Internacional

Levanta la voz Benedicto XVI contra quienes niegan el genocidio nazi

La visita del Papa no ha sido bien recibida por todos

Levanta la voz Benedicto XVI contra quienes niegan el genocidio nazi
JERUSALÉN, ISRAEL.- En un histórico discurso en la Cripta del Recuerdo del Museo del Holocausto, el Papa Benedicto XVI levantó la voz contra el antisemitismo y contra aquellos que niegan la existencia del genocidio cometido por los nazis.  

'He venido para estar de pie y en silencio en el lugar del recuerdo levantado en honor a los millones de judíos muertos durante la tragedia horrible del Holocausto.

Ellos segaron sus vidas pero sus nombres nunca serán olvidados', dijo el Pontífice.  

Sus palabras eran esperadas desde hace años por Israel y la comunidad judía en todo el mundo, no sólo por ser la máxima autoridad de la Iglesia, sino por el hecho de que en su juventud Joseph Ratzinger fue miembro de las Juventudes Hitlerianas y del Ejército nazi.  

Pero para dirigentes y miembros del Museo del Holocausto, 'el discurso de Benedicto XVI no ha estado a la altura de las circunstancias'.  

'Sinceramente estamos decepcionados, ya que por ejemplo en ningún momento citó a los verdugos nazis. Nada que ver con la emoción que expresó el Papa Juan Pablo II'.  

En Israel y en particular en el museo del Holocausto esperaban sus palabras con ansiedad y mucho recelo por su deseo de levantar la excomunión del obispo Richard Williamson, conocido negacionista del holocausto.  
En este sentido, el Papa Benedicto XVI se limitó a condenar a los que niegan el Holocausto sin citar ningún nombre.  

El escenario del discurso fue imponente: La Cripta del Recuerdo, donde una llama ilumina una sala que recoge los nombres de 21 campos de exterminio. La última vez que alguien habló en esta sala fue precisamente Juan Pablo II cuando en 2000 visitó Israel.  

Su anfitrión y director del Museo del Holocausto, Avner Shalev, afirmó que 'la responsabilidad del pueblo judío es dialogar con el resto de religiones y en especial el cristianismo'.  

En declaraciones, Shalev pidió al Vaticano abrir los archivos de la época de la Segunda Guerra Mundial para analizar el papel del Papa Pío XII.  

'Expertos e investigadores judíos y no judíos quieren saber qué es lo que hizo el Papa Pio XII durante el Holocausto. Es decisivo para que la verdad salga a la luz', ha dicho.  

Benedicto XVI saludó a seis supervivientes del Holocausto, aunque otros como Shmuel Halpert se negaron a estar en la ceremonia en honor del Papa, al que acusan de 'ser parte de la maquinaria nazi contra el pueblo judío'.  

El Papa no entró en el remodelado Museo, con lo que evitó contemplar la placa que acompaña la foto de Pio XII y que reza:  

'Cuando la relación de hechos sobre la masacre de los hebreos llegó al Vaticano, no reaccionó con protestas escritas o verbales. Cuando los judíos fueron deportados de Roma a Auschwitz, Pío XII no intervino... Cuando los hornos eran alimentados día y noche, el Santo Padre que vive en Roma no abandonó su palacio'.  

El mensaje del Papa en el Museo del Holocausto fue el mismo que lanzó nada más aterrizar esta mañana en el aeropuerto de Tel Aviv al afirmar que hay que combatir con el antisemitismo en todo el mundo, 'esté donde esté, ya que por desgracia continúa levantando su repugnante cabeza en muchas partes de mundo'.  

Tuvo palabras de solidaridad con el pueblo judío 'que ha sufrido las terribles consecuencias de ideologías que negaron la dignidad del ser humano y rezo para que la humanidad jamás sea testigo de un crimen de esa enormidad'.  

El jefe del Estado Vaticano fue recibido este día en Israel por el presidente Simón Peres, quien afirmó que 'se trata de una visita espiritual incomparable'.  

Dirigiéndose al Papa, proclamó: 'Aprecio sus posiciones y sus acciones para reducir el nivel de violencia y odio en el mundo. Estoy seguro que continuaremos el diálogo entre el Judaísmo y el Cristianismo en el espíritu de los profetas'.  

Además de pedir la libertad de culto en Oriente Próximo, el Papa ha deseado que israelíes y palestinos lleguen a un acuerdo 'que facilitará la paz en toda la zona. La seguridad duradera es una cuestión de confianza, que se nutre de justicia e integridad'.  

Pero como estaba previsto, la visita del Papa no ha sido bien recibida por todos.  

Por un lado, muchos palestinos consideran que la visita a Israel es una forma de apoyar a su gobierno y su última ofensiva militar en Gaza. Una Franja que el Papa no visitará en estos cinco días de gira.  

Por otro, más de una decena de diputados israelíes boicotearon la ceremonia de recepción del Papa en el aeropuerto Ben Gurion. Incluso el presidente del Parlamento (Knesset), el nacionalista Reuven Rivlin se negó a asistir al aludir que en ese momento debía dirigir una sesión en la Cámara Alta.  

Aunque los motivos evidentemente son otros, como explicó esta mañana a Notimex un allegado a Rivlin: 'Es un israelí y judío orgulloso y se conformará con estar en el Museo del Holocausto viendo como el Papa homenajea y recuerda a los seis millones de judíos asesinados por los nazis'.  

El diputado izquierdista y destacado dirigente de la comunidad homosexual en Israel, Nitzan Horowitz, acusa al Papa por otros motivos:  

'De todas las faltas que ha cometido, para mi la más importante es su oposición a las medidas anticonceptivas en el Tercer Mundo. Me cuesta mucho calcular la cifra de desgraciados y desgraciadas en Africa, Asia o Sudamérica que se han contagiado de sida y otras enfermedades debido a su postura', afirmó en la radio estatal israelí horas antes de que el avión del Papa aterrizara en Tel Aviv procedente de Ammán.  

La primera jornada del Papa en Israel tuvo como colofón un encuentro para el diálogo interreligioso en el Auditorio Notre Dame. 
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