Internacional

Muerto Muamar Gadhafi, el reto es conciliar las tribus

La internacionalista Silvia González Figueroa advierte una oportunidad democrática, pero no así para la paz en el corto plazo

CIUDAD DE MÉXICO (23/OCT/2011).- Ha muerto Muamar Gadhafi, pero su desaparición física no es garantía de nada: ni más democracia para Libia, ni respeto a los derechos humanos, ni un modelo económico de apertura al mundo. La muerte del coronel libio, de acuerdo con la percepción de la internacionalista del Tec de Monterrey, Silvia González Figueroa, abre sólo una ventana de oportunidad.

Entre las piezas a considerar en este rompecabezas llamado Libia se encuentra la importancia geopolítica de esta nación africana y la infraestructura que hereda el coronel, en especial en materia de mantos acuíferos y petróleo.

Lo que sigue es una entrevista en la que González Figueroa pone en contexto la muerte del líder y proyecta qué pasará con otros estados árabes como Siria, Yemen y Barehin.

— ¿Es correcto hablar de un triunfo de la paz y la democracia en Libia con la muerte de Muamar Gadhafi?, ¿qué garantías ofrece el CNT en ese sentido?

— Más bien, lo correcto sería decir que se abre la posibilidad para que se establezca un régimen democrático en el país.

El tema de la paz es una cuestión diferente porque el gran reto ahora será conciliar las diferentes posiciones tribales, no únicamente aquellas que eran leales a Gadhafi, sino y sobre todo las nuevas fracturas que ocurren cuando un país está en medio de un conflicto y sobre todo, de un conflicto que se prolongó tantos meses.

Entonces por principio de cuentas, sí hay una oportunidad para que finalmente se den algunos de los elementos que constituyen vivir bajo lo que es un régimen democrático, sin embargo, eso no considero que sea un escenario a corto plazo, porque es algo que se construye con el paso del tiempo.

El gran reto es que exista esta realidad para, posteriormente, hablar de que realmente hay un esquema de paz.

No se tienen mayores referencias sobre el Consejo nacional de Transición (CNT). Ha contado con el apoyo sobre todo de los países europeos, pero tendríamos que quitar de este grupo a Alemania, que realmente no estuvo de acuerdo en la intervención de la OTAN.

Simplemente el hecho de las circunstancias y todas estas notas informativas, algunas de ellas contradictorias sobre la muerte Gadhafi reflejan de alguna manera la desorganización que hay al interior de este Consejo Nacional de Transición.                       

— Como conocedora de la cultura árabe, ¿qué lectura hará el mundo musulmán de la lapidación del coronel?


— Tendríamos aquí que aclarar en primera instancia que Muamar Gadhafi no ha sido un líder musulmán, es decir que haya sido percibido como un abanderado de la causa islámica.

Recordemos que en los últimos años lo que él hizo fue acercarse a esas potencias occidentales como es el caso de Inglaterra sobre todo, por las cosas que tienen que ver con cuestiones económicas. Gadhafi, en los últimos años, de alguna manera aceptó algunos de los errores del pasado, prometió no más atentados terroristas a cambio de que se le levantaran las sanciones de Naciones Unidas.

Entonces, los últimos cinco años lo que reflejaba Gadhafi ante todo el mundo, incluyendo al mundo islámico, es que se estaba convirtiendo en un aliado de Occidente, a cambio de evitar sanciones económicas y propiciar que hubiera más inversiones en el país, sobre todo en cuestión de energía.

Entonces, por ello, considero que a 24 horas de que se haya difundido el contexto de su muerte, no tengamos hasta el momento información de que haya algún tipo de manifestación o postura de repudio por la forma como él murió. Más bien ya se le percibía como un aliado de Occidente.

— Realmente, ¿las potencias mundiales gastaron cientos de millones de dólares para librar una guerra moral y terminar con el dictador?; si no fuera así, ¿cuál sería el interés en Libia?


