Internacional

Levantan ley marcial en provincia de Filipinas

La media extrema, que duró sólo ocho días, fue muy criticada por grupos de oposición que la catalogaron como injustificada

MANILA, FILIPINAS.- Filipinas levantó la ley marcial en la provincia sureña de Maguindanao, impuesta tras una masacre en la cual murieron 57 personas, medida que fue ampliamente criticada por la oposición y causó temor entre los inversores.

El secretario de la Presidencia, Eduardo Ermita, señaló por radio que más de 500 personas fueron arrestadas tras la proclamación de la ley marcial el 4 de diciembre.
Ermita dijo que el sistema de justicia criminal en Maguindanao había retomado sus labores.

“En vista de algunos logros bajo la ley marcial, el gabinete recomendó el levantamiento de la proclamación y el presidente aprobó la recomendación”.

Pero grupos de oposición y analistas dijeron que la medida era injustificada debido a que no existía evidencia concreta de una invasión o rebelión en la provincia, como se requiere de acuerdo con la Constitución de 1987.

El Congreso ha sostenido dos sesiones conjuntas para ver si respalda la medida y está programada una votación para el 15 de diciembre.

Analistas económicos han dicho que la confianza de los inversores se vería seriamente afectada si la ley marcial se extendía a otras partes del país.

Grupos opositores han afirmado que la ley marcial podría ser usada para cancelar las elecciones presidenciales del próximo año, citando el caso del dictador Ferdinand Marcos quien declaró ley marcial en 1972 tras un intento de asesinato contra su secretario de Defensa y luego gobernó 14 años con ella.

Por otro lado, al menos dos personas murieron en el asalto a una cárcel del sur de Filipinas perpetrado por decenas de rebeldes para liberar a presos, de los que 31 consiguieron escapar.

Según la Policía, en el asalto, en el que participó una treintena de guerrilleros, murieron al menos un guardia y un asaltante.

Guerra entre clanes

Grupos leales al clan Ampatuan en Maguindanao, algunos de los cuales son sospechosos de haber organizado el ataque contra una familia política rival que llevó a la masacre, estaban planeando una rebelión tras el arresto de un miembro de la banda.

Fueron asesinadas 57 personas en el ataque (el mes pasado) durante uno de los episodios de violencia más sangrientos del país.

Un grupo de 62 personas, mayormente del poderoso clan Ampatuan que controla la provincia, fue detenido por cargos de rebelión y más de 600 personas posiblemente serán acusadas por el crimen, que se castiga con una condena de por vida.
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