Internacional
La sanación de dos mujeres hace santo a Juan Pablo II
Al Papa se le atribuye la cura de dos enfermas: una tenía Parkinson y otra padecía un aneurisma
Apenas dos meses habían pasado desde la muerte en el Vaticano del “Papa viajero”, el 2 de abril de 2005, cuando trascendió que Marie Simon Pierre había sanado completamente del Parkinson que la embargada. Esto valió para que Juan Pablo II fuera declarado beato.
“La religiosa francesa (estaba) grave y seriamente atacada por el mal de Parkinson, hasta verse casi paralizada, y su milagroso alivio contribuyó a la beatificación del Papa Wojtyla”, indica un reporte de la agencia de noticias del Vaticano.
El milagro que desencadenó la discusión para decidir su santidad llegó desde una mujer de 50 años, residente en Costa Rica. Floribeth Mora, asegura que fue curada de un aneurisma en el año 2011, la misma noche cuando fue beatificado Juan Pablo II.
Un aneurisma es un globo o bolsa de sangre que se instala en las paredes de los vasos sanguíneos, mismos que se presentan más comúnmente en la arteria aorta o los vasos cerebrales. El 14 de abril de ese año, Floribeth fue diagnosticada con este mal.
La mujer cuenta que miró por televisión el momento en que erigían a Karol como beato, en uno de los procesos más rápidos en la historia de la Iglesia católica.
Esta es la razón principal por la que el actual Sumo Pontífice Francisco publicó en julio de 2013 la declaración donde se aceptó el milagro de Karol Józef Wojtyla, y por la cual es declarado santo. Cuatro días antes, el Francisco había recibido en una audiencia al cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y les autorizó la promulgación del decreto.
Durante el mismo 2011 decisivo para la santidad de Juan Pablo II, el Vaticano recibió y aún estudia el supuesto milagro que vivió Guadalupe Fuentes, en el Estado de Yucatán. La mujer se curó en una semana de un tumor que obstruía 80% de su garganta y le impedía comer y respirar bien, por lo que requería una cirugía urgente. Asegura que gracias a la intercesión del beato Juan Pablo II se curó repentinamente.
Según los datos eclesiásticos, de los 264 papas, 78 actualmente son santos. Juan Pablo II se sumará a ellos el próximo 27 de abril en una ceremonia en la que también será canonizado Juan XXIII.
De acuerdo con información del Vaticano, la misa será concelebrada por 150 cardenales y unos mil obispos; ellos se ubicarán a la izquierda del altar, sobre el atrio de la Basílica de San Pedro. Más abajo se reservó un espacio particular para más de seis mil sacerdotes.
Unos 600 serán los sacerdotes que darán la comunión en la plaza vaticana y otros 200 diáconos harán lo propio en la Via della Conciliazione, la ancha avenida que une San Pedro con el río Tiber.
CRONOLOGÍA
28 de abril de 2005
En la Congregación para las causas de los Santos, el entonces Papa Benedicto VXI tuvo una audiencia privada donde se concedió la dispensa de la norma canónica de los cinco años después de la muerte de Karol Wojtyla para iniciar el Proceso de su Causa de Beatificación y Canonización.
13 de mayo de 2005
Se hizo el anuncio oficial del comienzo del proceso para beatificarlo, después de que Benedicto XVI firmar el decreto que valida un milagro atribuido a su carismático predecesor. Se trata de la curación “inmediata e inexplicable”, en junio de 2005, de la monja francesa Marie Simon-Pierre, que sufría el mal de Parkinson.
28 de junio de 2005
Se abre la investigación diocesana sobre la vida, virtudes y fama de santidad de Juan Pablo II. Fue el primer acto de la causa de beatificación. La causa se abrió por deseo del papa Ratzinger, sin esperar a que transcurrieran cinco años de su muerte, como establece el Código de Derecho Canónico y como ocurrió con Madre Teresa de Calcuta.
