Internacional
Marea roja arropa la capilla ardiente del comandante
Tras seis horas de recorrido, decenas de miles de seguidores acompañaron al mandatario hasta la Academia Militar donde estará hasta mañana
“Está ahí, pero mi comandante es inmortal”, dijo Saúl Mantano, un vendedor de 49 años ataviado con una gorra de Chávez y una bandera venezolana, uno de los primeros seguidores en ingresar y ver el ataúd en el Salón de Honor del Libertador Simón Bolívar.
“No lo quería ver muerto, pero es una realidad”.
“Vi hermoso su rostro. Lo recordaremos como él era, como él vivió”, dijo por su parte Yelitze Santaella, gobernadora del Estado Monagas.
El féretro, abierto y sobre el que se colocó la bandera venezolana, fue arropado previamente por sucesivas guardias de honor que iniciaron los mandatarios de Argentina, Cristina Kirchner; Bolivia, Evo Morales; y Uruguay, José Mujica.
Una prolongada ovación arrancó la guardia de sus cuatro hijos, Rosa Virginia, María Gabriela, Hugo y Rosinés, así como la que formaron los hermanos del mandatario y su madre Elena Frías, deshecha en lágrimas.
El presidente encargado, Nicolás Maduro, y el líder del Legislativo, Diosdado Cabello, también observaron un momento de silencio ante el féretro, al igual que el alto mando militar.
Centenares de funcionarios y miembros del oficialismo desfilaron ante la capilla ardiente, que estará abierta 24 horas hasta mañana, antes de que fuera accesible al público a las 21:30 horas.
La televisión oficial mostró imágenes del féretro descubierto, sin difundir directamente en pantalla el rostro del mandatario.
La Academia Militar fue elegida para las exequias porque Chávez la consideraba su segundo hogar y cuna de su vocación política, que en 1992 le llevó a una fracasada intentona golpista y siete años después a la presidencia de Venezuela.
EL CABALLO
El símbolo
Un caballo blanco sin jinete, símbolo de la ausencia del presidente, tomó parte de la caravana, al igual que un militar uniformado de gala.
LOS HOMBRES CLAVE SIN CHÁVEZ
Nicolás Maduro, presidente interino
Maduro, de 50 años, debe asumir la presidencia interina y convocar a nuevas elecciones, que según la Constitución deben celebrarse en los 30 días posteriores a la falta absoluta del presidente. En la fase final de la enfermedad, Maduro asumió las riendas del Gobierno después de que Chávez lo nombrara su heredero político y pidiera que votaran por él en elecciones anticipadas.
Diosdado Cabello, Asamblea Nacional
Cabello, de 49 años, un ex militar que participó junto a Hugo Chávez en el fallido golpe de Estado en 1992, es la figura de más peso del chavismo después del fallecido presidente y de Nicolás Maduro. Gobernó el Estado Miranda y fue derrotado en las elecciones de 2008 por el opositor Henrique Capriles Radonski. En el golpe de Estado que sacó a Chávez del poder durante 47 horas en 2002, asumió brevemente la presidencia.
Elías Jaua, ministro de Exteriores
De 43 años, sociólogo por la Universidad Central de Venezuela, tiene una dilatada carrera política en la izquierda venezolana, desde sus años de militancia estudiantil. Forma parte del grupo que entró en contacto con Chávez después de que éste fuera liberado, tras pasar dos años encarcelado por el fallido golpe de Estado de 1992.
Fue vicepresidente hasta pocos días después de que Chávez fuera reelecto el 7 octubre, y antes había sido ministro de Agricultura. Candidato por el oficialista (PSUV) el 16 de diciembre para gobernador del Estado de Miranda, pero fue derrotado por el opositor Henrique Capriles.
Rafael Ramírez, ministro de Petróleo
Ingeniero de 50 años y en el gabinete de Chávez desde 2002, aplicó la reforma petrolera tras la cual la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que preside formó asociaciones bajo su control con empresas multinacionales y extranjeras, y montó el financiamiento de las populares misiones sociales con los ingresos petroleros.
> ANÁLISIS
Chávez: ¿Santo o demonio?
Mtro. Orestes E. Díaz Rodríguez, UDG
Siempre resultará difícil hablar de Hugo Chávez sin que se disparen las emociones y las opiniones encontradas.
Para unos es el hombre de amplia vocación social que rescató de las sombras a millones de compatriotas dándole la posibilidad de una vida digna a través de mejoras en la alimentación, la educación, la salud y la vivienda.
El hombre además capaz de conectarse con grandes auditorios en cualquier parte, que elevó a discurso de Estado una retórica hasta ese momento recluida en el lenguaje cinematográfico y las salas de cines bajo la denominación de cantinflesca, caracterizada por la verborrea, el disparate y la ignorancia, pero también por la espontaneidad, la reivindicación y la picardía.
El hombre capaz de comandar un movimiento regional que desafía frontalmente el liderazgo de Washington, sin que ello perturbe las buenas relaciones económicas con el gigante norteño.
Para otros es sencillamente el individuo que más ha contribuido a la polarización de su nación inoculando el odio y la división con discursos y decisiones procaces, irresponsables e incendiarios. El hombre que llegó con el propósito de rediseñar la división de poderes para terminar concentrándolos todos en sus manos. El responsable de que se dilapidara en fines injustificados y metas cuestionables el mayor auge económico que ha vivido el país. El individuo que resucitó el sueño del “Libertador” Simón Bolívar para terminar poniendo de rodillas a Venezuela ante los designios de la gerontocracia de una isla caribeña.
Quién fue realmente Hugo Chávez, ¿santo o demonio? ¿Virtuoso o pecador?
Nunca vamos a reconocer a Hugo Chávez si decidimos abrazar una de las dos visiones. El comandante era todo eso y mucho más. Era ante todo mezcla, mixtura, mestizaje. Héroe y bandido al mismo tiempo. Cuando nos daba una cara era sencillamente para ocultar las otras. Tenía múltiples máscaras: fanfarrón, seductor, humilde, arrogante, demócrata, autoritario, pero era ante todo un producto genuino de la historia venezolana y continental.
Era un enorme espejo en el que si nos fijamos sin prejuicios podemos reconocer muchos rasgos que de ninguna manera no son ajenos.
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