Internacional
Matan al director de lucha contra el narcotráfico de Honduras
Julián Arístides González, un símbolo nacional en el combate contra este flagelo, fue asesinado este martes por desconocidos
González, un general que se retiró del Ejército en los años 90, era desde hacía unos cinco años el jefe de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico del Ministerio Público y mantenía una dura batalla contra los traficantes, a pesar de la escasez de recursos.
A González "le dispararon desde una motocicleta en El Guanacaste", una calle transitada del noreste de Tegucigalpa, hacia las 07H00 locales (13H00 GMT), mientras conducía su vehículo, dijo a la AFP el portavoz policial Daniel Molina.
Un detective que inspeccionó la escena del crimen, antes del levantamiento del cadáver del general, relató que González conducía su vehículo sin escoltas y de repente aparecieron en una motocicleta dos personas que le dispararon varias veces y luego escaparon.
"Se han encontrado casquillos alrededor del vehículo" y el cuerpo quedó dentro del auto, dijo el oficial.
El crimen de González, en un país que tiene una de las mayores tasas de homicidios de América Latina, ocurrió mientras el régimen de facto y el presidente electo Porfirio Lobos intentan obtener reconocimiento internacional para superar el aislamiento que vive Honduras desde el golpe de Estado del 28 de junio.
Honduras, como el resto de América Central, es considerado un país de tránsito de la droga desde Sudamérica hacia Norteamérica.
"El cargo que ostentaba era delicado que implicaba riesgos", expresó el fiscal David Urtecho.
"Lamentablemente carecemos de las herramientas para enfrentar al crimen. Sólo (tenemos) el temor a Dios", agregó.
La unidad de González, dedicada a tareas de investigación y que actuaba en coordinación con la policía en operaciones antidrogas, enfrentaba mayor escasez de recursos luego de que Estados Unidos suspendiera toda su ayuda a Honduras tras el golpe de Estado que depuso al presidente Manuel Zelaya.
Hace unas semanas, González denunció que el narcotráfico se había incrementado en Honduras, al aumentar los casos de avionetas provenientes del exterior cargadas de droga que aterrizan en zonas rurales y que son quemadas por las bandas de traficantes luego de descargar su mercancía.
"Estuvimos ayer (lunes) en una conferencia sobre los últimos dos casos de (avionetas en los departamentos de) Olancho y Yoro y (él) hacía referencia que estaba dispuesto a enfrentar ese flagelo", declaró el portavoz policial Orlin Cerrato.
El creciente número de avionetas que aterrizan en Honduras significa un incremento de la presencia de narcos en un país que vive una escalada de violencia que incluye hasta crímenes colectivos en diferentes zonas.
El problema de la violencia se ha agravado porque, de acuerdo con diversas fuentes, la Policía y el Ejército han sido desviados por el régimen de facto a reprimir disturbios derivados de la crisis política, en desmedro del combate al crimen.
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