1 de mayo de 2011
Karol Wojtyla es beatificado tras aprobarse un primer milagro con la firma del ahora Papa emérito Benedicto XVI, ante 1.5 millones de fieles en la Plaza de San Pedro y calles adyacentes, impulsando al Pontífice un paso más cerca de la posible santidad
Un testimonio de fe
La costarricense Floribeth Mora, cuya curación milagrosa permitirá elevar a los altares el domingo al Papa Juan Pablo II, quiere llevar su “testimonio de fe y esperanza por el mundo”, según contó a su llegada a Roma para asistir a la ceremonia de canonización que presidirá el Papa Francisco.
“Mientras me inviten a otros países, como lo hicieron México, Argentina o Panamá, lo voy a seguir haciendo”, contó Mora, de 50 años, quien viajó acompañada por su marido, Edwin Solano, y dos de sus cinco hijos, Keiner y Edwin.
La costarricense, que ha recibido peticiones y cartas de numerosos latinoamericanos para el Papa argentino, espera conocer pronto a Francisco tras la ceremonia en la que será canonizado también Juan XXIII.
“Estoy ansiosa por conocer al Papa y orgullosa de que Francisco sea nuestro. Este hombre va camino a la santidad”.
“Soy una persona muy creyente y nunca he dudado de los milagros”, confesó la costarricense, a la que se le empañan los ojos al recordar el día en que ocurrió “el milagro”, la curación repentina de un aneurisma cerebral, justamente el domingo de la beatificación de Juan Pablo II, el 1 de mayo del 2011.
“Escuché una voz y era la voz de Juan Pablo II. Vi las manitas que sobresalían de la fotografía de Juan Pablo de un suplemento de un periódico. Eran las suyas. “La voz me decía ‘levántate, no tengas miedo’”, cuenta la centroamericana que desde ese instante sintió que se había recuperado.
“Es indudable que había sido por intercesión de Juan Pablo II”, rememora la señora, a quien los médicos habían desahuciado en abril del 2011 al haberle diagnosticado un aneurisma en el lado izquierdo del cerebro, que clínicamente era imposible de erradicar.
No obstante, el proceso de curación fue gradual pero seguro y le permite decir ahora que “está perfectamente bien, puedo ponerme a saltar ahora mismo”.
EN VOZ DE JUAN SANDOVAL ÍÑIGUEZ
Juan Pablo II, “un gran Pontífice de integridad probada”
No hay dudas sobre su integridad. Su trascendencia y obra como el Papa 264 en la historia de la Iglesia Católica le dan a Karol Józef Wojtyla el lugar que le corresponde, toda vez que su proceso de canonización “cumplió con todos los requisitos” y la indagatoria sobre su vida y virtudes “fue minuciosa y exhaustiva”.
Así lo escribe el arzobispo emérito Juan Sandoval Íñiguez, en la columna “Predicación y Vida” que se publicó el 6 de abril en el Semanario de la Arquidiócesis de Guadalajara.
En la publicación, el cardenal se dice “triste” porque “algunos católicos arrojan una sombra de sospecha injusta sobre el Papa Juan Pablo II”. Esto con relación a los casos comprobados de pedofilia en que incurrió el líder de los legionarios de Cristo, Marcial Maciel, y porque hay quien acusa de omisión en el caso al próximo santo. A ellos los califica como “católicos que no confían en la Iglesia ni en los que la gobiernan, y están siempre prontos a recoger cualquier sospecha o rumor y darlos por ciertos”. El Papa Juan Pablo II será canonizado este 27 de abril, nueve años después de su deceso.
Sandoval Íñiguez no defiende las conductas “indebidas” de Marcial Maciel, pues éstas “no se pueden negar”. Sin embargo, “se explica por una distorsión de su personalidad, una enfermedad mental de esquizofrenia que se manifiesta en doble o triple personalidad, lo que lo hizo capaz de poder durante medio siglo aparentar y engañar a propios y extraños”.
