalan que la participación latina creció con relación a 2008. De la misma manera, los latinos apoyaron en su mayoría a Obama, según cálculos a pie de urna el nivel de apoyo puede incluso llegar a 75% del voto hispano.

De la misma manera, las proyecciones, a espera de terminar el conteo preliminar y la determinación de las victorias en los distritos electorales, indican que los demócratas retendrán el Senado y los republicanos continuarán con mayoría en la cámara de representantes. Ante esta realidad, a Obama le esperan cuatro años más de Gobierno dividido lo que complica la producción de reformas y acuerdos legislativos.

Cuatro años más para Obama, la esperanza sigue viva, pero en un país con Gobierno dividido y claramente polarizado.
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