Internacional
''La edad presiona'' dice hermano de Benedicto XVI
Desde su residencia, aseguró a medios alemanes que conocía hace meses la intención de su hermano de dimitir
BERLÍN, ALEMANIA (11/FEB/2013).- El hermano del Papa Benedicto XVI, Georg Ratzinger encabezó las reacciones en Alemania por la anunciada dimisión del pontífice, en el marco de una conmoción nacional por la renuncia.
Desde Ratisbona, donde reside, aseguró a medios alemanes que conocía hace meses la intención de su hermano de dimitir.
"La edad presiona", aseguró Georg, y añadió que el médico de Benedicto XVI había pedido a su paciente no se esforzara más en viajes transatlánticos, algo que había ya impuesto significativas limitaciones al pontífice.
El teólogo Max Seckler, colega y amigo de Ratzinger, interpretó la retirada del pontífice como una acción de grandeza: "Con su ejemplo respalda la opinión de que un Papa tiene que abandonar cuando la salud lo pide", dijo a medios alemanes.
Uno se puede sólo imaginar, según el teólogo, cuáles intrigas y presiones se hayan producido en Roma alrededor de su dimisión, "esto lo perjudicó mucho porque él es antes de todo un teólogo y un hombre noble".
El político Horst Seehofer, líder de la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera, región de origen del Papa, dijo que la decisión "merece gran respeto, aunque personalmente lo lamentó profundamente".
La política socialdemócrata alemana, Kerstin Griese, fue entre las primeras en reaccionar al anuncio y consideró que la dimisión aumenta "la esperanza en reformas muy necesarias", aunque en mensajes sucesivos subrayó su respeto para la decisión.
Todos recuerdan en Alemania el titular del diario Bild el día de la elección del pontífice: "Todos somos Papa!".
Sin embargo, el rechazo al pontífice conservador en su propio país fue muy grande porque no consideraban que estuviera dando respuesta a las grandes transformaciones de nuestro tiempo.
Desde Ratisbona, donde reside, aseguró a medios alemanes que conocía hace meses la intención de su hermano de dimitir.
"La edad presiona", aseguró Georg, y añadió que el médico de Benedicto XVI había pedido a su paciente no se esforzara más en viajes transatlánticos, algo que había ya impuesto significativas limitaciones al pontífice.
El teólogo Max Seckler, colega y amigo de Ratzinger, interpretó la retirada del pontífice como una acción de grandeza: "Con su ejemplo respalda la opinión de que un Papa tiene que abandonar cuando la salud lo pide", dijo a medios alemanes.
Uno se puede sólo imaginar, según el teólogo, cuáles intrigas y presiones se hayan producido en Roma alrededor de su dimisión, "esto lo perjudicó mucho porque él es antes de todo un teólogo y un hombre noble".
El político Horst Seehofer, líder de la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera, región de origen del Papa, dijo que la decisión "merece gran respeto, aunque personalmente lo lamentó profundamente".
La política socialdemócrata alemana, Kerstin Griese, fue entre las primeras en reaccionar al anuncio y consideró que la dimisión aumenta "la esperanza en reformas muy necesarias", aunque en mensajes sucesivos subrayó su respeto para la decisión.
Todos recuerdan en Alemania el titular del diario Bild el día de la elección del pontífice: "Todos somos Papa!".
Sin embargo, el rechazo al pontífice conservador en su propio país fue muy grande porque no consideraban que estuviera dando respuesta a las grandes transformaciones de nuestro tiempo.
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