Internacional
Manuel Zelaya planea regresar a Honduras en 2011
Zelaya sostuvo que el golpe de Estado que lo depuso en junio de 2009 prolongó la crisis política de 2010 y resultó 'peor que varios fenómenos naturales'
En un mensaje de fin de año distribuido por medios electrónicos, Zelaya sostuvo que el golpe de Estado que lo depuso en junio de 2009 prolongó la crisis política durante 2010 y resultó "peor que varios fenómenos naturales y, como siempre, las víctimas siguen siendo las mismas: los pobres".
Zelaya (2006-2009) afirmó que "a nadie le quepa la menor duda que el 2011 será el fin de la persecución política, de mi retorno y la consolidación de nuestro proyecto de refundar a Honduras junto al Frente Nacional de Resistencia Popular y todas las fuerzas que lo integran".
El Frente Nacional está conformado por organizaciones de maestros, obreras, populares y estudiantiles.
Zelaya advirtió además que "esta Honduras que heredaremos a nuestros descendientes, hoy sabe defender sus derechos y nunca más bajará la cabeza ante nadie".
En el pasado, Zelaya había dicho que regresaría al país sólo cuando el presidente Porfirio Lobo anule los juicios por corrupción en los que está acusado.
Para el ex presidente de facto Roberto Micheletti, que tomó el poder tras el golpe de estado, "es un error si a Zelaya no se le aplica la ley... y si la justicia no actúa en su caso, entonces habrá que abrir las cárceles y liberar a todos los presos".
Subrayó que "Honduras está sujeta a presiones internacionales para facilitar el regreso de Zelaya... y eso lo hacen los países del Alba (Alternativa Bolivariana para América Latina, que impulsa Venezuela y apoyan Ecuador, Bolivia y Argentina) y no podemos permitir presiones ni de Estados Unidos para hacer cosas ilegales".
En agosto de 2008 Zelaya adhirió a Honduras a la Alba, lo que detonó que las cúpulas económica y política del país se aliaran con los militares para derrocarlo.
Micheletti dijo a la radio HRN que Zelaya fue defenestrado porque "abusó de su autoridad para quedarse en el poder y no respetó la democracia" y que el golpe "fue necesario para rescatar en ese momento a Honduras del comunismo del Siglo XXI".
Tras una investigación del Tribunal de Cuentas, la fiscalía acusó a Zelaya de siete delitos, cinco de carácter político y dos por fraude y falsificación de documentos públicos para supuestamente retirar del Banco Central unos tres millones de dólares en efectivo.
Unos 12 funcionarios de Zelaya también fueron encausados por esos delitos, y en su mayoría han sido sobreseídos.
Los defensores de Zelaya han pedido a los tribunales eliminar los cargos en su contra bajo el argumento que éste fue expulsado a Costa Rica por los militares, que violaron su derecho a un debido proceso.
Zelaya viajó a Santo Domingo en enero con un salvoconducto de Lobo, que ese día asumió la presidencia para una gestión de cuatro años. Permaneció más de cuatro meses en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, después de ser derrocado.
Desde el golpe Honduras permanece marginada de la Organización de los Estados Americanos y algunos países rompieron lazos diplomáticos, aunque otros que los habían suspendido ya los restablecieron.
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