Internacional
La Luna podría ser una alternativa habitable
De acuerdo con el investigador Luis Corral, la creación del mapa lunar es un paso para poder salir de la Tierra NASA
“Hoy, quizá la gente no le pueda ver una utilidad a este mapa, pero en un futuro, pensándolo como especie, es uno de los primeros pasos que tenemos que dar para poder salir de la Tierra”.
Explica que mientras más conozcamos a nuestro vecino, la Luna, tendremos un mejor panorama de en qué lugares puede haber colonias, cuáles son los sitios más seguros y de más fácil construcción.
“Por ejemplo, si tomamos un cráter pequeño y hacemos un domo alrededor, cubriéndolo completamente, podríamos tener rápidamente una colonia, no muy grande, pero que en dado caso puede ser autosuficiente”.
Alrededor de la Tierra hay una gran cantidad de meteoritos y en algún momento uno de ellos podría impactar contra la superficie terrestre, y como pasó hace miles de años con los dinosaurios, la Humanidad podría ser “barrida” de este planeta.
“Si tenemos colonias humanas en otros cuerpos del Sistema Solar, tenemos la seguridad de que vamos a seguir existiendo como especie. Esto quizá no está muy lejano, puede ser en 100 ó 200 años, pero ésta es una de las razones principales por las que tenemos que salir de este planeta y crear asentamientos. Es algo que debemos hacer, a largo plazo, pero que es necesario hacerlo”.
Las “cicatrices” lunares
Cada cráter lunar es un pedazo historia. De ellos se puede obtener qué tan fuerte fue el impacto, qué tan grande era cuerpo que chocó, a qué velocidad iba y en qué dirección cayó.
“Con la estadística de todos estos impactos podemos sacar más o menos, el tiempo de formación del cráter, de la Luna; cuántos ha habido, y sacar el peligro que tenemos en la Tierra”, explica el investigador de la UdeG.
El estudio de los cráteres puede dar una idea de qué tan grande es el peligro que corre la Tierra, en caso dado, de ser impactada por un meteorito.
La Luna no es la única que ha sido “bombardeada”, la Tierra también conserva marcas. “Lo que pasa con la Tierra es que esas huellas son borradas por el efecto de la erosión. Sólo se reconocen aquellas cuyo impacto ha sido muy intenso, como el que está en Arizona, o el que barrió a los dinosaurios y otros que están en zona desértica”.
“Lo que hay que tener muy en claro, es que se forman (la Luna y la Tierra) casi al mismo tiempo. Que la Luna es hija de la Tierra, no es un trozo directamente, pero gran parte de ella viene de la Tierra. Además, es lo más cercano que tenemos y lo primero que tenemos que colonizar en un momento dado, y de aquí a mil años o 500 años ya deberíamos estar colonizando no sólo la Luna, sino los demás planetas”.
La NASA crea mapa de los cráteres del satélite de la Tierra
La Luna es geológicamente más compleja de lo que se creía y en su historia ha sufrido, al menos, dos fases diferenciadas de bombardeo de cuerpos celestes, como asteroides y cometas, que han dejado esos cráteres característicos que se aprecian en cualquier fotografía -o incluso a simple vista-. Primero impactaban en el satélite natural de la Tierra objetos más bien grandes, mientras que después fueron más pequeños. La transición desde la fase de los proyectiles de buen tamaño a los menores se produjo hace unos tres mil 800 millones de años, y los científicos consideran que esta evolución les da pistas sobre la infancia del Sistema Solar. El análisis de impactos responde al nuevo catálogo de alta resolución de los cráteres lunares de 20 metros de diámetro o superior --cinco mil 185 en total-- que se ha hecho gracias a los datos tomados por el altímetro de la sonda espacial de la NASA Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO).
Dada la proximidad de la Luna a la Tierra (unos 384 mil kilómetros) y teniendo en cuenta el histórico programa Apolo, con todos los recursos que se dedicaron a la carrera lunar tanto en Estados Unidos como en la URSS, podría pensarse que el satélite natural es ya muy conocido. No es así. El Apolo, desde el punto de vista de la exploración científica, se centró casi exclusivamente en las observaciones útiles para los viajes de los astronautas y, sobre todo, en las regiones donde descenderían allí.
Es el caso de la sonda orbital LRO. Su altímetro láser, cuyos datos tienen una precisión vertical de 10 centímetros, ha permitido trazar el primer catálogo completo de alta calidad de los cráteres lunares, según informa la NASA. Otro equipo avanzado es el radiómetro de la misma sonda, que ha hecho el mapa de la composición mineralógica de la superficie lunar. Acerca de los resultados de estas investigaciones han informado los especialistas en la revista “Science”.
El País
TELÓN DE FONDO
Marcas que se creían volcanes
Desde la época de Galileo Galilei (siglo XV) y hasta la década de 1890 se creía que los cráteres lunares eran respiraderos de enormes volcanes extintos, lo cual tenía sentido porque son muy similares a los volcanes de la Tierra: casi circulares y rodeados por escarpadas cordilleras montañosas.
El geólogo estadounidense Grove Karl Gilbert refutó tal teoría. La pregunta que se formuló fue: ¿Por qué los cráteres de la Luna se encontraban al ras de suelo y no en los picos de las montañas?
En 1929, el también astrónomo estadounidense, Forest Moulton afirmó que los meteoritos que chocaban con la Luna a una velocidad de 108 mil kilómetros por hora originaban cráteres circulares y formaban un anillo montañoso a su alrededor.
La Luna no es la única que tiene marcas de esos impactos; las sondas espaciales enviadas a otros planetas del Sistema Solar muestran huellas similares.
Dimensiones y gravedad
Comparación
La Luna está aproximadamente a 384 mil kilómetros de la Tierra. Esa distancia se recorre yendo 446 veces de Guadalajara a Monterrey, que está a 862 kilómetros.
Los cráteres más grandes son de alrededor de 200 kilómetros de diámetro. Una distancia poco mayor de Guadalajara a Tapalpa.
La gravedad lunar es un sexto de la gravedad terrestre; un hombre que pesa unos 82 kilogramos en la Tierra, pesará 14 kilogramos en la Luna.
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