Internacional
''Las aguas bajaban agitadas y Dios parecía dormido''
El Papa, Benedicto XVI, pronuncia su último mensaje antes de hacer oficial su renuncia al pontificado
Benedicto XVI confesó que en sus ocho años de papado vivió días agitados pero, en su último mensaje como Pontífice, animó a los 150 miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro a confiar en una Iglesia “viva” que Dios “no dejará hundirse”.
“Siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino Suya, y no la dejará hundirse”.
A las 17:00 (10:00 de México), subirá a un helicóptero que lo llevará a Castel Gandolfo, a unos 18 kilómetros de Roma.
A las 20:00 dejará de ser Papa. No habrá ceremonia especial. Sólo un detalle, un gesto protocolar: los guardias suizos cerrarán las puertas del recinto.
Así, cuando el Papa Emérito –así será considerado Joseph Ratzinger—regrese a Roma, otro Papa estará en funciones.
Antes de partir a la residencia veraniega, Joseph Ratzinger se reunirá con los 116 cardenales electores que ya se encuentran en la Santa Sede para dar inicio, desde el lunes, el Cónclave Cardenalicio.
Del total de los cardenales electores, Benedicto XVI nombró a 67.
En el día especial de su despedida, el Papa prefirió mencionar párrafos de los Evangelios y aseguró que era “consciente de la gravedad y de la novedad”.
Nada dijo esta vez sobre cuáles fueron los vientos que agitaron las aguas, que hoy, a los 85 años, lo llevan a renunciar, al cargo para el que fue ungido el 19 de abril de 2005.
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