— Cuando la OTAN celebró sus 50 años de fundación emitió un comunicado muy importante que es pertinente recordar para poder entender este contexto: la OTAN planteó que intervendría en cualquier sitio del mundo donde la democracia y los derechos humanos se vieran comprometidos.

Y bueno, por supuesto que en todo el mundo tenemos una gran cantidad de países en donde estas condiciones no se cumplen. Sin embargo, en Libia existen intereses muy importantes que tienen que ver con la geopolítica, solamente así podemos comprender que en Libia intervenga la OTAN y que no lo haga en muchos otros lugares de África donde tenemos decenas de años de terribles conflictos étnicos, de abuso de poder por parte de algunos mandatarios.

En el caso específico de Libia tendríamos que recordar que es un país que pertenece al cártel petrolero a la OPEP, que cuenta con la reserva más grande de petróleo de África, que cuenta con la novena reserva a nivel mundial, y la oportunidad de intervenir propicia que exista una recomposición de alianzas estratégicas sobre todo en materia de petróleo.

Por ejemplo, la compañía rusa Gazprom es una de las que ha estado más activas en territorio libio y a últimas fechas las declaraciones de los funcionarios de Gazprom es que ellos van a perder toda la inversión que han hecho ahí, porque al no haber participado en esta alianza ya que Rusia no está dentro de la OTAN, pues se quedan fuera de lo que sería el reparto geopolítico.

Entonces, por supuesto que hay un interés en tener una mayor participación en lo que es el negocio del petróleo y del gas natural. Francia definitivamente es algo que va a capitalizar al igual que Inglaterra, Italia con su compañía Eni.     

Otro tema que no se ha volteado a ver mucho y que es muy importante tiene que ver con que en Libia se encuentra la reserva de agua más grande del mundo, y tendríamos que recordar que los conflictos en este momento tienen que ver con petróleo, después serán con el gas natural y después con el llamado oro azul que es el agua.

Y ahí precisamente en Libia, en su frontera con Egipto, Chad y Sudán, se encuentra una reserva de agua dulce muy importante catalogada por muchos como la más grande del mundo y esto, por supuesto, también es algo que pesa en materia de geopolítica.

Así que, por un lado tenemos el discurso de ayuda humanitaria, pero por otro lado está la geopolítica del petróleo y el agua.                                    

— Entonces si el Gobierno libio que quede después de Gadhafi no alcanza a pagar la rebelión con petróleo, ¿las potencias estarían asegurando gas natural y agua?

— Sí, definitivamente. Quien pierde una guerra la paga. Tenemos el caso de Iraq, que sigue pagando la primera guerra del Golfo Pérsico, la de 1991, y cuyo petróleo fue hipotecado. Y en el caso del Consejo Nacional de Transición estará haciendo sus alianzas estratégicas, sobre todo con la compañía Total de Francia, Con British Petroleum que a últimas fechas está muy alicaída después de lo que le pasó en el Golfo de México y también la italiana Eni.

Pero además está el negocio del agua que es muy, pero muy fuerte.

Aquí tendría que referir que este señor, Gadhafi, construyó un sistema acuífero, incluso que él le llamaba la octava maravilla del mundo, un acueducto de cuatro mil kilómetros de largo para poder obtener precisamente el agua dulce de éste gran acuífero y eso propició que el precio del agua bajara mucho.

Ahí había compañías francesas e inglesas que desalinizaban el agua, pero era muy cara. Entonces con esta gran obra de ingeniería bajó mucho el precio del agua, entonces por ahí hay otra vertiente de análisis.                      

— Libia es un país rico en recursos naturales, pero poco desarrollado, ¿es un Estado ideal para invertir?

— Definitivamente. Y las inversiones pronto comenzarán a fluir en la medida que existan las garantías para que esa inversión sea redituable en el corto plazo.

Por principio de cuentas van a tener que trabajar muy fuerte para poder reparar la infraestructura dañada, porque de estar produciendo un millón 600 mil barriles de petróleo por día, ahora no se llega ni a una tercera parte de esa cantidad.

