Internacional
Obama busca opciones al cierre de Guantánamo
El cierre de la prisión de la base naval de Estados Unidos en Cuba es un objetivo infructuoso del presidente Obama desde que asumió el cargo
El cierre de la prisión de la base naval de Estados Unidos en Cuba es un objetivo infructuoso del presidente desde que asumió el cargo. En su primera semana, Obama firmó una orden ejecutiva para su cierre, pero el Congreso ha utilizado su poder sobre el presupuesto a fin de bloquear que los detenidos sean trasladados a territorio estadounidense.
Actualmente, un centenar de los 166 presos está en huelga de hambre en protesta por detención indefinida y las condiciones de la prisión. Obama ha prometido un nuevo esfuerzo ante el Congreso y ha ordenado una revisión de las opciones que tiene su administración.
La Casa Blanca admitió que su promesa de revisar los casos de los prisioneros no fue aplicada con suficiente rapidez y que actualmente considera la reasignación de un alto funcionario en el Departamento de Estado a fin de que aborde las transferencias fuera de la prisión.
La prisión de Guantánamo descendió en el programa de prioridades del presidente, que prometió cerrarla durante su campaña electoral hace un lustro, pero ha transferido unos cuantos prisioneros en años recientes.
La situación en el centro de detención es tensa, pues 23 presos que corren peligro de inanición ahora son alimentados por la fuerza con sondas nasales. Personal médico, formado por unos 40 miembros, llegará este fin de semana para ayudar a resolver la huelga, que no parece cerca de concluir.
Aunque la comunidad mundial ha presionado para que Estados Unidos cierre Guantánamo, buena parte del público estadounidense y sus representantes en el Congreso se han opuesto a que se saque a los sospechosos de terrorismo de su actual aislamiento.
El senador republicano Lindsey Graham, de Carolina del Sur, uno de los legisladores que encabeza la oposición al cierre de Guantánamo, respondió a las declaraciones de Obama citando un reporte del propio gobierno federal.
El informe señala que se sospecha o se ha confirmado que un 28 por ciento de los 600 detenidos puestos en libertad se integró después a la actividad miliciana.
Obama podría nombrar nuevo encargado para compleja tarea de cerrar
El presidente estadounidense podría nombrar a un nuevo encargado de la cárcel de Guantánamo como primer paso para cumplir su pospuesta electoral de cerrar la controvertida prisión.
Pero cerrar la prisión creada por George W. Bush en el 2002 como parte de su "guerra contra el terrorismo" parece más complejo que nunca debido a la obstrucción del Congreso y a las contradicciones de la propia administración Obama.
El presidente anunció el martes el nuevo intento de cerrar Guantánamo por su situación "insostenible". Obama afirmó que el penal "obstaculiza la cooperación antiterrorista con nuestros aliados" y es una "herramienta de reclutamiento para los extremistas". El miércoles el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, fue interrogado por la prensa sobre cómo piensa llevar a cabo el cambio.
"Hay muchas cosas que podemos hacer", dijo Carney. "Una de las opciones que estamos considerando es designar un funcionario de alto nivel del Departamento de Estado para volver a intentar repatriar o transferir a los detenidos cada vez que sentimos que les sea posible volver a su país o a terceros países".
Daniel Fried, enviado especial del Departamento de Estado para el cierre de Guantánamo, fue nombrado para otro puesto en enero y no ha sido reemplazado. Cuando asumió el cargo en 2009, Obama había fijado el cierre del penal para el año siguiente.
El fracaso de ese proyecto sigue pesando en el balance de su primer mandato, durante el cual la administración demócrata pareció asumir la imposibilidad de cambiar las cosas.
"Vamos a trabajar con el Congreso para convencerlos de que cerrar Guantánamo Bay es favorable para los intereses de la seguridad nacional y para los intereses económicos", dijo Carney.
En esta línea, el Congreso ha restringido los fondos para transferir a los presos a sus países de origen.
La dificultad de los traslados
Por otro lado, los defensores de los derechos humanos, así como algunos legisladores, denuncian que el gobierno no ha utilizado todos los instrumentos a su disposición para cambiar las cosas.
En el 2012 el Congreso autorizó a Obama a trasladar a los presos que habían ganado sus casos de habeas corpus ante una corte federal. Pero el presidente nunca utilizó esta facultad ya que supone certificar que el interesado nunca volverá a atentar contra Estados Unidos.
El presidente terminó de complicar su propia tarea al decidir una moratoria de los traslados de presos declarados inofensivos a Yemen tras un intento de atentado en el 2009. Un grupo de Al Qaeda basado en ese país (del que proceden cerca de la mitad de los detenidos en Guantánamo) fue identificado como sospechoso de organizar el ataque contra un avión en Detroit.
La senadora demócrata Dianne Feinstein, alarmada por la extensión de la huelga de hambre en el penal, pidió al gobierno que reconsiderara la moratoria.
"El hecho de que muchos detenidos lleven una década en Guantánamo y no tengan otra perspectiva hace que aumente el número de presos en huelga de hambre", sostiene Feinstein.
La situación en el penal sigue deteriorando la imagen de Estados Unidos en el mundo. Este miércoles la ONU asimiló a la práctica de la tortura la alimentación forzada de los reos en huelga, mientras Cuba volvió a pedir que el territorio le sea devuelto.
Ochenta y seis de los 166 detenidos de Guantánamo han recibido autorización de los tribunales militares para ser trasladados, de ellos 56 son de nacionalidad yemenita. Pero el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, confirmó el miércoles que "la moratoria se mantiene".
Existe además otra categoría de presos, los considerados peligrosos y hallados culpables por los tribunales militares, que no pueden ser enviados a cárceles continentales ya que la justicia civil no acepta los métodos de interrogatorio aplicados en Guantánamo.
Entre ellos se encuentra Khalid Sheikh Mohammed, uno de los acusados de los atentados del 11 de septiembre, un preso con un futuro tan impredecible como el cierre de Guantánamo.
Con información de AP y AFP
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