Internacional

Lo hecho, hecho está: Rodríguez Zapatero

El ex jefe de Gobierno español habla de sí mismo, de la crisis y del PSOE, tras un año alejado de la política

MADRID, ESPAÑA (11/DIC/2012).- En unos días se cumplirá un año del final del mandato de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente de España. Durante este tiempo ha ofrecido un perfil público discreto, al margen de las contiendas de la política. Es austero, de cuatro por cuatro, en el que caben una mesa y dos sofás pequeños, con otra mesita.

Zapatero muestra orgulloso un texto recién terminado que le ha encargado Le Monde sobre el matrimonio homosexual. Dejó el poder hace 12 meses y está lejos de sentir nostalgia. Confiesa que ha pasado de la preocupación inmediata y constante, “a veces cercana a la angustia”, que vivió en su última etapa.

Más allá de eso, no habla con mucha gente. “Era verdad eso de que una de las cosas que te hace notar enseguida que has dejado de ser presidente es que el teléfono ya no suena”. La mayoría de su tiempo libre lo dedica a leer y a escribir.

Está terminando de redactar su libro, cuya publicación ha decidido atrasar. Ha preferido que pase un tiempo razonable antes de hacerlo. Advierte que no ha pretendido escribir unas memorias, como sí ha hecho José María Aznar.

Su texto está centrado en la crisis, en su valoración, en el relato de su experiencia al frente del Gobierno en un tiempo tan azaroso y complicado.

Zapatero justifica su libro: “Trato de expresar con sinceridad lo que viví y lo que sentí, las contradicciones que tuve, dónde y en qué momento, lo que no pude lograr... Y al hilo de esa vivencia tan directa, ahora, con la libertad que me da no estar en la presidencia, intento ofrecer mi valoración sobre la incidencia de la crisis en España y en Europa, en sus sistemas económico y político”.

Se atiene al compromiso adquirido cuando dejó el Palacio de La Moncloa de evitar pronunciamientos sobre la política del actual Gobierno y la estrategia del PSOE.

Llegado al punto de la “herencia recibida”, mantiene el discurso del “me cueste lo que me cueste” con que acompañó las medidas impopulares que tomó en mayo de 2010 (que sigue defendiendo) para evitar una intervención de Europa en España, que cree habría que juzgar en aquel momento y que hubiera sido peor.

Al plantearle si su libro es autocrítico responde: “Profundizo en algunos temas, sobre todo, en las debilidades estructurales de la economía española en la llegada de la crisis”. Preguntado sobre cómo ve la recuperación, aclara: “A corto plazo, aún nos esperan tiempos difíciles o muy difíciles y nuestro futuro en esta crisis transnacional va a depender de cómo evolucione la Unión Europea”.

Cuando se le recuerdan las críticas contra algunos de sus nombramientos de “escasa preparación”, salta como un resorte: “¿Acaso son inexpertos María Teresa Fernández de la Vega, Pedro Solbes, José Bono, Alfredo Pérez Rubalcaba o Manuel Chaves? Y no siempre se fue justo con los jóvenes.

En todo caso, la responsabilidad política de un Gobierno es de su líder en 90%. Solo tengo palabras de agradecimiento para ellos. Me dieron un apoyo enorme y mis afectos están intactos”.

Admite que su paso por La Moncloa mutó su percepción “de la capacidad de la política y del poder de la democracia para cambiar las cosas”. “Quizás sea un problema temporal. Pero la democracia ha entregado parte de su destino a la economía. Los liberales dirán que a la sociedad. Pero se han resentido principios que impulsaban la democracia, como la igualdad”, denuncia.

Zapatero sí estima que “la fuerza del poder democrático se puso de manifiesto en temas muy importantes, como el fin de ETA”.

Y entre unas y otras, situaría un ámbito de “decisiones democráticas que, aunque lo pretenden, no logran poner fin a los conflictos, que quedan a medio camino, sin un relato consistente”.

Se resiste a pronunciarse sobre sus aciertos y desaciertos: “No me siento a gusto. Tengo cierto pudor y no soy objetivo. Lo hecho, hecho está. Es pronto para pronunciarse”.

Ni siquiera presume del logro del fin de ETA, uno de sus activos, junto a la promoción de los derechos cívicos y sociales: “El fin de ETA es una de las cosas que uno se queda para sí mismo.

La sensación es muy íntima. ¡Hay tanta gente a la que quisiera abrazar por esto!”.

Sobre lo que sí consideró que debía pronunciarse como ex presidente es sobre la ofensiva soberanista del presidente de la Generalitat Artur Mas y en particular sobre el modo en que la lanzó.

Con información de El País

PERFIL
Hombre fuerte en el PSOE


Abogado y político. En 1986 se convirtió en el diputado más joven de España y del PSOE, al que dirigió de  2000 a febrero de 2012, cuando de manera sorpresiva derrotó en la elección interna al veterano José Bono.

El 14 de marzo de 2004 venció en las elecciones generales al líder del PP, Mariano Rajoy, y fue electo presidente del Gobierno español. Una de sus primeras decisiones fue el retiro de las tropas españolas de Iraq. También introdujo una serie de medidas de amplia repercusión social.

El 9 de marzo de 2008 volvió a derrotar a Rajoy en las elecciones. La crisis de 2009, traducida en recesión y 4.5 millones de desempleados, marcaron el segundo mandato de Zapatero.El PP lo acusó de ser un mandatario débil para frenar la crisis.
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