Entonces sí va a pasar algo de tiempo pero dados los recursos naturales como petróleo, gas y agua, tendríamos que decir que también hay mucho oro y por supuesto que esto propicia que haya mucho interés de invertir ahí.       

— ¿Será éste el camino para abatir el fuerte desempleo juvenil, una de las causas del estallido?


— Podría ser. Sin embargo, a pesar de que Libia es uno de los países con el índice de desarrollo humano más alto de la región, el más alto incluso de África con mayor expectativa de vida, nivel escolaridad, etcétera, ha faltado crear ese tipo de esquemas de educación para que los jóvenes que se están graduando de las universidades realmente tengan el conocimiento, las habilidades y las capacidades para poder tener un sitio en las industrias que detonan el crecimiento.

La verdad es que no hay mucho ingenieros petroleros libios, entonces más bien quienes están ocupando estas posiciones son extranjeros, y ese es otro reto que tendrá que enfrentar el nuevo Gobierno.          

— Francia apoyó desde siempre a los rebeldes, ¿fortalecerá Nicolas Sarkozy sus aspiraciones de cara a la reelección?


— Sí, por supuesto que es un punto a su favor, de hecho el mandato de la OTAN quedó prácticamente en sus manos y esto lo va a capitalizar.

Sin embargo, lo que enfrenta Sarkozy es lo que enfrentan muchos mandatarios en Europa donde la economía es el tema prioritario y eso hace que quede en un segundo o tercer plano el tema de la política exterior.

No obstante, el tener la capacidad de tener mayor participación de un mercado de petróleo tan fuerte como es Libia, pues va a tener un impacto positivo en la economía pero ese no es un escenario a corto plazo.          

— ¿Y Obama, capitalizará el episodio luego de perder protagonismo durante la segunda etapa de la intervención militar en Libia?


— Los Estados Unidos decidieron abandonar la misión, la dejaron en manos sobre todo de Francia, los ingleses siguieron muy activos. Y a pesar de que la OTAN es una alianza militar, los Estados Unidos decidieron no continuar dentro de lo que era esta intervención dentro de Libia.

Y es que, hay otros frentes de guerra abiertos y hay un frente muy importante para Obama en este momento que se llama reelección el próximo año y que dependerá mucho de poder abatir el 9% o 10% de desempleo, que es lo que se viene manejando desde hace meses.

Entonces, por principio, hay prioridad para la política interna, queda en segundo lugar la política exterior, y ya se anunció que para Navidad todas las tropas de Estados Unidos en Iraq regresan a casa.             

— Siguen en la lista Barhein, Siria, Yemen… ¿cree que Occidente volverá a aplicar el mismo modelo para “llamar al orden”?


— Hablando de Estados Unidos, precisamente se pronunciaba en el sentido de que las horas están contadas para los dictadores de Siria y de Yemen.

Aquí tendríamos que revisar cuál será la estrategia a seguir por parte de Bashar al Assad, en Siria, y de Alí Abdullah Saleh, en Yemen.

En el caso de Bashar al Assad, pues ya implementó algunas reformas que permiten la formación de partidos políticos, aunque lo que tenemos conocimiento es que en las últimas horas las manifestaciones son cada vez mayores.

No hay en este momento ninguna resolución de las Naciones Unidas para una intervención, pero así como la hubo para intervenir en Libia, existen todos los elementos para que ocurra lo mismo en Siria porque la represión realmente ha sido brutal por parte del Gobierno.

La alta comisionada de los Derechos Humanos de Naciones Unidas estuvo en el transcurso de la semana emitiendo declaraciones y un informe en donde se habla de miles de desaparecidos y torturados, y todo esto va a propiciar que haya urgencia en tomar una resolución.

“Sin embargo, Siria es un país en conflicto con Israel y no es tan sencillo manejar una intervención ahí porque la manera de reaccionar de Siria sería atacando puntos neurálgicos de la infraestructura de Israel y que, realmente, son unos cuantos kilómetros los que los distancian.

