Internacional
Mueren 41 personas en secuestro de planta de gas
El Ejército francés equivoca la estrategia para rescatar a una treintena de rehenes; la situación todavía es incierta
ARGEL, ARGELIA (18/ENE/2013).- El último balance, proporcionado por fuentes militares argelinas, es de 30 rehenes muertos, de los cuales al menos siete son extranjeros. Las mismas fuentes señalan que hay dos japoneses, dos británicos y un francés entre los secuestrados fallecidos en el lugar.
El ministro argelino de Comunicación, Mohamed Said, informó que los extremistas, de distintas nacionalidades, procedían de Libia y que por lo menos 11 de ellos, entre los que se encontraba el líder de la célula, Abu al Baraa, han sido abatidos.
La intervención militar se ha prolongado durante todo el día (en dos fases diferentes), pero no ha logrado liberar completamente la planta de gas, en contra de lo que dijeron las autoridades locales tras la segunda incursión de tropas argelinas.
Las instalaciones siguen rodeadas ya que sólo una parte de las mismas se encuentran bajo control de los militares, han señalado fuentes oficiales a la agencia estatal APS.
De acuerdo con esas informaciones, los islamitas se habrían hecho fuertes en la parte en la zona residencial cercana al complejo, donde mantendrían un número indeterminado de rehenes.
La operación ha provocado que países implicados, como Reino Unido o Noruega, hayan criticado la falta de información por parte de Argel.
El primer ministro británico, David Cameron, ha calificado de la intervención de “peligrosa” e “incierta”.
“Los argelinos son conscientes de que hubiéramos preferido ser avisados con antelación”.
El presidente francés, François Hollande, ha declarado que la crisis se estaba desarrollando en “condiciones terribles, dramáticas”, y ha recalcado que este suceso “justifica más la decisión de ir en ayuda de Mali”.
Japón ha exigido el fin de la operación y Noruega ha expresado su malestar, aunque el primer ministro ha declarado que aún era “pronto” para evaluar la operación.
La Casa Blanca ha afirmado estar pendiente de que se aclararan los hechos en la planta de gas.
Las informaciones han sido confusas durante la jornada. El grupo afín a Al Qaeda dio a media a la agencia mauritana Ani que mantenían siete occidentales cautivos: tres belgas, dos estadounidenses, un británico y un japonés.
La planta es operada conjuntamente por la argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil.
BP ha ordenado a todo su personal “no esencial” en Argelia que salga del país.
Con información de El País
GUÍA
El laberinto
¿Cómo empezó todo?
Miércoles 16 de enero, 5 de la madrugada. Un comando ataca un autobús que transporta a los empleados de una gasera argelina hasta el aeropuerto de Amenas. La escolta repele el asalto, pero mueren al menos un británico y un argelino y otras seis personas resultan heridos. Los terroristas huyen después hacia viviendas vecinas.
¿Quiénes son los rehenes?
Unos 40 empleados extranjeros y unos 150 trabajadores argelinos. Tras tomar las instalaciones, los captores separan a los empleados en dos grupos: argelinos y extranjeros. Al menos 30 rehenes huyeron.
¿Qué reclaman los secuestradores?
Los terroristas obedecen a Mojtar Belmojtar, responsable de la rama magrebí de Al Qaeda (AQMI). Los secuestradores piden “el fin de la agresión” a Malí.
¿Por qué había tantos extranjeros?
La gasera es explotada por la argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil. Una compañía japonesa de ingeniería, JGC Corp, y la empresa francesa de restauración, hostelería y logística CIS Catering también trabajaban en las instalaciones.
En espera. El director ejecutivo de la planta de gas Statoil, Helge Lund (centro), está atento a las cifras oficiales del ataque.
El ministro argelino de Comunicación, Mohamed Said, informó que los extremistas, de distintas nacionalidades, procedían de Libia y que por lo menos 11 de ellos, entre los que se encontraba el líder de la célula, Abu al Baraa, han sido abatidos.
La intervención militar se ha prolongado durante todo el día (en dos fases diferentes), pero no ha logrado liberar completamente la planta de gas, en contra de lo que dijeron las autoridades locales tras la segunda incursión de tropas argelinas.
Las instalaciones siguen rodeadas ya que sólo una parte de las mismas se encuentran bajo control de los militares, han señalado fuentes oficiales a la agencia estatal APS.
De acuerdo con esas informaciones, los islamitas se habrían hecho fuertes en la parte en la zona residencial cercana al complejo, donde mantendrían un número indeterminado de rehenes.
La operación ha provocado que países implicados, como Reino Unido o Noruega, hayan criticado la falta de información por parte de Argel.
El primer ministro británico, David Cameron, ha calificado de la intervención de “peligrosa” e “incierta”.
“Los argelinos son conscientes de que hubiéramos preferido ser avisados con antelación”.
El presidente francés, François Hollande, ha declarado que la crisis se estaba desarrollando en “condiciones terribles, dramáticas”, y ha recalcado que este suceso “justifica más la decisión de ir en ayuda de Mali”.
Japón ha exigido el fin de la operación y Noruega ha expresado su malestar, aunque el primer ministro ha declarado que aún era “pronto” para evaluar la operación.
La Casa Blanca ha afirmado estar pendiente de que se aclararan los hechos en la planta de gas.
Las informaciones han sido confusas durante la jornada. El grupo afín a Al Qaeda dio a media a la agencia mauritana Ani que mantenían siete occidentales cautivos: tres belgas, dos estadounidenses, un británico y un japonés.
La planta es operada conjuntamente por la argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil.
BP ha ordenado a todo su personal “no esencial” en Argelia que salga del país.
Con información de El País
GUÍA
El laberinto
¿Cómo empezó todo?
Miércoles 16 de enero, 5 de la madrugada. Un comando ataca un autobús que transporta a los empleados de una gasera argelina hasta el aeropuerto de Amenas. La escolta repele el asalto, pero mueren al menos un británico y un argelino y otras seis personas resultan heridos. Los terroristas huyen después hacia viviendas vecinas.
¿Quiénes son los rehenes?
Unos 40 empleados extranjeros y unos 150 trabajadores argelinos. Tras tomar las instalaciones, los captores separan a los empleados en dos grupos: argelinos y extranjeros. Al menos 30 rehenes huyeron.
¿Qué reclaman los secuestradores?
Los terroristas obedecen a Mojtar Belmojtar, responsable de la rama magrebí de Al Qaeda (AQMI). Los secuestradores piden “el fin de la agresión” a Malí.
¿Por qué había tantos extranjeros?
La gasera es explotada por la argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil. Una compañía japonesa de ingeniería, JGC Corp, y la empresa francesa de restauración, hostelería y logística CIS Catering también trabajaban en las instalaciones.
En espera. El director ejecutivo de la planta de gas Statoil, Helge Lund (centro), está atento a las cifras oficiales del ataque.
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