Según el prelado, la santidad de Juan Pablo no significa que desarrollara dotes de “adivino”. “No podía saber lo que estaba detrás de éste o de otros personajes; mucho menos si los que lo rodeaban le escondían o filtraban las cosas, como sucede en general con los gobernantes. No hay que olvidar, sin embargo, que cuando las denuncias aumentaron y llegaron a Juan Pablo II, él pasó el caso a donde debería ir”.
Aduce que la Congregación de la Fe, representada durante el papado de Juan Pablo II por quien eventualmente se convertiría en su sucesor, Josef Ratzinger, “tal vez no pudo actuar (...) por las presiones de gente poderosa en la Curia”. Pero sostiene que después de ser nombrado Sumo Pontífice, “actuó ordenando a Maciel que se retirara a la vida privada y se dedicara a la oración y a la penitencia”.
El arzobispo emérito explica que la Congregación para las Causas de los Santos es la instancia que se encarga de estudiar “detenidamente” la vida y escritos de quienes podrían ser considerados santos.
También “se exige una señal del cielo, un milagro estudiado detenidamente por las comisiones de médicos y de teólogos”. Por estas razones, sostiene que cualquier sospecha significa poner en duda a la Congregación para las Causas de los Santos, como instancia de investigación; al Papa Benedicto XVI, porque el proceso de canonización se hizo durante su pontificado, y finalmente, al propio Papa Francisco, quien canonizará a Juan Pablo II.
“En otros países el caso Maciel es un incidente que ya pasó, pero para los mexicanos sigue vivo y es motivo de acusación contra él y contra la Iglesia. Yo considero que es un caso trágico y frustrante, ya que todos los grandes fundadores de órdenes y congregaciones religiosas importantes figuran en la lista de los santos de la Iglesia universal”.
Y concluye: “El proceso de canonización del Papa Juan Pablo II cumplió con todos los requisitos (...) La indagatoria sobre su vida y virtudes fue minuciosa y exhaustiva, y Dios por su intercesión realizó los milagros requeridos tanto para su beatificación como para su canonización”.
EN VOZ DE ROBLES
“Heroica y ejemplar”, la vida de los santos
Todos podemos aprender de las vivencias de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, quienes en vida desarrollaron su labor por la Iglesia Católica como unos “verdaderos seres humanos espirituales”, opinó el arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega.
Robles Ortega califica a quienes el domingo próximo serán nombrados santos como unos verdaderos “modelos de vida cristiana” con una influencia grande “en la vida humana”.
“Tienen una cercanía con Dios que pueden ser nuestros intercesores ante él”.
Sobre el Papa Juan XXIII, destaca que él “renovó el rostro” de la Iglesia Católica. “Quitarse todo aquello que, en el camino de la historia, se le ha pegado a la Iglesia y que no corresponde al Evangelio”.
Y respecto a Juan Pablo II, habla sobre el mensaje de la Iglesia que acercó a “todos los países, las culturas y sus lenguas”.
“Se supo acercar a todos los continentes en un continuo peregrinar, misionero y pastoral, llevando la buena noticia a todos los pueblos”.
Además, “entendió que su ministerio lo ejercería haciendo resaltar el valor y la dignidad de cada ser humano, de cada persona. Todo ser humano, por ese hecho, tiene un valor en sí y una dignidad que hay que reconocer y respetar, así sea en el inicio de su concepción hasta el fin natural de su existencia”.
Concluye su mensaje invitando a todas las personas a “acoger” el suceso que quedará registrado el próximo 27 de abril en la ciudad de Roma, pues “aunque es propio de la Iglesia, trasciende también sus límites”.
FRASE
"El Papa (Juan Pablo II) se dedicó a proponer, propagar y defender la dignidad de la persona humana y también sus derechos "
Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara.
PARA SABER
Presencia latinoamericana
Unas 90 delegaciones oficiales, 17 de ellas de países latinoamericanos, participarán en la ceremonia durante la cual serán declarados santos Juan Pablo II y Juan XXIII, el próximo domingo en la Plaza de San Pedro.
Hasta ahora, unos 24 jefes de Estado, entre presidentes y soberanos confirmaron su presencia, indicó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
Síguenos en