Internacional
La OEA discute hoy medidas ante crisis en Paraguay
Mientras el organismo adelanta la reunión inicialmente prevista para mañana, continúan las condenas hacia el Ejecutivo de Federico Franco
La convocatoria original prevía que los 34 representantes de los estados miembros se reunirían mañana en la sede del organismo hemisférico con este propósito.
La reunión se producirá casi una semana después de que el Congreso paraguayo aprobó someter a juicio político al entonces presidente Fernando Lugo, quien fue separado del cargo en menos de 24 horas, tras un proceso sumario en ambas cámaras.
Horas antes de la votación en el Senado que resultó en la separación de Lugo el viernes, el Consejo Permanente convocó a una reunión extraordinaria a fin de conocer la situación que imperaba en la nación sudamericana.
El Presidente del Consejo Permanente, el embajador de Honduras ante la OEA Leonidas Rosa Bautista, indicó que esta reunión tiene como propósito “realizar una apreciación colectiva de la situación en la República del Paraguay y, en caso necesario, tomar las decisiones que se acuerden”.
Por su parte, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) sostendrá el viernes una cumbre presidencial en Mendoza, Argentina, a la que se espera la asistencia del destituido Fernado Lugo quien ayer anunció la vigencia de un pequeño y simbólico “gobierno” paralelo con la intención de recuperar el poder en Paraguay.
“Quiero resistir hasta que recuperemos el mando porque aquí hubo un golpe parlamentario”, dijo Lugo en conferencia de prensa en la sede del socialista Partido País Solidario.
Agregó que “con mis colaboradores formamos un pequeño gabinete de ministros y otro equipo para ser fiscales de los nuevos ministros del gobierno ilegal. Hago un llamado a los campesinos, a los jóvenes y a toda la ciudadanía para resistir hasta que volvamos al cargo del que salimos injustamente”.
El ex gobernante no dio el nombre de sus ministros ni eligió un lugar de reuniones, retirándose hacia su vivienda particular en Lambaré, en la periferia Sur de Asunción.
Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia de Paraguay rechazó ayer por “improcedente” el pedido presentado por Lugo el viernes para anular el juicio en el Senado que le destituyó por 39 votos a favor, cuatro en contra y dos ausencias. “En un juicio político se juzga conductas políticas y no es un juicio ordinario; es responsabilidad del Congreso”, señaló el tribunal en la breve argumentación.
Por otra parte, la vocera del Departamento de Estado estadounidense, Victoria Nuland, dijo que su país no ha catalogado la destitución de Lugo como un golpe de Estado, pero admitióque se encontraba “muy preocupado sobre la velocidad” que tuvo el proceso.
Agregó que Washington no ha tomado la decisión de retirar su embajador para consultas, como lo han hecho algunos países sudamericanos, pero ha establecido contacto con varios gobiernos de la región para buscar una respuesta común.
TELÓN DE FONDO
Analizan la primera crisis desde 2009
La última vez que la Organización de Estados Americanos (OEA) tomó acciones enérgicas ante una crisis en un país miembro fue en 2009, cuando decidió suspender a Honduras poco después del golpe de Estado que sacó del poder al entonces presidente Manuel Zelaya en junio de ese año.
Honduras fue readmitida en junio de 2011, luego de que a Zelaya se le permitiera volver a su país del exilio en República Dominicana.
La OEA sostuvo una primera reunión de urgencia el viernes sobre los acontecimientos en Paraguay, que sirvió para que los países de la organización hemisférica ventilaran sus dudas sobre el proceso político en ese país.
ANÁLISIS
Honduras 2.0
Mtro. Orestes E. Díaz Rodríguez (profesor de la Universidad de Guadalajara)
La presidencia de Fernando Lugo siempre estuvo en riesgo de resultar abortada. El 20 de abril de 2008 cuando su triunfo puso fin a 61 años de hegemonía del Partido Colorado, hereda una corrupción galopante, una Corte Suprema controlada por el gobierno saliente, el monopolio de 79% de la tierra en manos de 1.5% de la población rural y llega encabezando una variopinta coalición que no le garantiza el apoyo parlamentario a su futura gestión.
Un dato ayuda a comprender, el partido liberal controlaba 80% y 90% respectivamente de los senadores y diputados que apoyaban a Lugo, sin que la coalición alcanzara la mayoría absoluta.
Fernando Lugo y su vicepresidente liberal, Federico Franco, rápidamente se distancian, influye decisivamente el rumor de que el periodo del primero será breve y que el reemplazo a través de Franco es la carta oculta de los liberales. Lugo no consigue superar las divisiones de los partidos de centro izquierda que lo apoyan, se ve envuelto en escándalos de paternidad que afectan su integridad moral dado su antigua condición de ex obispo y un padecimiento de cáncer linfático siembra dudas sobre su capacidad de gestión.
Tampoco avanza la reforma agraria prometida a su base social campesina tentada a resolver el problema sin esperar apoyos constitucionales que nunca llegan. Sin embargo, tiene alcances en sus programas de educación, salud, y sobre todo, en la renegociación de los importantes ingresos que Paraguay recibe de Brasil por el uso de 50% de la energía de la gigantesca central hidroeléctrica de Itaipú. Sopla a su favor también un crecimiento económico inesperado de hasta 14% producto de la venta de commodities. Su equilibrio siempre es precario, pero sorpresivamente está por culminar el cuarto año de su mandato. Entonces se produce el golpe.
El factor que precipita su remoción después del fallido desalojo en Curuguaty, es que nombra como Ministro del Interior a Rubén Candia Amarilla, ex Fiscal General del Estado, figura destacada del partido Colorado, principal fuerza opositora, y se niega rotundamente a dejar sin efecto su decisión incluso cuando liberales y fuerzas de izquierda se lo exigen.
¿Por qué Lugo apostó por un destacado miembro del Partido Colorado en el momento que vivía su mayor crisis política? ¿Por qué los colorados apoyaron el juicio político, pese a que el nombramiento de Candia Amarilla les concedía una parcela clave del poder a sólo meses de las elecciones presidenciales?
Con el nombramiento Fernando Lugo apostó a contener a la más rabiosa fuerza opositora o intentó capitalizar el proceso de fragmentación que afecta al partido colorado desde 1993 y que estalló en 2008 cuando el partido que cuenta con el electorado de mayor tamaño vio disminuido sus resultados históricos por deserciones, lo que propició el triunfo del “obispo de los pobres”.
Los cálculos fueron erróneos, liberales y colorados, partidos cuyos orígenes y lógica de dominio se remontan al siglo XIX, vieron su gran oportunidad de apartar rumbo a las elecciones de 2013 a un incómodo aliado y a un adversario advenedizo. Lo que sigue ahora es la versión sudamericana de Honduras 2009.
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