Matan a tres hombres en Burundi; uno de ellos del partido de poder
Burundi sufre una crisis desde que Nkurunziza anunció que se presentaría por tercera vez a las elecciones, en 2015
BUYUMBURA, BURUNDI (11/OCT/2016).- Tres personas, una de ellas un responsable del partido en el poder, han muerto tras ser atacados por hombres armados en el suroeste de Burundi, informaron responsables municipales.
Un cargo local del partido gobernante, el Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia (CNDD-FDD), y dos profesores han sido las víctimas del ataque registrado anoche en el distrito de Bugarama, en la provincia de Rumonge.
Individuos armados lanzaron granadas contra un bar popular en la localidad, donde se encontraban los fallecidos.
Mientras que el dirigente local del partido de Nkurunziza y uno de los profesores de primaria murieron en el acto, el segundo maestro sucumbió a sus heridas cuando era transportado al hospital de Rumonge.
"Otras dos personas han resultado heridas y han sido hospitalizadas en Rumonge", indicó a Efe el secretario del distrito, Oscar Ndikumwenayo.
El suceso se ha producido apenas un día antes de que el Gobierno haya decidido suspender "toda cooperación y colaboración, hasta nueva orden, con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR) en Burundi", informó hoy el portavoz del Gobierno, Philippe Nzobonariba, en un comunicado.
Horas antes, las autoridades también prohibían la entrada en el país a tres investigadores de Naciones Unidas, a los que declaró "personas non gratas", tras la publicación de un informe en el que denunciaron posibles crímenes contra la humanidad por parte de las autoridades.
"La decisión -de suspender a la OHCHR en Burundi- ha sido tomada debido a la complicidad de esta oficina en la elaboración del informe mentiroso y controvertido de los expertos de la supuesta investigación independiente de las Naciones Unidas en Burundi", añadió Nzobonariba.
Las autoridades de Burundi exigen ahora a la OHCDH que nombre a un nuevo equipo para negociar el nuevo mandato, duración y personal de su oficina en el país.
Hace unos días, el Gobierno burundés también acordó solicitar su salida de la Corte Penal Internacional (CPI), que investiga las violaciones cometidas durante la crisis política que Nkurunziza desencadenó al querer permanecer en el poder en contra de la Constitución.
Hasta la fecha, las autoridades han rechazado el despliegue de 228 policías aprobado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para ayudar a estabilizar el país tras meses de tensión política.
Burundi sufre una crisis desde que, el pasado abril de 2015, Nkurunziza anunció que se presentaría por tercera vez a las elecciones, algo que prohibía la Constitución y violaba los acuerdos que acabaron con una larga guerra civil en 2005.
La crisis política ha causado cientos de muertos en el último año y ha hecho que unas 400.000 personas hayan huido de sus hogares, según datos de la ONU.