Internacional

La OEA realiza una gestión ‘‘insulza’’

Las críticas hacia el bloque son constantes, sobre todo porque las recomendaciones han sido insuficientes para resolver problemas regionales

ESTADOS UNIDOS (15/NOV/2010).- La Organización de Estados Americanos (OEA) es un organismo conformado por 35 países de todo el Continente americano que se encarga de resolver las diferencias entre los miembros, con el fin de avanzar en sus objetivos comunes.

Nació en 1948 y desde su fundación sus miembros han discutido casos de diversa índole como derechos humanos, tratados comerciales, migración, mitigaciones de desastres naturales, observaciones electorales o problemas limítrofes.

La mediación en diversos casos le ha dado prestigio, pero también algunos cuestionamientos sobre su imparcialidad o por omitir algunos casos. Uno de sus más férreos críticos es Venezuela, que acusa al secretario general José Miguel Insulza de ser un lacayo de Estados Unidos.

También dijo que la OEA “tendrá que ir desapareciendo porque ahí no se toma ninguna decisión... es un organismo incluso impotente para enfrentar ningún tipo de problema”.
Sin embargo hace tres años el propio Hugo Chávez aplaudió más que nunca al bloque al evitar discutir el cierre del canal RCTV.

Fue en junio de 2007 cuando en la XXXVII Asamblea General del organismo celebrada en Panamá, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, criticó al Gobierno venezolano por no renovar la licencia al canal RCTV, al decir que “la libertad de expresión, la libertad de asociación y la libertad de consciencia no son una piedra en el zapato de un Gobierno”.

El entonces canciller venezolano, Nicolás Maduro, acusó a Rice de “violentar la agenda de la reunión y dijo que “existe un nuevo plan de desestabilización contra Venezuela y detrás está Estados Unidos”.

Estados Unidos exigió a la OEA intervenir en base al artículo 18 de la Carta Democrática Interamericana, pero en la clausura de la asamblea, el secretario general del organismo, José Miguel Insulza, dijo que “la OEA no está para mandar o enjuiciar a sus Estados miembros”.

En dicho artículo dice que la OEA podría intervenir con el consentimiento del país afectado, y e Insulza dijo: “Por lo que he leído hasta ahora, ese consentimiento no existe”.

El golpe contra Zelaya

En donde la OEA sí intervino fue en el golpe de Estado gestado en contra del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009. Esa noche el presidente fue sacado la de casa presidencial en pijama por militares y posteriormente trasladado a Costa Rica.

Zelaya propuso un referendo en el que le preguntaba a la gente si estaban de acuerdo con modificar la Constitución para que se permitiera la reelección presidencial, situación que prendió los focos rojos en la oposición, que consideró que Zelaya planeaba mantenerse en el poder.

La OEA condenó el golpe en una resolución y el día 4 de julio en una reunión extraordinaria expulsó al país del organismo, debido a que los golpistas negaron el retorno al poder del presidente Zelaya.  

Finalmente Honduras realizó elecciones adelantadas en noviembre de 2009 y ganó el candidato del opositor Partido Nacional, Porfirio Lobo, quien dijo que “Zelaya puede volver al país cuando quiera y debe ser tratado con dignidad”.

La OEA instauró una Comisión de la Verdad con el fin de que Honduras regrese al organismo, pero hasta ahora el país centroamericano sigue sin pertenecer al bloque. Incluso el pasado 31 de julio Insulza dijo que “en unas semanas se sabrá si Honduras vuelve a la OEA”.

Estadounidenses en Colombia

Otro hecho en el que tuvo que intervenir la OEA fue el conflicto entre Colombia y Venezuela por el pacto que hizo el primer país con Estados Unidos para que los estadounidenses aumentaran su presencia militar en siete bases colombianas.

El presidente Hugo Chávez consideró “una amenaza” el pacto y dijo que “la estrategia global de dominación de Estados Unidos es la razón por la que están instalando esas bases en Colombia”. Otros países como Argentina, Brasil y Ecuador, también criticaron a Colombia.

El entonces presidente Álvaro Uribe hizo una gira por los países de Sudamérica para explicar de qué se trataba el pacto, pero tuvo poco respaldo. Uribe defendió el pacto y lo dijo que eso ayudaría que tuvieran un “Plan Colombia mejorado”.

En noviembre Chávez llamó —en su programa televisión— a “estar preparados para la guerra” contra Colombia y Bogotá —en voz de su embajador Luis Alfonso Hoyos— protestó ante la OEA lo que consideró “un intervencionismo” de parte de Venezuela.

El conflicto llegó hasta la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que en una cumbre celebrada en Bariloche (Argentina) rechazó la instalación en la región de bases militares extranjeras que atenten contra las soberanías de los países del área.

Finalmente la llegada de militares estadounidenses no prosperó, pero debido a que en agosto pasado el Tribunal Constitucional de Colombia declaró inconstitucional el pacto entre Bogotá y Washington. El fallo también dejó en manos del Congreso colombiano futuros acuerdos militares.

Otros casos en los que la OEA no pudo mediar con efectividad fue el conflicto entre Chile, Perú y Bolivia por una salida al mar, o el caso de las dos plantas de celulosa que tienen en conflicto a Uruguay y Argentina, ambos casos fueron a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. Incluso Argentina pidió expresamente al organismo no fungir como mediador. “La OEA no debe mediar en el conflicto porque “es un problema bilateral”, dijeron en 2006 fuentes de la Cancillería argentina.

Fue hasta el pasado abril cuando la CIJ resolvió que Uruguay “no respetó” el tratado binacional firmado con Argentina en 1975 sobre el uso del río limítrofe Uruguay, al autorizar de forma unilateral la instalación de las dos plantas. Sin embargo los magistrados dijeron que no hay motivo para ordenar el cese ni el desmantelamiento de las plantas de celulosa, debido a que los problemas de contaminación “eran hechos aislados”.

