Internacional
La derecha israelí favorita a cuatro días de las elecciones legislativas
Todas las encuestas prevén un avance del partido de extrema derecha Israel Beitenu, que podría convertirse en el tercer partido del país
Kadima (centro) y Likud (derecha) están codo a codo en las intenciones de voto, según una encuesta publicada el viernes por el privado canal Diez de la televisión israelí, que cifró el número de indecisos en un 15% del electorado.
De acuerdo con este sondeo, el partido de Netanyahu obtendría 27 escaños de los 120 de la Knesset ( unicameral) mientras que Kadima lograría 25.
Además, t, además de formación clave en cualquier futuro gobierno.
Según la encuesta de canal Diez, la formación de Lieberman obtendría 19 escaños en los comicios del 10 de febrero. Asimismo, el partido laborista, del actual ministro de Defensa, Ehud Barak, quedaría cuarto con 14 diputados.
Israel Beitenu, dirigido por un ex del Likud, Avigdor Liberman, llevó a cabo una intensa campaña anti-árabe, durante la cual abogó por golpear más duramente en Gaza.
Esa formación dirigió sus críticas contra la minoría árabe de Israel, que representa el 20%, acusándola de ser un "peligro en el interior" y amenazó con retirarle sus derechos ciudadanos si no dan pruebas de "lealtad" al Estado hebreo.
Las grandes formaciones políticas israelíes tomaron distancia de Israel Beitenu, y calificaron sus posiciones de "racistas" y "fascistas", pero ninguna, incluidos los laboristas, descartaron contar con ellos para gobernar.
Israel Beitenu tiene bastante apoyo en un electorado tradicional de más de un millón de inmigrantes de la ex URSS, de la juventud y de las capas populares. Además debería contar con votos del Likud y también de partidos religiosos, sensibles a su discurso ultranacionalista.
Sin embargo, ese traspaso de votos suele tener lugar en el seno de la derecha y no cambia la relación de fuerzas entre bloques.
Según otras encuestas de los últimos días, el Likud obtendría entre 25 y 27 escaños, o sea, más del doble de sus 12 diputados en el Parlamento saliente. Kadima retrocedería de sus 29 escaños actuales a 22 o 23.
De acuerdo con el sondeo de canal Diez del viernes, otras formaciones obtendrían los siguientes resultados: el partido ortodoxo sefardí Shass con nueve; el Meretz (izquierda laica) seis; el Judaísmo Unificado de la Tora (ortodoxo asquenazí) con seis; y Unión Nacional (extrema derecho de los colonos) con cuatro. Las listas árabes obtendrían 10 escaños.
Gracias al apoyo de la extrema derecha y de los partidos religiosos, Netanyahu tiene todas las posibilidades de volver a ser primer ministro y ya manifestó su preferencia por un gobierno de unión nacional bajo su dirección.
En él participarían los laboristas y Kadima, lo que le evitaría ser rehén de la extrema derecha.
El riesgo es bastante grande pues el contexto internacional ha cambiado: en Estados Unidos hay un nuevo gobierno presidido por el demócrata Barack Obama, menos dispuesto que su predecesor George W. Bush a otorgar un apoyo incondicional a Israel.
"La izquierda y el centro ya no tienen ninguna posibilidad de ganar" estos comicios, estimó un analista del diario Maariv, que consideró "absurdas" las especulaciones sobre un apoyo de la extrema derecha a un gobierno de Livni.
Según el diario de gran tirada Yediot Aharonot, votar a Israel Beitenu pone de manifiesto el "pánico" de los israelíes ante un deterioro de la seguridad y un riesgo de aislamiento en el mundo.
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