Internacional
Legionarios aceptarían una refundación
El grupo católico mexicano aceptaría cualquier intervención del Vaticano, como resultado de las investigaciones de abusos por su fundador Marcial Maciel
ROMA, ITALIA.- El vicario general de la congregación Legionarios de Cristo, el mexicano Luis Garza Medina, aseguró que “aceptarán con obediencia” toda decisión que tome el Papa Benedicto XVI sobre el futuro de la entidad tras haber sido sometida a inspección papal.
“Aceptaremos con obediencia lo que la Santa Sede quiera pedirnos”, declaró Garza en una entrevista al diario italiano “La Repubblica” al ser interrogado sobre la posibilidad de que el Papa designe “un comisario” para dirigirla.
La congregación corre el riesgo de ser reformada, suprimida o intervenida tras la confirmación oficial hace cuatro años de los abusos cometidos por décadas por su fundador, el fallecido padre Marcial Maciel, quien abusó sexualmente de menores, tuvo hijos con varias mujeres y mantuvo una doble vida.
El Papa decidirá sobre el futuro de la congregación una vez recibido el informe final de los cinco obispos que realizaron el año pasado las inspecciones a las 120 sedes de los Legionarios de Cristo en el mundo, los cuales son recibidos por primera vez hoy en el Vaticano por el secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone.
Para varios observadores es posible que el Papa termine por designar un “comisario” o un “consejero” externo para intentar salvar la congregación, lo que podría implicar inclusive el cambio de sus actuales dirigentes.
“Hasta hoy, no existe ninguna comunicación” sobre la posible designación de un comisario, aseguró Garza Medina, también director territorial de Italia de los Legionarios.
El caso de Maciel ha concitado gran atención en momentos que el Vaticano se esfuerza por demostrar que está abordando seriamente el problema de los abusos de menores por sacerdotes y se vuelve más transparente. Se le considera desde hace tiempo un símbolo de la inacción del Vaticano frente a las denuncias de abusos.
En cuanto a las insinuaciones sobre el poder económico de la Legión, Garza afirmó que son irrisorias. “Nuestras actividades son apostólicas, no tenemos ganancias; el dinero producido en cada ejercicio viene reinvertido en nuevas obras o en fondos para la pensión y la cobertura de enfermedades”.
Sin embargo, la auditoría al grupo ha sido calificada como facial, ya que no tuvo como propósito acabar con las redes de complicidad existentes en la congregación para el encubrimiento de pederastia, sino lograr el control económico de esta orden, considera Elio Masferrer, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones (ALER).
Según rezan las declaraciones de Masferrer publicadas por el diario “La Jornada”, tras lo que se va, es el capital financiero de los legionarios.
En el simposio Estado laico y libertad religiosa, Masferrer indicó que la labor de los cinco visitadores enviados por Benedicto XVI tuvo como principal interés realizar un inventario de instalaciones, bienes y servicios de la congregación, todo con miras a que no se afecten los intereses económicos del Vaticano.
La reunión de hoy suscita fuertes expectativas dentro de la congregación ya que marca el inicio de un largo proceso que podría terminar con la disolución o la refundación de la poderosa orden.
“Aceptaremos con obediencia lo que la Santa Sede quiera pedirnos”, declaró Garza en una entrevista al diario italiano “La Repubblica” al ser interrogado sobre la posibilidad de que el Papa designe “un comisario” para dirigirla.
La congregación corre el riesgo de ser reformada, suprimida o intervenida tras la confirmación oficial hace cuatro años de los abusos cometidos por décadas por su fundador, el fallecido padre Marcial Maciel, quien abusó sexualmente de menores, tuvo hijos con varias mujeres y mantuvo una doble vida.
El Papa decidirá sobre el futuro de la congregación una vez recibido el informe final de los cinco obispos que realizaron el año pasado las inspecciones a las 120 sedes de los Legionarios de Cristo en el mundo, los cuales son recibidos por primera vez hoy en el Vaticano por el secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone.
Para varios observadores es posible que el Papa termine por designar un “comisario” o un “consejero” externo para intentar salvar la congregación, lo que podría implicar inclusive el cambio de sus actuales dirigentes.
“Hasta hoy, no existe ninguna comunicación” sobre la posible designación de un comisario, aseguró Garza Medina, también director territorial de Italia de los Legionarios.
El caso de Maciel ha concitado gran atención en momentos que el Vaticano se esfuerza por demostrar que está abordando seriamente el problema de los abusos de menores por sacerdotes y se vuelve más transparente. Se le considera desde hace tiempo un símbolo de la inacción del Vaticano frente a las denuncias de abusos.
En cuanto a las insinuaciones sobre el poder económico de la Legión, Garza afirmó que son irrisorias. “Nuestras actividades son apostólicas, no tenemos ganancias; el dinero producido en cada ejercicio viene reinvertido en nuevas obras o en fondos para la pensión y la cobertura de enfermedades”.
Sin embargo, la auditoría al grupo ha sido calificada como facial, ya que no tuvo como propósito acabar con las redes de complicidad existentes en la congregación para el encubrimiento de pederastia, sino lograr el control económico de esta orden, considera Elio Masferrer, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones (ALER).
Según rezan las declaraciones de Masferrer publicadas por el diario “La Jornada”, tras lo que se va, es el capital financiero de los legionarios.
En el simposio Estado laico y libertad religiosa, Masferrer indicó que la labor de los cinco visitadores enviados por Benedicto XVI tuvo como principal interés realizar un inventario de instalaciones, bienes y servicios de la congregación, todo con miras a que no se afecten los intereses económicos del Vaticano.
La reunión de hoy suscita fuertes expectativas dentro de la congregación ya que marca el inicio de un largo proceso que podría terminar con la disolución o la refundación de la poderosa orden.
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