Internacional
Las múltiples caras del presidente Ollanta Humala
El mandatario pasó de promesas progresistas a una gestión conservadora; sin embargo enfrenta protestas que le obligan a ajustar el derrotero
La síntesis hasta aquí es que los peruanos desean saber a la brevedad cuál de todos los Humalas, el nacionalista de los primeros tiempos, el pro chavista de la primera campaña en 2006, el militar devenido en un demócrata convencido o un converso pro minero es el que gobernará por los próximos cuatro años en Perú.
Por lo pronto, prometió el sábado ante el Congreso acelerar el gasto social en su intento de llevar más rápido los beneficios del auge económico local, en un mensaje que careció de medidas concretas para frenar las protestas que han opacado su primer año de gestión. Humala anunció una serie de metas relacionadas a cortar a la mitad la pobreza que abarca casi 30% en el país.
Los vaivenes de su gobierno y las encuestas más recientes así lo indican. Sólo 36% de los consultados apoya su gestión. Ese respaldo no viene precisamente de las regiones más pobres del país, como Puno o Cajamarca, donde lo votaron por su promesa de cambio social y de poner coto a la minería a cielo abierto. Lo cierto es que la pobreza sigue a buen resguardo y la minería tiene el visto bueno presidencial.
“Yo voté a Humala porque quería ver un Gobierno de izquierda en el Perú, pero no tenemos más que otro Gobierno al servicio de los intereses de siempre, apoyado en las fuerzas armadas para la represión y sin mucho ánimo de encabezar el cambio”, se lamentó el sociólogo Sinesio López durante una exposición en la Pontificia Universidad Católica de Lima.
Así como López, un respetado intelectual que nunca había ocultado su preferencia por Humala lo ve a la derecha, el analista Jaime de Altahus, ubica al Gobierno “a la izquierda y muy desconcertado después de lo de Cajamarca”.
Si la economía sigue creciendo a un ritmo de 7% anual, si no hubo mucho tiempo aún para encaminar sus prometidos cambios sociales y las inversiones en infraestructura que la anterior gestión de Alan García ya había prometido, lo que marcó a fuego este primer año de gestión y se devoró a dos gabinetes enteros fue Cajamarca y el proyecto minero Conga y más de 250 conflictos sociales que el Gobierno no supo como atacar o resolver.
Conflictos que cobraron ya 15 vidas y que están lejos de ser superados. El primer gabinete, el del premier Samuel Lerner, cayó en noviembre cuando el presidente habilitó su apoyo al proyecto minero que insume una inversión de cinco mil millones de dólares. El de Óscar Valdés, terminó por despedirse el lunes porque lejos de poder resolver el conflicto lo reprimió sin contemplaciones. ¿El resultado? Una ciudad levantada contra la minería y el Gobierno y un nuevo premier.
Opacado por las dudas y por la figura de su esposa, Nadine Heredia, a quien las encuestas le dan una popularidad singular para una primera dama (56%), Humala enfrenta nuevos retos. “Allí deberá dar pautas concretas de cómo será su gobierno de aquí en más. No hay espacio para más y nuevo errores”, opinó el analista Augusto Álvarez Redicha, poco antes de la cita del presidente con el Congreso.
FRASE
"Las tareas pendientes se encuentran, sobre todo, en el campo de la gobernabilidad y la paz social"
Ollanta Humala, presidente de Perú.
PARA SABER
El avance económico
Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Perú será nuevamente el país con mayor crecimiento económico de Sudamérica en 2012, mientras que la pobreza, según los datos del Gobierno, bajó de 58.5% en 2006 a 30.8% en 2010.
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