Internacional

Llama Karzai a la calma ante violencia desatada por quema del Corán

En medio del tercer día de violentas protestas que han dejado al menos 17 muertos y decenas de heridos, el mandatario reiteró su condena a la profanación del libro sagrado

LONDRES, GRAN BRETAÑA (23/FEB/2012).- El presidente afgano, Hamid Karzai, llamó hoy a la población a la calma, ante la ola de protestas, disturbios y asesinatos, desatados en varias provincias afgana por la quema de varios ejemplares del Corán por parte de tropas extranjeras.  

En medio del tercer día de violentas protestas en Kabul y otras ciudades afganas, que han dejado al menos 17 muertos y decenas de heridos, el mandatario reiteró su condena a la profonación del libro sagrado del Islam e instó a los afganos no recurrir a  la violencia.  

En una declaración, emitida luego de que dos soldados de la Fuerza Internacional para la Seguridad y Asistencia en Afganistán (ISAF) fueros asesinados a tiros por un hombre con uniforme del Ejército afgano, Karzai dijo que no hay dejarse llevar por la ira.  

El presidente reiteró que la actuación de los soldados internacionales que quemaron varios ejemplares del Corán es un acto imperdonable, pero dijo que no por ellos se debe recurrir a la violencia durante las manifestaciones contra el incidente blasfemo.  

En su declaración, el mandatario destacó que solicitó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), al frente de las tropas extranjeras en Afganistán, castigar y juzgar a los militares estadounidenses que quemaron ejemplares del Corán.  

Esta mañana, en una reunión extraordinaria ante miembros del Parlamento en el Palacio Presidencial de Kabul, Karzai examinó la situación e insistió en la necesidad de castigar a los responsables, aunque abogó porque sea de manera justa.  

El presidente afgano aseguró que los libros del Corán habían sido destruidos por oficiales estadounidenses que actuaron con "ignorancia', sin comprender la importancia que representa para los musulmanes el Corán, según un reporte de la agencia informativa PAN.  

El libro, que contiene la palabra de Alá (Dios), revelada al profeta Mahoma, es considerado sagrado por los musulmanes, por lo que cualquier acto en su contra es visto como una blasfemia, imperdonable.  

En los últimos tres días la capital afgana y varias ciudades de las provincias de  Nangarhar, Laghman, Maidan Wardak, Faryab, Baghlan y Logar, han sido escenario de protestas de miles de personas que exigen castigo a los profanadores.  

Al menos 17 personas, entre ellas dos soldados estadounidenses, han muerto en las últimas 24 horas durante las protestas, que han desencadenado serios enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad afgana que intentan dispersar la multitud. 

A pesar de disculpas ofrecidas por altos funcionarios estadounidenses y altos mandos de la OTAN, afganos furiosos seguían hasta esta noche en las calles para exigir castigo a los responsables.  

En medio consignas contra las tropas extranjeras, así como los gobiernos de Estados Unidos y Afganistán, los manifestantes piden la muerte de los soldados que supuestamente quemaron cuatro copias del libro sagrado en la base aérea de Bagram el lunes por la noche.  

Además, los manifestantes exigen el retiro inmediato de las tropas internacionales, desplazadas en Afganistán desde fines de 2001.
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