Internacional
La OPAQ, 16 años vigilando la ''línea roja'' de las armas químicas
El organismo galardonado, respaldado por la ONU, supervisa que 188 países no acumulen arsenales químicos, y destruyan los existentes
Este año, el jurado del Nobel de la Paz se pronunció por un organismo: la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que está en el centro de la actualidad por su misión de desmantelamiento del arsenal químico de Siria, tras el ataque con gases del 21 de agosto en Damasco, que dejó más de mil muertos y causó repudio internacional.
La OPAQ, con sede en La Haya, vela por el cumplimiento de la Convención de Armas Químicas (CAQ), un tratado multilateral firmado en 1993 y vigente desde 1997. Ese tratado prohíbe el desarrollo, la producción, el almacenamiento y el uso de las armas químicas y prevé su destrucción total.
El galardón recompensa a la OPAQ, un organismo respaldado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por su “esfuerzos para eliminar las armas químicas”, declaró el presidente del Comité Nobel, Thorbjoern Jagland.
El director general del organismo, Ahmet Uzumcu, afirmó que el premio refuerza “nuestra motivación y dedicación para conseguir la paz en Siria”.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que “esta recompensa llega casi 100 años después del primer ataque químico y 50 días después de un indignante uso de estas armas en Siria. Lejos de ser vestigios del pasado, las armas químicas siguen siendo un peligro actual evidente”.
La OPAQ y la ONU fueron creadas a raíz de una “aversión fundamental por las atrocidades de la guerra”, recordó Ban. “Desde los campos de batalla hasta los laboratorios pasando por la mesa de negociaciones, la ONU está honrada de trabajar mano a mano con la OPAQ para eliminar la amenaza que representan las armas químicas”.
Los recientes acontecimientos en Siria —la transgresión de la “línea roja”, como le llamó el presidente de Estados Unidos Barack Obama—, donde la OPAQ procede en medio de una guerra civil al desmantelamiento del arsenal químico del régimen de Damasco de Bashar al Assad, “han puesto de relieve la necesidad de aumentar los esfuerzos para desembarazarse de ese tipo de armas”, apuntó el jurado en un comunicado.
Aportación especial para la inspección en Siria fue el acuerdo en septiembre entre Estados Unidos y Rusia, el que fue ratificado a finales del mes pasado en la asamblea general de la ONU. La diplomacia le ganó la batalla a una posible intervención estadounidense, tras la masacre de civiles en la periferia de Damasco, una imagen que indignó a la humanidad.
FRASE
"Lejos de ser una reliquia del pasado, las armas químicas siguen siendo un claro y presente peligro".
Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas.
LA CIFRA
57 mil toneladas de armas químicas, la mayoría de EU y Rusia, ha destruido la OPAQ.
• EXPERTOS LABORAN CON DISCRECIÓN
Festejarán cuando terminen su trabajo en Siria
DAMASCO, SIRIA.- El Nobel de la Paz, otorgado ayer a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), será celebrado cuando la misión de desarme que tiene lugar en Siria haya terminado con éxito, indicó Jerry Smith, jefe de las operaciones de la misión, según las afirmaciones obtenidas a través de un correo electrónico.
Un equipo de la OPAQ y de la ONU, que desde el 1 de octubre trabaja en Siria, se dirigió nuevamente a la zona ayer, partiendo de su hotel hacia un destino desconocido.
Los inspectores ya comenzaron a supervisar la destrucción, por las autoridades sirias, de ciertas municiones y de instalaciones de producción de armas químicas, las cuales deben haber ser desmanteladas para el 1 de noviembre.
Este equipo recibió refuerzos y ahora cuenta con unas 60 personas, de acuerdo con la ONU. Veinte instalaciones deben ser inspeccionadas en las próximas semanas, algunas de las cuales están “en zonas peligrosas”, por los combates entre fuerzas leales y rebeldes.
La OPAQ es una organización que brilla tradicionalmente por su discreción, pero cuya perseverancia permitió desmantelar en menos de dos décadas 81% de los agentes químicos del mundo.
Realiza generalmente su trabajo lejos de los focos de actualidad. Su labor “fue objeto de varios años de paciencia diplomática”, aseguró recientemente su portavoz, Michael Luhan.
“Nuestra persistencia, sin alardes, es un trabajo lento de destrucción [de los arsenales químicos], que esperamos sea más apreciado con el tiempo”.
AFP
GUÍA
¿Cómo surgió?
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas ha estado bajo los reflectores en las últimas semanas porque se le pidió que supervise la destrucción del arsenal químico de Siria, pero su trabajo se remonta a la década de 1990 cuando se le encomendó poner en operación la Convención sobre Armas Químicas, el primer tratado internacional enfocado a declarar ilegales esas armas.
—¿Qué hace?
—La OPAQ ha llevado a cabo más de cinco mil inspecciones en 86 países. Sostiene que 100% de las existencias de armas químicas declaradas han sido inventariadas y verificadas.
De acuerdo con sus estadísticas, se ha verificado la destrucción de 57mil 740 toneladas métricas, equivalentes a 81.1% del arsenal de armas químicas declarado en el mundo. Albania, India y un “tercer país”, que se cree es Corea del Sur, han completado la destrucción de sus arsenales declarados.
Un reporte de la OPAQ dado a conocer este año señaló que Estados Unidos ha destruido 90% de sus inventarios, Rusia 70% y Libia 51 por ciento. Trece integrantes de la OPAQ han informado que tienen un total de 70 instalaciones de producción de armas químicas.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas dice que las 70 se han inhabilitado, incluidas 43 que se destruyeron y 21 que se adaptaron para propósitos pacíficos
—¿Quién la dirige?
—La OPAQ es financiada por sus estados miembros y en 2011 tuvo un presupuesto anual de unos 100 millones de dólares. Emplea a unas 500 personas en La Haya y su director general es el diplomático turco Ahmet Uzumcu.
—¿Qué es el tratado y quienes son los miembros?
—La Convención prohíbe el desarrollo, producción, adquisición, almacenamiento, retención, transferencia o uso de armas químicas. Entró en operación en 1997 y la han ratificado 189 estados. De esos, Albania, India, Iraq, Libia, Rusia y Estados Unidos, junto con Corea del Sur han declarado que tienen inventarios.
Fuente: ONU
LA VOZ DEL EXPERTO
Una prueba de los alcances de estas armas
Martín Arellano Martínez (académico de la Universidad de Guadalajara)
“Este premio logrará visibilizar la dimensión que han adoptado las armas químicas y biológicas, pues aunque no son armas de explosividad, sus daños pueden ser irreversibles”.
Desde el punto de vista del especialista, la historia de este tipo de armamento es antiquísima. “Pero no se ha regulado como debería de ser. Hoy vemos que es un pretexto para las guerras, eso pasó en Siria, por lo que el Gobierno de Estados Unidos quería intervenir”.
La composición de las armas químicas necesita de “economías fuertes, consolidadas. Los países más ricos son los que las producen”. Es por eso que, un gesto para visibilizar este problema en un discurso hegemónico, el otorgar un premio” es muy merecido, porque se enfrenta a grandes potencias”.
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