Internacional
Mantiene Zelaya ultimátum con apoyo internacional para su restitución
Si los golpistas se niegan a dejar el poder y restablecer el orden institucional, entonces la mediación del presidente de Costa Rica para resolver la crisis política en Honduras, habrá fracasado
GUATEMALA.- El derrocado presidente hondureño Manuel Zelaya afirmó hoy aquí que la presión internacional será fundamental para que el gobierno de facto de Roberto Micheletti atienda el ultimátum y lo restituya en sus funciones presidenciales.
Zelaya reiteró en rueda de prensa que si 'los golpistas' se niegan a dejar el poder y restablecer el orden institucional, entonces la mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para resolver la crisis política en Honduras, habrá fracasado.
El destituido mandatario, quien llegó este medio día a Guatemala en un avión venezolano, se declaró convencido de que retornará a Honduras para retomar la presidencia y culminar su periodo el 27 de enero de 2010.
Dijo que los 'terroristas' que tomaron el poder en Honduras se muestran intolerantes, intransigentes y reprimen a los seguidores del derrocado gobierno, a quienes censuran y les han cerrado los espacios para manifestarse.
Aseguró que 'el pueblo está sublevado en todo el país y las calles tomadas por los manifestantes' que se oponen a los golpistas, y justificó el derecho a la insurrección y a la resistencia de los hondureños ante el gobierno de facto del diputado Micheletti.
El depuesto gobernante y el presidente de Guatemala, Alvaro Colom, ofrecieron una conferencia conjunta en el Salón de los Espejos de la Casa Presidencial en la que repudiaron el golpe de Estado y llamaron a fortalecer el sistema democrático en la región.
Zelaya señaló que cuenta con el apoyo de 192 países, mientras que 'los golpistas' desconocen las resoluciones de Naciones Unidas, de la Organización de Estados Americanos, del Grupo de Río y del Sistema de Integración Centroamericana por la restauración democrática.
Destacó que el tiempo corre en contra del gobierno de facto, pues cada vez se queda más aislado y pierde apoyo diplomático, cooperación internacional y créditos para el desarrollo, lo cual al final 'asfixiará al pueblo hondureño' y perjudicará a los más pobres.
'Nosotros tenemos todo el tiempo' para reclamar y reasumir el mando presidencial, pero 'no el pueblo hondureño, que está siendo asfixiado y reprimido por los militares', enfatizó.
El presidente Zelaya fue capturado la madrugada del domingo 28 de junio en su casa de Tegucigalpa por militares, quienes lo subieron por la fuerza a un avión y lo expulsaron del país, al exilio en Costa Rica.
Narró que 'el general que dio el golpe, Romeo Vásquez Velásquez', le confesó que sus opositores habían pedido a los militares que lo ejecutaran y que le salvó la vida al enviarlo al exilio.
'El grupo que está en contra suya, quería que usted fuera eliminado en el momento de la captura, y yo me opuse a eso. Sacarlo de Costa Rica fue para salvarle la vida', habría dicho el militar a Zelaya.
El derrocado presidente, quien conversó con el presidente Colom y el vicepresidente Rafael Espada, declinó informar por motivos de seguridad el tiempo que permanecerá en Guatemala, aunque se estima que pasará la noche en el país y mañana partirá temprano con destino a Nicaragua.
Zelaya reiteró en rueda de prensa que si 'los golpistas' se niegan a dejar el poder y restablecer el orden institucional, entonces la mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para resolver la crisis política en Honduras, habrá fracasado.
El destituido mandatario, quien llegó este medio día a Guatemala en un avión venezolano, se declaró convencido de que retornará a Honduras para retomar la presidencia y culminar su periodo el 27 de enero de 2010.
Dijo que los 'terroristas' que tomaron el poder en Honduras se muestran intolerantes, intransigentes y reprimen a los seguidores del derrocado gobierno, a quienes censuran y les han cerrado los espacios para manifestarse.
Aseguró que 'el pueblo está sublevado en todo el país y las calles tomadas por los manifestantes' que se oponen a los golpistas, y justificó el derecho a la insurrección y a la resistencia de los hondureños ante el gobierno de facto del diputado Micheletti.
El depuesto gobernante y el presidente de Guatemala, Alvaro Colom, ofrecieron una conferencia conjunta en el Salón de los Espejos de la Casa Presidencial en la que repudiaron el golpe de Estado y llamaron a fortalecer el sistema democrático en la región.
Zelaya señaló que cuenta con el apoyo de 192 países, mientras que 'los golpistas' desconocen las resoluciones de Naciones Unidas, de la Organización de Estados Americanos, del Grupo de Río y del Sistema de Integración Centroamericana por la restauración democrática.
Destacó que el tiempo corre en contra del gobierno de facto, pues cada vez se queda más aislado y pierde apoyo diplomático, cooperación internacional y créditos para el desarrollo, lo cual al final 'asfixiará al pueblo hondureño' y perjudicará a los más pobres.
'Nosotros tenemos todo el tiempo' para reclamar y reasumir el mando presidencial, pero 'no el pueblo hondureño, que está siendo asfixiado y reprimido por los militares', enfatizó.
El presidente Zelaya fue capturado la madrugada del domingo 28 de junio en su casa de Tegucigalpa por militares, quienes lo subieron por la fuerza a un avión y lo expulsaron del país, al exilio en Costa Rica.
Narró que 'el general que dio el golpe, Romeo Vásquez Velásquez', le confesó que sus opositores habían pedido a los militares que lo ejecutaran y que le salvó la vida al enviarlo al exilio.
'El grupo que está en contra suya, quería que usted fuera eliminado en el momento de la captura, y yo me opuse a eso. Sacarlo de Costa Rica fue para salvarle la vida', habría dicho el militar a Zelaya.
El derrocado presidente, quien conversó con el presidente Colom y el vicepresidente Rafael Espada, declinó informar por motivos de seguridad el tiempo que permanecerá en Guatemala, aunque se estima que pasará la noche en el país y mañana partirá temprano con destino a Nicaragua.
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