Internacional

Lula podría aceptar Gobierno de Lobo; Correa se rehúsa

En términos generales, los gobiernos de Sudamérica rechazan el resultado de las elecciones que sepultaron las esperanzas de Manuel Zelaya

RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- Una alta funcionaria brasileña dio señales de que el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva podría reconocer al presidente electo de Honduras Porfirio Lobo luego de su victoria en los comicios del fin de semana pasado.

La jefa de gabinete Dilma Rousseff dijo en una entrevista por televisión desde Alemania que el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya y la elección deberían ser considerados hechos separados.

Hasta ahora, Lula ha dicho que nunca aceptaría los resultados a menos que Zelaya regrese al poder. El mandatario depuesto ha estado refugiado en la embajada brasileña en Tegucigalpa desde que regresó a su país de forma subrepticia en septiembre.

Sin embargo, Rousseff dijo que el golpe “es una cosa” y “hablar de la elección” es otra. “Este nuevo proceso”, dijo de la elección, “debe ser considerado”.

En Ecuador, el presidente Rafael Correa, aseguró  que su país no reconoce a ningún otro Gobierno en Honduras que no sea el del derrocado Manuel Zelaya e insistió en que desconoce las elecciones en ese país, que el 29 de noviembre dieron el triunfo al opositor Porfirio Lobo.

Correa, calificó de “gravísimo” lo que sucede en Honduras y dijo que es nefasto que se pretenda legitimar el golpe de Estado contra Zelaya con unas elecciones presidenciales “fraudulentas”.

“Lo de Honduras es gravísimo y es un absurdo querer legitimarlo porque ha habido elecciones. Esas elecciones son ilegítimas, son fraudulentas y nosotros no reconoceremos otro Gobierno que no sea el de Manuel Zelaya”.

Además, arremetió contra el presidente de facto hondureño, Roberto Micheletti, por lo que calificó como “amenazas” expresadas contra los mandatarios izquierdistas de la región, que apoyan a Zelaya.

Según Correa, Micheletti ha hecho esas amenazas en contra suya, así como de sus colegas de Venezuela, Hugo Chávez; Bolivia, Evo Morales; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Argentina, Cristina Fernández.

Micheletti ha dicho que lo sucedido en Honduras "sirva de advertencia a Chávez, a Correa, a Lula, a Morales, a Fernández de Kirchner. O sea, ¿es pecado ser de izquierda y progresista en América Latina?", se preguntó el mandatario ecuatoriano.

"Así es la prepotencia de estos 'gorilas', de esta derecha prepotente", añadió tras señalar que esa declaración de Micheletti "está escrita, está registrada".

"Por supuesto esto no (lo) sacan muchos medios de comunicación", muchos de los cuales, de acuerdo a Correa, defienden intereses de los grupos de derecha en el continente.

Honduras 2009: Fin de temporada

Demasiados perdedores, vencedores espurios y un escenario retorcido aguardaban a los actores del episodio hondureño hacia el final de la ruta.

La posición del presidente depuesto (Manuel Zelaya), y sus partidarios internos y externos quedó debilitada, muy poco les queda por hacer. Pero la negativa del Congreso de avalar el retorno, aún después de contar el país con un mandatario democráticamente electo, tampoco resultó una agradable noticia para Estados Unidos: Se desvaneció el entramado simbólico que contribuiría a normalizar las relaciones con el régimen sin que quedara al descubierto su complacencia con la situación.

Ni qué decir quién fue el gran perdedor. Más allá de la retórica de la reconciliación nacional, del mandato avalado por los comicios y de que Manuel Zelaya pueda regresar en su condición de ciudadano sin sufrir persecución política, el mensaje final del episodio es diáfano y subversivo; las reglas del juego democrático pueden pisotearse bajo determinadas circunstancias “especiales y únicas” y resultar premiados los violadores.

El gran vencedor espurio del capítulo hondureño fue el reforzamiento de la tendencia regional al uso de “soluciones” extra constitucionales. En el último lustro constituye una indisimulable saga que abarca desde la omisión legalista pero ilegítima de la norma constitucional de no reelección (Costa Rica 2005, Nicaragua 2009, Colombia 2010), la introducción de la reelección indefinida del mandatario (Venezuela 2009), hasta la posibilidad de interrumpir por la fuerza un mandato si el presidente no cuenta con los suficientes apoyos institucionales y partidarios (Honduras 2009).

¿Acaso los latinoamericanos estamos ante un remake de nuestro pasado más reciente? ¿Quiénes están detrás de la saga de quiebres democráticos arropados o desnudos? ¿Las ambiciones de las élites? ¿La pobreza y la inseguridad? ¿Los alineamientos ideológicos? ¿Dónde y cuándo se lanzará la próxima temporada?.

Maestro Orestes Díaz Rodríguez,
profesor de la Universidad de Guadalajara

Presidente electo buscará reconocimiento internacional

El presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, viajará el próximo martes a Costa Rica como parte de una gira diplomática en busca de reconocimiento internacional a su Gobierno que liderará a partir del 27 de enero de 2010.

Lobo, ganador de las pasadas elecciones en Honduras, indicó que en Costa Rica se reunirá con el presidente de ese país, Óscar Arias, quien ejerció el papel de mediador en la crisis política hondureña, tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya el 28 de junio pasado.

Por su parte, uno de los portavoces de Lobo indicó que “el 9 de diciembre recibirá en Tegucigalpa al presidente de Panamá, Ricardo Martinelli”.

Lobo agregó que antes de asumir el poder el 27 de enero visitará varios países del continente “para que se abran” hacia Honduras, tras el aislamiento al que ha sido sometido este país por el derrocamiento de Zelaya, quien desde el 21 de septiembre permanece en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

Lobo no precisó detalles de la agenda que desarrollará en Costa Rica.

Tampoco se ha dado a conocer la agenda con Martinelli, aunque el portavoz de Lobo dijo que el gobernante panameño también será recibido en Tegucigalpa por el presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti.

Porfirio Lobo, de 61 años, se impuso por una amplia mayoría al candidato oficialista Elvin Santos, del Partido Liberal, aunque hasta ahora el Tribunal Supremo Electoral no ha rendido su informe final con los resultados de los comicios.

Asientos en el Congreso

De acuerdo con un informe, el Partido Nacional al que pertenece Porfirio Lobo, tendría 71 escaños en el Parlamento.

El gobernante Partido Liberal, al que pertenece Zelaya y el líder del Gobierno de facto, Roberto Micheletti, habría ganado 44 asientos.

El número total de escaños dentro del Congreso es de 128 asientos, 13 de estos habrían sido ocupados por otras agrupaciones mayoritarias.
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