Internacional
Mueren 62 rebeldes sirios en emboscada cerca de Damasco
Fuentes militares sirias indicaron que las víctimas eran miembros del Frente al-Nusra, grupo extremista vinculado con Al Qaeda
DAMASCO, SIRIA (07/AGO/2013).- Al menos 62 rebeldes sirios murieron este miércoles en una emboscada del ejército sirio cerca de la localidad de Adra, al noreste de Damasco, un día después del atentado con carro bomba en la periferia de la capital.
"62 rebeldes cayeron como mártires, la mayoría de ellos jóvenes, mientras ocho están desaparecidos después de la emboscada que tuvo lugar en el oeste de Adra", informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ( OSDH).
Fuentes militares sirias indicaron que las víctimas eran miembros del Frente al-Nusra, grupo extremista vinculado con Al Qaeda, que intentaban infiltrarse en la ciudad de Ghuta Oriental y atacar un puesto militar.
"Todos los terroristas fueron muertos y sus armas capturadas", agregaron las fuentes sin precisar la cifra de fallecidos.
Adra, ubicada a 35 kilómetros al noreste de Damasco, es una de las principales entradas hacia Ghuta Oriental, una región agrícola donde se encuentran numerosos rebeldes.
La emboscada siria tuvo lugar un día después de que un carro bomba estalló en la periferia de Damasco, dejando al menos 18 muertos, incluidos tres niños, así como 56 heridos.
El atentado ocurrió en la plaza Siuf del barrio de Jaramana, uno de los principales blancos de los mercenarios en Siria, ya que es de mayoría cristiana y la población ha manifestado su respaldo al presidente Bashir Al Assad.
Hasta ahora, ningún grupo ha reivindicado el atentado que se produjo justo antes del iftar, cena que marca el fin del ayuno diario del mes del Ramadán, sin embargo las autoridades sirias han denunciado que los principales sospechosos son militantes del grupo al-Nusra.
Rusia condenó este miércoles ese atentado y llamó a "todos los países y las partes que tengan influencia sobre los extremistas en Siria a exigir a éstos el inmediato cese de ataques y de la violencia armada".
"Condenamos el nuevo ataque de los terroristas. A la hora de retroceder ante el ejército, los extremistas tratan de desquitarse con la población indefensa en un intento de asustar a la gente, sembrar el caos y agudizar discrepancias confesionales", señaló la cancillería rusa.
"62 rebeldes cayeron como mártires, la mayoría de ellos jóvenes, mientras ocho están desaparecidos después de la emboscada que tuvo lugar en el oeste de Adra", informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ( OSDH).
Fuentes militares sirias indicaron que las víctimas eran miembros del Frente al-Nusra, grupo extremista vinculado con Al Qaeda, que intentaban infiltrarse en la ciudad de Ghuta Oriental y atacar un puesto militar.
"Todos los terroristas fueron muertos y sus armas capturadas", agregaron las fuentes sin precisar la cifra de fallecidos.
Adra, ubicada a 35 kilómetros al noreste de Damasco, es una de las principales entradas hacia Ghuta Oriental, una región agrícola donde se encuentran numerosos rebeldes.
La emboscada siria tuvo lugar un día después de que un carro bomba estalló en la periferia de Damasco, dejando al menos 18 muertos, incluidos tres niños, así como 56 heridos.
El atentado ocurrió en la plaza Siuf del barrio de Jaramana, uno de los principales blancos de los mercenarios en Siria, ya que es de mayoría cristiana y la población ha manifestado su respaldo al presidente Bashir Al Assad.
Hasta ahora, ningún grupo ha reivindicado el atentado que se produjo justo antes del iftar, cena que marca el fin del ayuno diario del mes del Ramadán, sin embargo las autoridades sirias han denunciado que los principales sospechosos son militantes del grupo al-Nusra.
Rusia condenó este miércoles ese atentado y llamó a "todos los países y las partes que tengan influencia sobre los extremistas en Siria a exigir a éstos el inmediato cese de ataques y de la violencia armada".
"Condenamos el nuevo ataque de los terroristas. A la hora de retroceder ante el ejército, los extremistas tratan de desquitarse con la población indefensa en un intento de asustar a la gente, sembrar el caos y agudizar discrepancias confesionales", señaló la cancillería rusa.
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