Internacional
Más de 100 líderes mundiales despiden a Nelson Mandela
Mandatarios de diferentes naciones dirigen palabras para reconocer la labor de Mandela en favor de la igualdad en Sudáfrica
Nelson Mandela, una fiesta. Eso era lo que se esperaba ayer en el estadio Soccer City de Johannesburgo, pero la lluvia hizo que no se llenara y además abundaron los abucheos al presidente Jacob Zuma.
Pero ello no impidió que fuese un funeral más festivo que fúnebre. Un celebración de la vida del primer presidente democrático de Sudáfrica. Una celebración por el legado y ejemplo a la raza humana. No por ello “Madiba” muerto convocó a más de un centenar de jefes de Estado en su adiós.
Unas 55 mil personas asistieron al acto, pero se mostraron más festivas y bulliciosas en los alrededores del estadio y en los pasillos, a resguardo del frío, que en las gradas. La sensación de estar ante un momento único, como fue seguramente el entierro de Mahatma Gandhi en India, atrajo a gente de a pie, a miles de periodistas y a celebridades como Bill Gates, Charlize Theron, Oprah Winfrey, Bono y Naomi Campbell.
El día empezó mejor de lo que acabó. Cinco horas antes de la apertura de las puertas, a las seis de la mañana de un día fresco y lluvioso, cientos de personas se agolpaban ya en las puertas del estadio al grito de “que abran ya, que abran ya”.
Se perfilaba un gran día de fiesta. “Si el muerto fuera un niño el ambiente sería sombrío. Pero con Mandela, celebramos una vida plena”, explicó Jenny Pomeroy, una sudafricana blanca de 25 años ataviada con prendas de colores.
El discurso de Barack Obama, agradeciendo a Mandela una lucha que dijo, le benefició a él, encendió brevemente a la multitud, aunque la megafonía no era excelente.
El día pretendía ser una fiesta y pocos querían expresar dudas sobre qué harán los sudafricanos con el legado de Mandela, el hombre que guió a Sudáfrica desde el régimen racista del apartheid a una democracia plena, pero con mucho por mejorar.
JOHANNESBURGO, SUDÁFRICA (11/DIC/2013).- A cada vida, su despedida. Y para la de
Pero ello no impidió que fuese un funeral más festivo que fúnebre. Un celebración de la vida del primer presidente democrático de Sudáfrica. Una celebración por el legado y ejemplo a la raza humana. No por ello “Madiba” muerto convocó a más de un centenar de jefes de Estado en su adiós.
Unas 55 mil personas asistieron al acto, pero se mostraron más festivas y bulliciosas en los alrededores del estadio y en los pasillos, a resguardo del frío, que en las gradas. La sensación de estar ante un momento único, como fue seguramente el entierro de Mahatma Gandhi en India, atrajo a gente de a pie, a miles de periodistas y a celebridades como Bill Gates, Charlize Theron, Oprah Winfrey, Bono y Naomi Campbell.
El día empezó mejor de lo que acabó. Cinco horas antes de la apertura de las puertas, a las seis de la mañana de un día fresco y lluvioso, cientos de personas se agolpaban ya en las puertas del estadio al grito de “que abran ya, que abran ya”.
Se perfilaba un gran día de fiesta. “Si el muerto fuera un niño el ambiente sería sombrío. Pero con Mandela, celebramos una vida plena”, explicó Jenny Pomeroy, una sudafricana blanca de 25 años ataviada con prendas de colores.
El discurso de Barack Obama, agradeciendo a Mandela una lucha que dijo, le benefició a él, encendió brevemente a la multitud, aunque la megafonía no era excelente.
El día pretendía ser una fiesta y pocos querían expresar dudas sobre qué harán los sudafricanos con el legado de Mandela, el hombre que guió a Sudáfrica desde el régimen racista del apartheid a una democracia plena, pero con mucho por mejorar.
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