Internacional

Médicos sin Fronteras denuncia ataques a sus colaboradores

La organización da apoyo a alrededor de 70 establecimientos médicos alrededor de Damasco y el noroeste de Siria, en donde atendió a más de 150 mil heridos de guerra

GINEBRA, SUIZA (18/FEB/2016).- Casi un centenar de colaboradores de Médicos Sin Fronteras (MSF) han resultado muertos o heridos desde inicios de 2015 en Siria, donde hace tres días uno de los hospitales que apoyaba en Maarat al Nuaman (provincia de Idleb) fue bombardeado, afirmó hoy la organización.

MSF señaló que en 70 establecimientos médicos que apoya alrededor de Damasco y el noroeste de Siria se registraron siete mil 09 muertos y 154 mil 647 heridos de guerra solamente el año pasado.

Sin embargo, esta es una fracción del coste humano de la guerra civil, ya que la mayoría de muertos no llega a los hospitales.

"Entre el 30 y 40 % de esas víctimas fueron mujeres y niños, pero esto sólo da una idea de la situación porque creemos que las cifras son mucho más elevadas y que la realidad es mucho peor", dijo en una rueda de prensa la presidenta internacional de MSF, Joanne Liu.

La responsable de MSF denunció los ataques perpetrados el pasado lunes contra cuatro hospitales, de los cuales uno era apoyado por esta organización y donde miles de personas eran tratadas cada mes.

"La cínica destrucción de hospitales y el asesinato de personal sanitario priva a comunidades enteras de atención médica vital", lamentó.

Liu precisó que en 2015 se registraron 82 ataques contra los hospitales o centros médicos que respalda en los alrededores de Damasco y el noroeste de Siria, muchos de los cuales fueron tomados como un blanco militar varias veces.

En el último ataque contra uno de los hospitales que recibe su ayuda, en la localidad de Maarat al Nuaman (provincia de Idleb), murieron nueve sanitarios, 16 pacientes y hubo diez heridos, en un ataque que la organización cree que fue perpetrado por "la coalición liderada por el Gobierno sirio" y en la que Rusia es una parte esencial.

"Es posible que Rusia esté involucrada, pero no estamos seguros", dijo por su parte Isabelle Defourny, directora de operaciones de MSF.

En este ataque se reprodujo una táctica llamada del "doble golpe", con la que se busca el máximo número de víctimas bombardeando un objetivo y repitiendo la acción una vez que los equipos de rescate han llegado al lugar.

La organización precisó que el lunes cuatro misiles cayeron sobre el hospital de Maarat al Nuaman con dos minutos de intervalo, y cuarenta minutos después, cuando se intentaba rescatar a los supervivientes, hubo una nueva ronda de bombardeos, que no terminaron allí.

"Un hospital cercano al que se había llevado a los heridos fue bombardeado una hora después", relató Liu.

La organización confirmó también que no había comunicado las coordenadas de su hospital en Maarat al Nuaman al Gobierno de Damasco porque se estimó que esta información probablemente no ofrecía una protección, sino que les convertía en un blanco potencial.

Tal decisión -de no comunicar las coordenadas- fue tomada tras "intensas discusiones" entre los responsables de MSF y los directores de los hospitales involucrados.

Varios hospitales sobre los cuales MSF había comunicado las coordenadas han sido bombardeados, y no sólo en Siria, sino recientemente también en Afganistán.

La organización trabaja en Siria particularmente en zonas controladas por grupos opositores y sin permiso formal del Gobierno de Damasco.

A este respecto, Defourny aclaró que "pedimos muchas veces permiso para trabajar en los lugares donde más se nos necesita, pero la respuesta siempre ha sido negativa".

Explicó que la política del Gobierno sirio es "criminalizar la ayuda humanitaria", particularmente si esta se produce en zonas rebeldes.
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