Internacional
Matanza en Filipinas suma 57 víctimas
Autoridades filipinas dijeron investigan a un poderoso clan aliado con el gobierno
MANGUINDANAO, FILIPINAS.- Las
autoridades filipinas, bajo intensa presión pública para arrestar a los culpables de la peor
matanza vinculada con las elecciones, dijeron el miércoles que investigaban a un miembro de un poderoso clan aliado con el gobierno además de cuatro comandantes policiales.
Las autoridades extrajeron el miércoles otros once cadáveres seis en un pozo junto a los restos retorcidos de tres vehículos y cinco en una tumba colectiva, lo que eleva la cifra de muertos en el ataque del lunes a una caravana electoral a 57, incluso 18 periodistas.
Los militares anunciaron además que desarmarán a dos milicias civiles armadas por el gobierno, de unos 200 hombres, en la provincia sureña de Maguindanao, gobernada por el poderoso clan Ampatuan. La milicia debía servir como fuerza auxiliar de militares y policías para combatir a rebeldes y delincuentes, pero suele servir como fuerza de seguridad privada de caudillos locales.
Todas las armas de fuego, municiones, equipo y uniformes de los milicianos deben ser devueltos a la Sexta División de Infantería del ejército, dijo el vocero de las fuerzas armadas, teniente coronel Romeo Brawner. Agregó que los militares también han revocado todos los permisos para portar armas en Maguindanao y Sultan Kudarat, las dos provincias ahora en estado de emergencia.
No se han identificado sospechosos en las matanzas, que han provocado indignación internacional. El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y grupos representantes de periodistas y defensores de los derechos humanos han exhortado a la presidenta Gloria Macapagal Arroyo a castigar enérgicamente a los culpables.
Arroyo prometió justicia y declaró un día de duelo nacional.
"Este es un acto extremo de inhumanidad que constituye un oprobio para nuestra nación'', dijo en una declaración. ``Los perpetradores no escaparán a la justicia. La ley los perseguirá hasta capturarlos''.
Las autoridades extrajeron el miércoles otros once cadáveres seis en un pozo junto a los restos retorcidos de tres vehículos y cinco en una tumba colectiva, lo que eleva la cifra de muertos en el ataque del lunes a una caravana electoral a 57, incluso 18 periodistas.
Los militares anunciaron además que desarmarán a dos milicias civiles armadas por el gobierno, de unos 200 hombres, en la provincia sureña de Maguindanao, gobernada por el poderoso clan Ampatuan. La milicia debía servir como fuerza auxiliar de militares y policías para combatir a rebeldes y delincuentes, pero suele servir como fuerza de seguridad privada de caudillos locales.
Todas las armas de fuego, municiones, equipo y uniformes de los milicianos deben ser devueltos a la Sexta División de Infantería del ejército, dijo el vocero de las fuerzas armadas, teniente coronel Romeo Brawner. Agregó que los militares también han revocado todos los permisos para portar armas en Maguindanao y Sultan Kudarat, las dos provincias ahora en estado de emergencia.
No se han identificado sospechosos en las matanzas, que han provocado indignación internacional. El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y grupos representantes de periodistas y defensores de los derechos humanos han exhortado a la presidenta Gloria Macapagal Arroyo a castigar enérgicamente a los culpables.
Arroyo prometió justicia y declaró un día de duelo nacional.
"Este es un acto extremo de inhumanidad que constituye un oprobio para nuestra nación'', dijo en una declaración. ``Los perpetradores no escaparán a la justicia. La ley los perseguirá hasta capturarlos''.
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