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Latinoamérica celebra la santificación de Juan Pablo II

En Costa Rica, país donde se dio uno de sus milagros, 20 mil fieles se reunieron en el Estadio Nacional

Latinoamérica celebra la santificación de Juan Pablo II
CIUDAD DE MÉXICO (28/ABR/2014).- Miles de latinoamericanos celebraron ayer la consagración de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II como nuevos santos de la Iglesia Católica y lo hicieron con vigilias, música y rezos, sobre todo dirigidos al pontífice polaco, que debe al menos en parte a América Latina su canonización y que ha sido venerado incluso en la Cuba laica y comunista.

El segundo milagro que se le atribuye a Juan Pablo II, necesario para convertirse en santo, le ocurrió a una costarricense y quizás por eso Costa Rica fue uno de los países que más gente reunió el domingo y tuvo que cambiar las iglesias o la catedral por el Estadio Nacional de San José para poder acoger a los cerca de 20 mil fieles que, procedentes de distintos puntos del país, quisieron seguir en vivo la ceremonia vaticana, que por la diferencia horaria en la región ocurrió de madrugada.

En las gradas, hombres y mujeres de todas las edades soportaban el sueño y el frío de la madrugada, identificados con banderas, fotografías de Juan Pablo II y hasta con pequeñas figuras del nuevo santo que eran vendidas en las afueras por hasta 20 dólares. “Es una alegría inmensa que Dios haya escogido a este país tan hermoso para llevar acabo un milagro, es algo inexplicable y hay que celebrarlo por lo más alto, por eso estamos aquí celebrando esto”, dijo el joven Carlos Cruz.

La escena se repetía en varias catedrales del continente. En Ciudad de México, unos mil 500 fieles participaban en la que llamaron “Noche de la gratitud”, la vigilia en honor a los nuevos santos cuyo punto culminante llegó hacia las 3 de la madrugada del domingo, cuando comenzó la transmisión en vivo desde la Plaza de San Pedro.

México fue el primer país que visitó el conocido como papa viajero en 1979 y al que luego regresó en cuatro ocasiones.

En Brasil, Cuba, Argentina, Colombia, Guatemala, Nicaragua y otras naciones latinas también hubo homilías por los nuevos santos.

• ¿Cuáles fueron sus milagros?

Juan Pablo II


Se le reconoció la curación, en 2005, de la monja francesa Marie Simon-Pierre, quien llevaba cuatro años padeciendo la enfermedad de Parkinson, casualmente el mismo mal que sufrió Juan Pablo II en sus últimos años.

La religiosa relató que en 2005 la enfermedad empezó a empeorar al grado de no poder mover la parte izquierda de su cuerpo. Tras el anuncio de la muerte de Juan pablo II, el 2 de abril de 2005, monjas de Francia y África le pidieron la curación de Simon-Pierre. El 1 de junio de 2005 la monja se dio cuenta que todos los síntomas del Parkinson habían desaparecido, inclusive después de haber dejado de cumplir el tratamiento asignado por su médico.

El segundo milagro fue el de la costarricense Floribeth Mora, quien se curó sin una explicación científica de un aneurisma cerebral irreversible que le fue diagnosticada en abril de 2011. En mayo, siguió por televisión la beatificación de Juan Pablo II y al día siguiente escuchó una voz en su dormitorio que le decía: “levántate”. Meses después los doctores confirmaron la cura.

Juan XXIII


El milagro aprobado para su beatificación fue la curación de sor Caterina Capitani en 1966, una religiosa napolitana con una enfermedad incurable de estómago. El 22 de mayo de ese año, sus hermanas le colocaron a Caterina una imagen de Juan XXIII en el estómago. A los minutos, la monja, a quien ya habían dado la extremaunción, se recuperó y pidió de comer.

Pese a que se necesitan dos milagros para ser reconocido como santo, el 15 de julio de 2013 el Papa Francisco aprobó los votos favorables de la Congregación de las Causas de los Santos para proceder a la canonización del beato Juan XXIII, sin necesidad de ese segundo milagro.

FIELES ZAPOPANOS OPINAN

“No habrá un Papa igual”


Como él, como Juan Pablo II, el que inspiraba ternura, el que daba paz con su mirada, como él no habrá ninguno igual, dice María de los Ángeles Castillo, al salir de misa dominical en la Basílica de Zapopan.

La felicidad no cabe en los ojos de la señora, a quien le tocó ver al ahora santo, cuando visitó el mismo recinto, en el año 1979. “Es un santo, conozco personas a las que se les ha hecho un milagro. Yo creo que no va a haber otro como él; era muy amable con todos, hablaba claramente, y todo el tiempo he estado con él”.

Ayer, él y Juan XXIII fueron declarados santos por el Papa Francisco, en la Plaza de San Pedro.

La Basílica de Zapopan lució llena, y durante la homilía, el sacerdote que ofició la misa resaltó la importancia del perdón y la gracia de Dios, para no tener desamor, rencor ni sufrimiento.

Hizo alusión a Juan Pablo II, quien pese a que fue maltratado en su vida e incluso sufrió un atentado, perdonó al hombre que intentó quitarle la vida, y no guardó rencor.

Dentro de la Basílica existe una sala en donde se guardan algunos utensilios y artículos que tocó el Papa en su visita a Zapopan, así como los trastes donde comió, la túnica y el sombrero que usó.

FRASE

"Para nosotros ha sido una bendición y un regalo, la misericordia de Dios presente en Juan Pablo II; la verdad, nos ha dado muchas bendiciones en casa".

Marcela Fermín.
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