Internacional
McCain y Obama llevan las elecciones de Estados Unidos al extranjero
Los ocho años del mandato del presidente Bush se recordarán principalmente por sus acciones en el extranjero.
John McCain, ha llevado la campaña electoral estadounidense a Colombia y México, y su rival demócrata,
Barack Obama, hará lo mismo con su propio viaje al extranjero, salidas con las que quieren marcar diferencias en política exterior.
Que un candidato a la presidencia de Estados Unidos salga del país a menos de cuatro meses de las elecciones es algo muy inusual, pero recalca la importancia de la política exterior en la actual campaña.
Los ocho años del mandato del presidente George W. Bush se recordarán principalmente por sus acciones en el extranjero y tanto McCain como Obama quieren definir su propio camino en esta área.
El candidato demócrata lo dejó claro hoy en un discurso en Fargo (Dakota del Norte), en el que dijo que el país debe colocar de nuevo la diplomacia en el centro de su estrategia de seguridad y mostrar que está dispuesto a negociar directamente con Irán, del mismo modo que ha hecho con Corea del Norte.
"Ese tipo de diplomacia enérgica es un complemento de nuestro poder militar y es la forma de evitar que nuestros jóvenes sean colocados en situaciones donde tal vez no tengan que estar", dijo.
McCain, por su parte, celebró hoy la festividad del 4 de julio en su rancho en Arizona y no asistió a actos públicos.
Ayer culminó su visita a los dos aliados más estrechos de Estados Unidos en América Latina, Colombia y México, donde recalcó su apoyo al libre comercio, una postura con la que quiere distinguirse de Obama.
Es una posición arriesgada, según algunos expertos, por la ambigüedad o incluso abierta hostilidad al libre comercio entre muchos estadounidenses, especialmente en estados industriales como Pensilvania, Michigan y Ohio, que serán muy importantes en los comicios de noviembre.
Sin embargo, la comunidad empresarial de Estados Unidos abraza el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vigente con México y Canadá, así como el firmado con Colombia, que está pendiente de ratificación en el Congreso.
En cambio, Obama ha dicho que renegociará el TLCAN si es elegido presidente y que se opone a al pacto con Colombia, por la violencia que sufren los sindicalistas en el país andino.
En México, McCain también defendió la construcción de muros y barreras virtuales con tecnología de detección de movimientos en la frontera con Estados Unidos, como un paso previo a la reforma migratoria en su país.
Como senador, McCain ha sido uno de los grandes adalides para regularizar a los 12 millones de inmigrantes indocumentados que residen en Estados Unidos, pero ante la presión de la base republicana ahora dice que antes que eso su país debe garantizar la seguridad en la frontera.
Pretende que su posición moderada, en comparación con muchos de sus correligionarios, se traduzca en votos de la comunidad latina, de la que ha recibido gran apoyo en el pasado.
Por ahora, sus esperanzas no han dado fruto. Una encuesta del Centro Hispano Pew reveló esta semana que sólo un 29 por ciento le apoya, frente al 59 por ciento que respalda a Obama.
Según los expertos, McCain se resiente por pertenecer a un partido que muchos hispanos asocian con la línea dura contra la inmigración.
Así como lo hizo McCain, Obama saldrá de Estados Unidos en las próximas semanas, aunque por razones diferentes.
La campaña de McCain considera la falta de experiencia en política exterior del senador de Illinois como uno de sus puntos débiles y le golpea ahí siempre que puede.
Obama intentará mostrar con una visita a Europa su disposición a colaborar con otras naciones, en contraste con el frecuente unilateralismo del Gobierno Bush.
Previsiblemente se beneficiará de un recibimiento muy cálido en el viejo continente, en muchas de cuyas capitales hay cansancio tras ocho años de relaciones a menudo tensas con la administración actual.
Obama hará también una visita importante a Israel, en la que aspira a enterrar los rumores sobre su supuesta falta de apoyo a ese país y sus lazos con Louis Farrakhan, un líder negro que ha sido acusado de anti-semitismo.
