Internacional
Muertes en Bagdad en el quinto aniversario de la caída de Saddam
13 personas, siete de ellas civiles, murieron este miércoles en Sadr City, el barrio de Bagdad en el que tropas de EU y chiitas libran combates
Saddam Hussein.
Tras un nuevo estallido de violencia durante la noche, que se saldó con seis muertos y 35 heridos, los combates perdieron intensidad por la mañana en ese barrio que es feudo del Ejército del Mahdi del clérigo chiita Moqtada al Sadr.
Aunque sólo se oían ráfagas intermitentes de armas ligeras y algunos disparos de mortero, la "calma" relativa se cobró sin embargo siete vidas cuando tres obuses de mortero cayeron en una zona de viviendas hiriendo además a 24 personas.
En total, 55 personas han muerto en Sadr City desde que se reanudaron los combates el domingo. La coalición anunció también la muerte de un soldado estadounidense por la explosión de una bomba en Bagdad, donde al menos diez militares estadounidenses murieron en los últimos cuatro días.
La policía iraquí anunció por su lado el arresto en Haditha, (260 km al noroeste de Bagdad) de un responsable de Al Qaeda en este país y uno de los principales adjuntos del jefe de esta organización, Nazal Sabar al-Jughaify.
En los enfrentamientos precedentes con el Ejército del Mahdi, librados por el ejército iraquí con apoyo norteamericano entre el 25 y el 30 de marzo, murieron 700 personas.
El presidente Jalal Talabani se sumó a los llamamientos de su primer ministro, Nuri al Maliki, y pidió el desmantelamiento de la milicia del Mahdi, argumentando que ya se considera al movimiento sadrista como "una organización respetable". El miércoles todas las calles de la capital estaban desiertas y prácticamente no circulaba ningún vehículo, a excepción de los de las autoridades y las fuerzas de seguridad.
La ciudad natal de Saddam Hussein, Tikrit, estuvo bajo el toque de queda durante todo el día. No estaba previsto ningún acto oficial para recordar la entrada de los tanques estadounidenses en Bagdad y el gobierno se limitó a declararlo día feriado.
Las tiendas mantuvieron sus puertas cerradas y sólo se veía a unas pocas personas en las calles. Moqtada al Sadr había convocado una manifestación multitudinaria en Bagdad en protesta por la ocupación estadounidense, pero el martes decidió anularla para "evitar que corra sangre iraquí".
Unos pocos nostálgicos del régimen baasista se manifestaron brevemente en el barrio de Adhamiya, donde el dictador hizo su última aparición pública en lo alto de un coche.
Las tropas estadounidenses tardaron sólo tres semanas en derrotar al ejército de Saddam Hussein, poniendo fin a su régimen el nueve de abril de 2003.
Ese día, un marine estadounidense echó una cuerda en torno al cuello de una estatua gigante de Saddam en Bagdad y la tiró al suelo con la ayuda de un blindado en un acto que simbolizó la caída del brutal régimen del dictador iraquí.
Pero cinco años después, el ejército estadounidense y el nuevo gobierno iraquí, encabezado por los chiitas, siguen sin poner fin a un baño que sangre que ha costado la vida a decenas de miles de personas y ha desplazado a más de cuatro millones. Para los iraquíes, ha sido un periodo de confusión y violencia.
"Cuando vi los tanques estadounidense entrar en Bagdad estaba feliz y repleta de sueños (...) sueños de un Irak próspero y desarrollado. Pero desde entonces se han convertido una pesadilla de sufrimiento y destrucción", afirma Sarah Yusef, de 25 años.
Majeed Hameed, propietario de una tienda de regalos en el norte de Bagdad, afirma que los tanques estadounidenses que recorren la calles de Bagdad son visto ahora como fuerzas "enemigas".
"No podemos describir cuán salvajes son estos bárbaros cuyas promesas eran falsas y plagadas de mentiras. Vinieron a ocupar y a causar destrucción. Sólo trajeron desastres", afirma.