En el caso de Yemen, ya hay una iniciativa por parte del Consejo de Cooperación del Golfo, integrado por seis países: Barhein, Kuwait, Oman, Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos. Y ellos le han planteado a Ali Abdullah que deje el poder en los siguientes 30 días en manos de un vicepresidente para que se celebren elecciones dentro de dos meses, y la respuesta después de la muerte de Gadhafi del señor Abdullah Saleh es que si él tiene garantías por parte dela Unión Europea y de Estados Unidos, definitivamente estaría tomando muy en cuenta esta propuesta del Consejo de Cooperación del Golfo.

El caso de Barhein, también es otro asunto muy interesante, porque ahí también ha habido manifestaciones en contra de  Hamad Al Khalifah, pero ahí sí estaría todo el peso de la represión porque Barhein es una isla conectada a Arabia Saudí, el principal productor de petróleo en el mundo, y un cambio de régimen en Barhein tendría un efecto dominó en Arabia.

La mayoría de la gente en Barhein es musulmán chiíta y en donde están las principales reservas de petróleo en Arabia también son chiítas, pero los chiítas son minoría en Arabia y, por supuesto, que la monarquía saudí para nada le conviene que haya una revuelta en Barhein que pudiera encender también lo que es el ánimo de los chiítas y de pronto no con sus derechos bien representados dentro del país Saudí árabe.

No se puede hablar de una sola situación, cada uno de ellos son casos  diferentes. Y aquí en todos los conflictos y en la manera de solucionarlos tiene mucho peso la geopolítica.

Barhein es un Estado muy pequeño, el más pequeño en el Golfo Pérsico, pero hay una base naval de los Estados Unidos por la importancia que tiene, ya que por ahí pasan los barcos petroleros que están trasladando los energéticos, porque está conectado incluso a Arabia a través de una especie de carretera que se llama la calzada del rey Fahd, entonces la suerte de Barhein no será la suerte de Yemen ni tampoco la de Siria.

Además lo que vemos aquí es el manejo de un doble discurso por parte de las potencias occidentales, porque apoyan la caída de los dictadores que no son convenientes con sus intereses, pero por otro lado están apoyando o cobijando monarquías que tampoco son democráticas, que tampoco están garantizando una agenda de Derechos Humanos y de inclusión para todos sus habitantes y el mejor ejemplo es la monarquía Saudí Árabe, aliada estratégica de Estados Unidos y de muchos países de Europa por el tema del petróleo”.    

FRASE

"
Las contradicciones en torno a la muerte de Gadhafi reflejan la desorganización que hay en el Consejo Nacional de Transición "
Silvia González Figueroa,

internacionalista del Tec de Monterrey.

PERFIL
Internacionalista premiada


Silvia Figueroa es directora del Departamento de Comunicación y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, Campus Guadalajara.

Obtuvo beca de excelencia del Tec para estudios de maestría, al ganar el concurso de becas de dicho centro universitario, obteniendo el puntaje más alto en la prueba de admisión.

Acreedora al Presidential Academic Fitness Award extendido por el presidente Ronald Reagan, en 1986, en Michigan, Estados Unidos, por sobresaliente desempeño académico.

Ha sido colaboradora en el programa de televisión Retos y Realidades, como analista política de temas internacionales que se transmite a través del Sistema Jalisciense de Radio y Televisión, con cobertura regional. Y colaboradora en el programa radiofónico De viva voz transmitido por Radiarte.

Ha impartido seminarios como: Los rogue states y el Nuevo Orden Internacional; Guerras y  nacionalismo. (Casos estudiados: Chechenia, Cachemira, Palestina) y El impacto de la doctrina Bush.

Ha recibido más de 30 reconocimientos como uno de los profesores mejor evaluados del Tecnológico de Monterrey, en adición a los extendidos por diferentes grupos culturales y filantrópicos con los que colabora con cursos y conferencias, entre ellos: Círculo cultural San Javier y Misión Mujer.
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