Bombardeo en Ecuador

Colombia fue protagonista de otro conflicto en marzo de 2008, cuando bombardeó un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ubicado en Ecuador. En el ataque murió el líder guerrillero Raúl Reyes.

El presidente Rafael Correa arremetió contra su par Álvaro Uribe y lo tachó de “sicópata” y “cínico”. Ambos países rompieron relaciones diplomáticas e incluso Quito amenazó con una guerra a Bogotá.

Uribe cuestionó a Ecuador por permitir un campamento guerrillero en su país. Correa respondió que no es fácil ubicar los campamentos de las FARC en una frontera tan “porosa”.

Ecuador pidió a la OEA intervenir y el organismo publicó en marzo de 2008 una resolución de nueve puntos en la que buscaba “afianzar la paz y la seguridad del continente” y “asegurar la solución pacífica de las controversias que surjan entre los Estados miembros”.

En este caso también se vio implicado México, pues la ciudadana Lucía Morett sobrevivió al bombardeo. Colombia giró una orden de captura contra la estudiante de la UNAM por el cargo de terrorismo, pero la mexicana no enfrentó el proceso.

Finalmente en agosto del año pasado Rafael Correa aceptó las disculpas de Álvaro Uribe pero exigió que no lo volvieran a relacionar con la guerrilla.

“Paren todo eso, y nos sentamos a dialogar. Yo no podré darle un abrazo fraternal a quien bombardeó mi patria, pero, como caballero, sí podré estrechar la mano al representante de un país y de un pueblo hermano”, sostuvo Correa.

El capítulo no terminó ahí, pues apenas el pasado 4 de noviembre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), organismo dependiente de la OEA, aceptó en un hecho sin precedentes, una demanda de Ecuador contra Colombia porque ese día murió el ecuatoriano Franklin Aisalla, quien según Quito sobrevivió al bombardeo y fue asesinado por militares, quienes lo golpearon en la cabeza.

Ecuador afirma que Colombia violó tres artículos de la Convención Interamericana de Derechos Humanos: el derecho a la vida, el de debido proceso y el de integridad física.

“Se trata de la primera vez, en sus 50 años de existencia, que este órgano se atribuye competencia para entrar a estudiar la demanda hecha por un Estado contra otro”, publicó el diario colombiano “El Tiempo”.

Ahora los Estados tendrán tres meses para responder a los argumentos de fondo y se espera un fallo final en aproximadamente un año.

FRASES
“Hemos perdido toda credibilidad en la OEA (...) Ya este tema se murió, en la OEA ya no tenemos nada que hacer, por lo menos en este tema”
Daniel Ortega,
presidente de Nicaragua.

“La OEA es un organismo impotente y el de secretario general es un cargo devaluado y que, por tanto, debería desaparecer”
Hugo Chávez,
presidente de Venezuela.

“Creemos que es posible contar con una OEA mucho más eficiente (…) que cuente con la capacidad para enfrentar los desafíos regionales”
Hillary Clinton,
secretaria de Estado de Estados Unidos.

TELÓN DE FONDO
El último conflicto


La última mediación que realizó la OEA fue la disputa territorial entre Nicaragua y Costa Rica. El pasado 18 de julio Nicaragua comenzó a dragar el Río San Juan, lo que provocó que el pasado 3 de noviembre la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, denunciara ante la OEA la medida de Nicaragua, argumentando el daño al medio ambiente y la deforestación. Chinchilla también denunció la presencia de soldados nicaragüenses en la costarricense Isla Calero, y dijo que si la OEA no resolvía el conflicto, acudiría al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU).

El presidente Daniel Ortega dijo que el dragado beneficiará a ambos países y afirmó que la presencia de militares se debía a que ellos sí combaten al narcotráfico en la zona.
Chinchilla envió policías a la zona y también un avión, para ubicar el campamento militar.
Insulza se reunió con ambos mandatarios e incluso piloteó la zona en conflicto junto a una delegación nicaragüense. El secretario general dijo que la situación le quedó “bastante clara” y entregó un informe al Consejo Permanente del organismo, sin embargo aclaró que “la nuestra no es una función de tomar decisiones,  sino de facilitar el diálogo entre ambos países para resolver los problemas”.

Tras aprobar el informe de Insulza, el Consejo Permanente invitó el sábado pasado a las partes a retirar a sus respectivas tropas y a instalar una Comisión Binacional con la mediación del organismo.

El embajador de Nicaragua ante la OEA, Denis Moncada, consideró ilegal la decisión e insistió en que su país “jamás ha invadido al país vecino”, también reiteró que sus tropas “siempre han estado en su territorio soberano”.

El canciller de Costa Rica, René Castro, dijo que el “mensaje ha sido muy claro por parte de la OEA” y agregó que esperaba que la reacción de Moncada sólo fuera “un momento de ofuscación”.

Insulza por su parte, dijo que el organismo había tomado una resolución “y espero que se cumpla”. Agregó que estará en constante comunicación con los dos Gobiernos para garantizar el acatamiento de la resolución.

Ortega respondió a la OEA y rechazó retirar a sus soldados. Además dijo que acudirá a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, e incluso amenazó con abandonar el bloque.

“Nosotros, como parte ofendida, vamos a recurrir a la Corte (de La Haya) y denunciar a Costa Rica por querer ocupar territorio nicaragüense, porque eso es lo que quieren, adueñarse del territorio”.

El año pasado el tribunal internacional ratificó la soberanía de Nicaragua sobre el Río San Juan, pero estableció derechos de Costa Rica para navegar en parte de él para asuntos comerciales con la supervisión de autoridades nicaragüenses.
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