Internacional
La UE busca asesoría legal sobre pacto antipiratería
Entre otras medidas, el ACTA pide a los proveedores de Internet que cooperen con las autoridades nacionales para combatir la piratería en la Red
El Acuerdo Comercial Antifalsificación (ACTA, por sus siglas en inglés), que también aspira a reducir el robo de contenidos con derecho de autor y combatir la piratería en Internet, desató protestas en todas las capitales europeas este mes ante el temor a la censura en línea y a un aumento de la vigilancia.
Alemania, Eslovaquia, Estonia, Chipre y Holanda -todos miembros de la Unión Europea (UE)- se han negado a firmar el pacto argumentando que pone en peligro la libertad de expresión y la privacidad. Polonia, Bulgaria, la República Checa y Letonia han expresado preocupación sobre el impacto del acuerdo.
Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Estonia, Holanda, Letonia, Polonia y República Checa - miembros todos de la UE - se han negado a firmar el acuerdo argumentando que pone en peligro la libertad de expresión y la privacidad.
"Esta mañana, mis compañeros comisarios han discutido y, en general, están de acuerdo con mi propuesta de remitir el acuerdo ACTA ante el Tribunal de Justicia de la UE", dijo el jefe de comercio de la UE, Karel De Gucht.
"Tenemos previsto pedir al alto tribunal europeo que valore la compatibilidad de ACTA con los derechos fundamentales y libertades de la UE, como la libertad de expresión e información o el de protección", agregó en un sesión informativa habitual.
Entre otras medidas, el ACTA pide a los proveedores de Internet que cooperen con las autoridades nacionales para combatir la piratería en la Red.
Desde que en junio del 2008 comenzaron las conversaciones sobre el ACTA en Ginebra, los grupos de presión de Internet y activistas sanitarios se han manifestado en contra, señalando que controles excesivamente estrictos de los derechos de autor podrían excluir a la gente de la Red e impedir que los países en vías de desarrollo accedan a medicamentos genéricos.
La Comisión Europea mantuvo el miércoles su decisión de ratificar el ACTA, pero dijo que la amplitud de las quejas la habían llevado a remitir el caso al Tribunal de Justicia de la UE.
"La propiedad intelectual es la principal materia prima de Europa, pero el problema es que ahora tenemos problemas para protegerla fuera de la Unión Europea. Esto perjudica a nuestras compañías, destruye empleos y daña nuestras economías", afirmó De Gucht.
"ACTA no censurará páginas web ni las cerrará", explicó.
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