Internacional

Martinelli asume presidencia de Panamá retando a izquierda latinoamericana

''Como presidente, haré todo lo que esté a mi alcance para avanzar los ideales de una economía libre'', dijo

PANAMÁ.- El empresario Ricardo Martinelli asumió este  miércoles como presidente de Panamá prometiendo mover el "péndulo ideológico"  en América Latina desde la izquierda a la derecha, en una ceremonia a la que  asistieron varios presidentes, entre ellos el depuesto mandatario hondureño  Manuel Zelaya.

"Como Presidente, haré todo lo que esté a mi alcance para avanzar los  ideales de una economía libre, desafiando el péndulo ideológico distinto que  hay en Latinoamérica", dijo Martinelli en alusión a los gobiernos de izquierda  que son mayoría en la región.

Martinelli, de 57 años, juró y recibió la banda presidencial de manos del  presidente del Congreso, José Luis Varela, hermano del vicepresidente y nuevo  canciller Juan Carlos Varela.

Este rico empresario de derecha se convirtió así en el quinto presidente  panameño tras la invasión estadounidense de 1989 y sustituyó en el poder al  socialdemócrata Martín Torrijos, quien culminó su mandato con un alto grado de  aprobación ciudadana.

"En estos cinco años, nos toca demostrar como nuestro modelo económico y de  gobierno puede ser un ejemplo para todos los que aspiran prosperidad y  progreso", dijo Martinelli en primer discurso como presidente.

El vicepresidente "Varela y yo somos dos empresarios que hemos incursionado  en la política para cambiar la manera de hacer las cosas. Vamos a tomar  nuestras experiencias en el sector privado y ponerlas a trabajar donde nunca se  han visto en el gobierno", agregó.

Prometió además "desburocratizar el Estado" y acabar con la corrupción.

"La costumbre de que los políticos ponen sus intereses personales sobre el  del pueblo se terminó. El juego de tener un gobierno gordo y un pueblo flaco ha  llegado a su fin. La era de los políticos que entran limpios y salen  millonarios se acabó", declaró.

"En mi gobierno se puede meter la pata. Pero no se puede meter la mano",  dijo Martinelli, haciendo suya una frase que han pronunciado antes otros  gobernantes latinoamericanos.

Con Torrijos, Panamá emprendió la ampliación del Canal interoceánico, viga  maestra de su economía, y tuvo una de las mayores tasas de crecimiento de  América Latina (8% anual en promedio), redujo su pobreza de 36.7% a 28.6% y  bajó su desempleo a 6%, según cifras oficiales.

Martinelli obtuvo 60% de los votos con un mensaje de "cambio", plagado de  promesas de mejorar la calidad de vida de los panameños, pero la crisis  económica, que ya se siente en el país, puede complicar sus planes, advierten  analistas.

"Ningún candidato en los 100 años de historia del país ha realizado tantas  promesas electorales y ha generado tantas expectativas", dijo el analista  Arístides Hernández, presidente de la agencia Latin Consulting, a la AFP.

Martinelli ha prometido reformar los sistemas tributario, sanitario y  educativo, erradicar la delincuencia y subir los sueldos de la policía.

También ha prometido otorgar una pensión de 100 dólares para los mayores de  70 años sin pensión e iniciar un ambicioso plan de inversiones que contempla la  construcción de un metro en la capital panameña.

Pero Hernández estima que el gobierno de Martinelli necesitará al menos  unos mil millones de dólares de ingresos adicionales a cuatro mil 400 millones de  ingresos corrientes para cumplir las promesas, en un contexto donde este año el  crecimiento económico ha estado por debajo de las previsiones.

A los actos de transmisión del mando asistieron Zelaya, varios presidentes  latinoamericanos y el de Taiwán, además del príncipe heredero español, en  momentos en que América Latina está conmocionada por el golpe de Estado en  Honduras.
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