Internacional
Lula rechazará resultados electorales en Honduras
Afirma que la decisión de su gobierno es inamovible
MANAOS, BRASIL.- El Gobierno brasileño reiteró hoy que su postura ante la crisis política de Honduras es "inamovible" aunque en las elecciones del próximo domingo se elija un nuevo presidente para reemplazar a Manuel Zelaya, depuesto por un golpe de Estado hace casi cinco meses.
"Los países democráticos del mundo necesitan repudiar de forma vehemente lo que ocurrió en Honduras, por lo tanto, la posición de Brasil se mantiene inalterada. Nosotros no aceptamos historias de golpes", dijo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en una entrevista.
A una pregunta sobre si su país estaría dispuesto a reconocer bajo alguna circunstancia el resultado de las elecciones del 29 de noviembre, Lula recordó que Brasil y el resto de América Latina han sido enfáticos en que para "restablecer la normalidad " en las relaciones con Honduras y la "confianza diplomática", es necesario que Zelaya sea restituido en el cargo.
"De la forma en que se está haciendo (el proceso), Brasil no reconocerá el resultado electoral, y mantendrá su posición de no (reanudar) relaciones con Honduras", subrayó Lula.
El mandatario agregó que defiende con firmeza el regreso de Zelaya al poder, del que fue desalojado el pasado 28 de junio, no porque "sea más radical, más bonito o más feo que los otros" sino porque Brasil vivió 21 años bajo una dictadura (1964-1985) y sabe lo que es un régimen autoritario.
"América Latina y América Central tienen experiencias de sobra de golpistas que usurpan el poder rompiendo con los principios democráticos y si aceptamos eso, puede ocurrir lo mismo en otro país mañana", anotó Lula.
Ante la posibilidad de que Estados Unidos y otros países reconozcan el resultado de las elecciones hondureñas, Lula advirtió: "si encaramos como normalidad el golpe de Honduras, mañana cualquier golpista dice voy a dar un golpe y todo el mundo va a creer eso (que es normal)".
Zelaya, que fue expulsado de Honduras por los militares regresó de manera clandestina el pasado 21 de septiembre y desde entonces está en calidad de "huésped" en la embajada brasileña en Tegucigalpa.
Su aspiración de ser restituido en el cargo sufrió un nuevo revés hoy con una decisión de la Corte Suprema de Justicia según la cual el presidente depuesto no puede retomar la presidencia si no se somete a los juicios que tiene pendientes. EFE
"Los países democráticos del mundo necesitan repudiar de forma vehemente lo que ocurrió en Honduras, por lo tanto, la posición de Brasil se mantiene inalterada. Nosotros no aceptamos historias de golpes", dijo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en una entrevista.
A una pregunta sobre si su país estaría dispuesto a reconocer bajo alguna circunstancia el resultado de las elecciones del 29 de noviembre, Lula recordó que Brasil y el resto de América Latina han sido enfáticos en que para "restablecer la normalidad " en las relaciones con Honduras y la "confianza diplomática", es necesario que Zelaya sea restituido en el cargo.
"De la forma en que se está haciendo (el proceso), Brasil no reconocerá el resultado electoral, y mantendrá su posición de no (reanudar) relaciones con Honduras", subrayó Lula.
El mandatario agregó que defiende con firmeza el regreso de Zelaya al poder, del que fue desalojado el pasado 28 de junio, no porque "sea más radical, más bonito o más feo que los otros" sino porque Brasil vivió 21 años bajo una dictadura (1964-1985) y sabe lo que es un régimen autoritario.
"América Latina y América Central tienen experiencias de sobra de golpistas que usurpan el poder rompiendo con los principios democráticos y si aceptamos eso, puede ocurrir lo mismo en otro país mañana", anotó Lula.
Ante la posibilidad de que Estados Unidos y otros países reconozcan el resultado de las elecciones hondureñas, Lula advirtió: "si encaramos como normalidad el golpe de Honduras, mañana cualquier golpista dice voy a dar un golpe y todo el mundo va a creer eso (que es normal)".
Zelaya, que fue expulsado de Honduras por los militares regresó de manera clandestina el pasado 21 de septiembre y desde entonces está en calidad de "huésped" en la embajada brasileña en Tegucigalpa.
Su aspiración de ser restituido en el cargo sufrió un nuevo revés hoy con una decisión de la Corte Suprema de Justicia según la cual el presidente depuesto no puede retomar la presidencia si no se somete a los juicios que tiene pendientes. EFE
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