Mujer muere al seguir GPS al circular por Río de Janeiro
El posicionador satelital le indicó seguir una ruta que la llevaba dentro una peligrosa favela, donde fue ultimada a balazos
La empresaria Regina Murmura y su esposo Francisco Murmura fueron atacados con disparos por criminales cuando, guiados por la aplicación Waze -que permite seguir la ruta con menos tráfico hacia un destino determinado- entraron por error en la favela de Caramujo.
Al seguir las instrucciones de esta aplicación de celular, la pareja entró en la favela, en el barrio fluminense de Niteroi, y al ser recibidos por disparos de criminales, habría acelerado con el objetivo de escapar, pero habría entrado en una calle sin salida.
Según informes de la policía brasileña, la mujer falleció como consecuencia de los disparos, pero su esposo sobrevivió.
No se trata de la primera vez este año en que se producen muertes por conductores que, siguiendo las indicaciones de sus teléfonos móviles o GPS, entran en peligrosas comunidades de narcotraficantes en Río de Janeiro.
En agosto pasado una conocida actriz brasileña -Fabiana Karla- ya había sido atacada en esta misma favela de Caramujo al entrar en la comunidad por indicación de su GPS, y en julio pasado un alpinista falleció por disparos tras entrar en la comunidad de Vila Sapé, en la localidad fluminense de Duque de Caxias.
Las aplicaciones de celular y los GPS que ayudan a los conductores a ir por rutas alternativas para escapar del tráfico son muy utilizados en grandes ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo, incluso por taxistas, ante el gran congestionamiento de las principales avenidas.
Sin embargo, los expertos señalan de la peligrosidad de estos dispositivos en lugares donde hay una gran violencia.
Brasil es uno de los países más violentos del mundo y, según estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el país sufre una epidemia de asesinatos, al sobrepasar con creces la tasa de 10 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Datos oficiales recientes señalan que una persona muere asesinada cada media hora en las grandes capitales brasileñas, según el Anuario Brasileño de Seguridad Pública, publicado la semana pasada.
Pese a que el gasto público en seguridad aumentó un 16.6 por ciento hasta alcanzar los 18 mil millones de dólares en 2014, el número de homicidios en las capitales del país creció un 0.8 por ciento respecto a 2013, hasta las 15 mil 932 víctimas.