Internacional
La inconformidad en Egipto desata nuevos brotes de violencia
Soldados egipcios se trasladan a zona de frontera con Israel para capturar a los responsables del asesinato de 16 guardias
Cientos de soldados en vehículos blindados salieron de la ciudad para capturar militantes islámicos acusados de matar a 16 guardias fronterizos el domingo, el mayor incremento en la violencia desde el derrocamiento de Hosni Mubarak el año pasado.
Los enfrentamientos en al-Arish, el centro neurálgico del control del Gobierno sobre la región inestable del norte del Sinaí, mostraron cuán difícil será para Egipto imponer el orden. Los tiroteos siguieron a ataques contra puestos de control en la ciudad el miércoles.
Israel ha aplaudido la ofensiva de Egipto mientras continúa expresando su preocupación sobre la deteriorada situación en el Sinaí, hogar de militantes anti-Israel, tribus beduinas molestas por el abandono de El Cairo, traficantes de drogas y simpatizantes de Al-Qaeda.
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barack, dijo que Egipto estaba actuando "a un nivel y con una determinación como no había visto antes".
"Si esto termina con la recuperación del control del Sinaí y nos permite no preocuparnos tanto como en los últimos meses, no lo sé", agregó a la Radio Israel.
Los hombres armados no identificados en al-Arish huyeron antes de que la policía pudiera responder, dijo una fuente de seguridad, negando un reporte de la televisión estatal que indicaba que la policía había contraatacado.
Cientos de soldados y decenas de vehículos militares habían llegado a la ciudad, dijeron fuentes de seguridad, como parte de una ofensiva no vista desde la guerra de Egipto con Israel en 1973.
Docenas de vehículos blindados, algunos equipados con ametralladoras, podían ser vistos saliendo de al-Arish hacia el asentamiento de Sheikh Zuwaid, que aviones del Ejército atacaron el miércoles.
El presidente egipcio, Mohamed Mursi, cuyos antecedentes islámicos en los Hermanos Musulmanes han sido seguidos con sospecha por Israel desde que fue elegido en junio, despidió el jueves al gobernador de la región y al jefe de inteligencia del país en respuesta al malestar público con el ataque del domingo.
Nadie se adjudicó la responsabilidad de esa incursión, en la que los atacantes usaron dos vehículos blindados para atacar un cruzo fronterizo israelí. Uno había logrado pasarlo antes de que los agresores fueran baleados a muerte por fuego israelí.
Israel dice que los militantes basados en el Sinaí y los palestinos de línea dura en la vecina Gaza representan una creciente amenaza a sus fronteras.
El Estado judío también ha estado preocupado por la afinidad ideológica de Mursi con Hamas, el grupo islámico que gobierna Hamas, temiendo que pudiera adoptar una posición más suave contra la militancia palestina que Mubarak.
Pero Mursi ha desestimado las acusaciones de que sus políticas le dificultarán tomar una posición firme contra los grupos violentos que prometieron destruir a Israel.
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