Internacional
Nicolas Sarkozy, con un pie fuera de la presidencia de Francia
Tras 17 años lejos del poder, la izquierda francesa ha dado el primer paso para recuperar la presidencia
La victoria del candidato socialista no esconde algunas señales de un electorado que se refugió en las opciones políticas más radicales del espectro ideológico. Por un lado, Marine Le Pen, mujer polémica y símbolo de la ultraderecha francesa, logró 18.8% de los votos, lo que constituye una elección histórica para su partido, el Frente Nacional, que ha expresado posiciones xenófobas e incluso racistas. Por el otro lado, el comunista Jean-Luc Mélenchon cosechó un importante 10.9% de las preferencias electorales, a través de arriesgadas propuestas antineoliberales en temas fiscales y comerciales.
Los ecos de la batalla ya comienzan a establecer el piso de competencia para la segunda vuelta entre Sarkozy, actual mandatario, y Hollande, el candidato socialista. Sarkozy ya abrió fuego en la prensa y pidió que se realicen tres debates antes de la segunda vuelta. Sin embargo, Hollande no sólo se negó a conceder este privilegio a su adversario, sino que se asumió como “virtual presidente” con discursos dirigidos al cambio y a las esperanzas que se abren.
Los escenarios de cara a la segunda vuelta son muy interesantes. Mélenchon ya se subió al barco de Hollande y François Bayrou, centrista, entabla negociaciones con Sarkozy. La incógnita es el Frente Nacional. Paradójicamente, Le Pen tiene en sus manos un capital político crucial para el 6 de mayo.
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