Internacional
Martinelli asume presidencia de Panamá retando a izquierda latinoamericana
''Como presidente, haré todo lo que esté a mi alcance para avanzar los ideales de una economía libre'', dijo
"Como Presidente, haré todo lo que esté a mi alcance para avanzar los ideales de una economía libre, desafiando el péndulo ideológico distinto que hay en Latinoamérica", dijo Martinelli en alusión a los gobiernos de izquierda que son mayoría en la región.
Martinelli, de 57 años, juró y recibió la banda presidencial de manos del presidente del Congreso, José Luis Varela, hermano del vicepresidente y nuevo canciller Juan Carlos Varela.
Este rico empresario de derecha se convirtió así en el quinto presidente panameño tras la invasión estadounidense de 1989 y sustituyó en el poder al socialdemócrata Martín Torrijos, quien culminó su mandato con un alto grado de aprobación ciudadana.
"En estos cinco años, nos toca demostrar como nuestro modelo económico y de gobierno puede ser un ejemplo para todos los que aspiran prosperidad y progreso", dijo Martinelli en primer discurso como presidente.
El vicepresidente "Varela y yo somos dos empresarios que hemos incursionado en la política para cambiar la manera de hacer las cosas. Vamos a tomar nuestras experiencias en el sector privado y ponerlas a trabajar donde nunca se han visto en el gobierno", agregó.
Prometió además "desburocratizar el Estado" y acabar con la corrupción.
"La costumbre de que los políticos ponen sus intereses personales sobre el del pueblo se terminó. El juego de tener un gobierno gordo y un pueblo flaco ha llegado a su fin. La era de los políticos que entran limpios y salen millonarios se acabó", declaró.
"En mi gobierno se puede meter la pata. Pero no se puede meter la mano", dijo Martinelli, haciendo suya una frase que han pronunciado antes otros gobernantes latinoamericanos.
Con Torrijos, Panamá emprendió la ampliación del Canal interoceánico, viga maestra de su economía, y tuvo una de las mayores tasas de crecimiento de América Latina (8% anual en promedio), redujo su pobreza de 36.7% a 28.6% y bajó su desempleo a 6%, según cifras oficiales.
Martinelli obtuvo 60% de los votos con un mensaje de "cambio", plagado de promesas de mejorar la calidad de vida de los panameños, pero la crisis económica, que ya se siente en el país, puede complicar sus planes, advierten analistas.
"Ningún candidato en los 100 años de historia del país ha realizado tantas promesas electorales y ha generado tantas expectativas", dijo el analista Arístides Hernández, presidente de la agencia Latin Consulting, a la AFP.
Martinelli ha prometido reformar los sistemas tributario, sanitario y educativo, erradicar la delincuencia y subir los sueldos de la policía.
También ha prometido otorgar una pensión de 100 dólares para los mayores de 70 años sin pensión e iniciar un ambicioso plan de inversiones que contempla la construcción de un metro en la capital panameña.
Pero Hernández estima que el gobierno de Martinelli necesitará al menos unos mil millones de dólares de ingresos adicionales a cuatro mil 400 millones de ingresos corrientes para cumplir las promesas, en un contexto donde este año el crecimiento económico ha estado por debajo de las previsiones.
A los actos de transmisión del mando asistieron Zelaya, varios presidentes latinoamericanos y el de Taiwán, además del príncipe heredero español, en momentos en que América Latina está conmocionada por el golpe de Estado en Honduras.
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