El candidato demócrata también visitará Afganistán e Irak, lugares donde ha estado McCain en numerosas ocasiones pero que él no ha pisado. EFE
Washington.- El candidato presidencial republicano,
Que un candidato a la presidencia de Estados Unidos salga del país a menos de cuatro meses de las elecciones es algo muy inusual, pero recalca la importancia de la política exterior en la actual campaña.
Los ocho años del mandato del presidente George W. Bush se recordarán principalmente por sus acciones en el extranjero y tanto McCain como Obama quieren definir su propio camino en esta área.
El candidato demócrata lo dejó claro hoy en un discurso en Fargo (Dakota del Norte), en el que dijo que el país debe colocar de nuevo la diplomacia en el centro de su estrategia de seguridad y mostrar que está dispuesto a negociar directamente con Irán, del mismo modo que ha hecho con Corea del Norte.
"Ese tipo de diplomacia enérgica es un complemento de nuestro poder militar y es la forma de evitar que nuestros jóvenes sean colocados en situaciones donde tal vez no tengan que estar", dijo.
McCain, por su parte, celebró hoy la festividad del 4 de julio en su rancho en Arizona y no asistió a actos públicos.
Ayer culminó su visita a los dos aliados más estrechos de Estados Unidos en América Latina, Colombia y México, donde recalcó su apoyo al libre comercio, una postura con la que quiere distinguirse de Obama.
Es una posición arriesgada, según algunos expertos, por la ambigüedad o incluso abierta hostilidad al libre comercio entre muchos estadounidenses, especialmente en estados industriales como Pensilvania, Michigan y Ohio, que serán muy importantes en los comicios de noviembre.
Sin embargo, la comunidad empresarial de Estados Unidos abraza el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vigente con México y Canadá, así como el firmado con Colombia, que está pendiente de ratificación en el Congreso.
En cambio, Obama ha dicho que renegociará el TLCAN si es elegido presidente y que se opone a al pacto con Colombia, por la violencia que sufren los sindicalistas en el país andino.
En México, McCain también defendió la construcción de muros y barreras virtuales con tecnología de detección de movimientos en la frontera con Estados Unidos, como un paso previo a la reforma migratoria en su país.
Como senador, McCain ha sido uno de los grandes adalides para regularizar a los 12 millones de inmigrantes indocumentados que residen en Estados Unidos, pero ante la presión de la base republicana ahora dice que antes que eso su país debe garantizar la seguridad en la frontera.
Pretende que su posición moderada, en comparación con muchos de sus correligionarios, se traduzca en votos de la comunidad latina, de la que ha recibido gran apoyo en el pasado.
Por ahora, sus esperanzas no han dado fruto. Una encuesta del Centro Hispano Pew reveló esta semana que sólo un 29 por ciento le apoya, frente al 59 por ciento que respalda a Obama.
Según los expertos, McCain se resiente por pertenecer a un partido que muchos hispanos asocian con la línea dura contra la inmigración.
Así como lo hizo McCain, Obama saldrá de Estados Unidos en las próximas semanas, aunque por razones diferentes.
La campaña de McCain considera la falta de experiencia en política exterior del senador de Illinois como uno de sus puntos débiles y le golpea ahí siempre que puede.
Obama intentará mostrar con una visita a Europa su disposición a colaborar con otras naciones, en contraste con el frecuente unilateralismo del Gobierno Bush.
Previsiblemente se beneficiará de un recibimiento muy cálido en el viejo continente, en muchas de cuyas capitales hay cansancio tras ocho años de relaciones a menudo tensas con la administración actual.
Obama hará también una visita importante a Israel, en la que aspira a enterrar los rumores sobre su supuesta falta de apoyo a ese país y sus lazos con Louis Farrakhan, un líder negro que ha sido acusado de anti-semitismo.
El candidato demócrata también visitará Afganistán e Irak, lugares donde ha estado McCain en numerosas ocasiones pero que él no ha pisado. EFE
Síguenos en