AFP 18:49 090/04/08 ccms
BAGDAD.- 13 personas, siete de ellas civiles, murieron este miércoles en Sadr City, el barrio de Bagdad en el que tropas estadounidenses y milicianos chiitas libraron su cuarto día de combates coincidiendo con el quinto aniversario de la caída de
Tras un nuevo estallido de violencia durante la noche, que se saldó con seis muertos y 35 heridos, los combates perdieron intensidad por la mañana en ese barrio que es feudo del Ejército del Mahdi del clérigo chiita Moqtada al Sadr.
Aunque sólo se oían ráfagas intermitentes de armas ligeras y algunos disparos de mortero, la "calma" relativa se cobró sin embargo siete vidas cuando tres obuses de mortero cayeron en una zona de viviendas hiriendo además a 24 personas.
En total, 55 personas han muerto en Sadr City desde que se reanudaron los combates el domingo. La coalición anunció también la muerte de un soldado estadounidense por la explosión de una bomba en Bagdad, donde al menos diez militares estadounidenses murieron en los últimos cuatro días.
La policía iraquí anunció por su lado el arresto en Haditha, (260 km al noroeste de Bagdad) de un responsable de Al Qaeda en este país y uno de los principales adjuntos del jefe de esta organización, Nazal Sabar al-Jughaify.
En los enfrentamientos precedentes con el Ejército del Mahdi, librados por el ejército iraquí con apoyo norteamericano entre el 25 y el 30 de marzo, murieron 700 personas.
El presidente Jalal Talabani se sumó a los llamamientos de su primer ministro, Nuri al Maliki, y pidió el desmantelamiento de la milicia del Mahdi, argumentando que ya se considera al movimiento sadrista como "una organización respetable". El miércoles todas las calles de la capital estaban desiertas y prácticamente no circulaba ningún vehículo, a excepción de los de las autoridades y las fuerzas de seguridad.
La ciudad natal de Saddam Hussein, Tikrit, estuvo bajo el toque de queda durante todo el día. No estaba previsto ningún acto oficial para recordar la entrada de los tanques estadounidenses en Bagdad y el gobierno se limitó a declararlo día feriado.
Las tiendas mantuvieron sus puertas cerradas y sólo se veía a unas pocas personas en las calles. Moqtada al Sadr había convocado una manifestación multitudinaria en Bagdad en protesta por la ocupación estadounidense, pero el martes decidió anularla para "evitar que corra sangre iraquí".
Unos pocos nostálgicos del régimen baasista se manifestaron brevemente en el barrio de Adhamiya, donde el dictador hizo su última aparición pública en lo alto de un coche.
Las tropas estadounidenses tardaron sólo tres semanas en derrotar al ejército de Saddam Hussein, poniendo fin a su régimen el nueve de abril de 2003.
Ese día, un marine estadounidense echó una cuerda en torno al cuello de una estatua gigante de Saddam en Bagdad y la tiró al suelo con la ayuda de un blindado en un acto que simbolizó la caída del brutal régimen del dictador iraquí.
Pero cinco años después, el ejército estadounidense y el nuevo gobierno iraquí, encabezado por los chiitas, siguen sin poner fin a un baño que sangre que ha costado la vida a decenas de miles de personas y ha desplazado a más de cuatro millones. Para los iraquíes, ha sido un periodo de confusión y violencia.
"Cuando vi los tanques estadounidense entrar en Bagdad estaba feliz y repleta de sueños (...) sueños de un Irak próspero y desarrollado. Pero desde entonces se han convertido una pesadilla de sufrimiento y destrucción", afirma Sarah Yusef, de 25 años.
Majeed Hameed, propietario de una tienda de regalos en el norte de Bagdad, afirma que los tanques estadounidenses que recorren la calles de Bagdad son visto ahora como fuerzas "enemigas".
"No podemos describir cuán salvajes son estos bárbaros cuyas promesas eran falsas y plagadas de mentiras. Vinieron a ocupar y a causar destrucción. Sólo trajeron desastres", afirma.
AFP 18:49 090/04/08 ccms
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