Internacional
La HRW denuncia 'extraordinaria crueldad' en Sudán del Sur
Aseguran que el gobierno y opositores han cometido actos que podrían ser calificados como crímenes de guerra y lesa humanidad
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (08/AGO/2014).- El gobierno y las fuerzas opositoras de
Sudán del Sur han cometido "extraordinarios actos de crueldad" en el conflicto en el país, que podrían ser calificados como crímenes de guerra y lesa humanidad, apuntó hoy Human Rights Watch (HRW).
Titulado "La nueva guerra de Sudán del Sur: abusos del gobierno y de las fuerzas de la oposición", el informe de HRW destacó los masivos asesinatos de civiles, a menudo sólo con base en su etnicidad, así como la destrucción generalizada y el saqueo de propiedades privadas.
"Los crímenes contra civiles en Sudán del Sur en los meses pasados, incluyendo los asesinatos étnicos, resonarán durante décadas en el país", apuntó director para África del organismo humanitario, Daniel Bekele.
Consideró que es esencial que las dos partes terminen de inmediato con el ciclo de violencia contra civiles, que se ha registrado desde que inició el conflicto, en diciembre de 2013, y que reconozcan y respalden la rendición de cuentas.
En ese sentido, el organismo pidió que el Consejo de Seguridad de la ONU declare un embargo de armas para todas las partes en Sudán del Sur, así como sanciones dirigidas contra los individuos responsables por serias violaciones al derecho internacional humanitario.
Iniciado en Juba, capital de Sudán del Sur, el conflicto ocurrió por una disputa política entre el presidente Salva Kiir, de la etnia Dinka, y el ex vicepresidente Riek Machar, de la etnia Nuer, y rápidamente se extendió al resto del territorio del país más joven del mundo.
Hasta el momento, más de 1.5 millones de sursudaneses han sido desplazados de sus hogares debido a la violencia, de acuerdo con HRW.
Por su parte, el Consejo de Seguridad emitió este viernes una declaración en que condena los abusos y violaciones contra los derechos humanos y el derecho internacional humanitario en Sudán del Sur, además de que puso de relieve la necesidad de que se rindan cuentas por tales excesos.
Entre los abusos resaltó ejecuciones extrajudiciales, actos de violencia contra grupos étnicos, violencia sexual y por razón de género, actos de violación, reclutamiento y utilización de niños, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, así como ataques a escuelas, hospitales y personal de la ONU.
Asimismo, expresó su grave preocupación por la catastrófica situación de inseguridad alimentaria imperante, la cual, advirtió, "pronto puede alcanzar el umbral de la hambruna", lo que derivaría según han dicho funcionarios de la ONU en una catástrofe humanitaria de enormes proporciones.
Titulado "La nueva guerra de Sudán del Sur: abusos del gobierno y de las fuerzas de la oposición", el informe de HRW destacó los masivos asesinatos de civiles, a menudo sólo con base en su etnicidad, así como la destrucción generalizada y el saqueo de propiedades privadas.
"Los crímenes contra civiles en Sudán del Sur en los meses pasados, incluyendo los asesinatos étnicos, resonarán durante décadas en el país", apuntó director para África del organismo humanitario, Daniel Bekele.
Consideró que es esencial que las dos partes terminen de inmediato con el ciclo de violencia contra civiles, que se ha registrado desde que inició el conflicto, en diciembre de 2013, y que reconozcan y respalden la rendición de cuentas.
En ese sentido, el organismo pidió que el Consejo de Seguridad de la ONU declare un embargo de armas para todas las partes en Sudán del Sur, así como sanciones dirigidas contra los individuos responsables por serias violaciones al derecho internacional humanitario.
Iniciado en Juba, capital de Sudán del Sur, el conflicto ocurrió por una disputa política entre el presidente Salva Kiir, de la etnia Dinka, y el ex vicepresidente Riek Machar, de la etnia Nuer, y rápidamente se extendió al resto del territorio del país más joven del mundo.
Hasta el momento, más de 1.5 millones de sursudaneses han sido desplazados de sus hogares debido a la violencia, de acuerdo con HRW.
Por su parte, el Consejo de Seguridad emitió este viernes una declaración en que condena los abusos y violaciones contra los derechos humanos y el derecho internacional humanitario en Sudán del Sur, además de que puso de relieve la necesidad de que se rindan cuentas por tales excesos.
Entre los abusos resaltó ejecuciones extrajudiciales, actos de violencia contra grupos étnicos, violencia sexual y por razón de género, actos de violación, reclutamiento y utilización de niños, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, así como ataques a escuelas, hospitales y personal de la ONU.
Asimismo, expresó su grave preocupación por la catastrófica situación de inseguridad alimentaria imperante, la cual, advirtió, "pronto puede alcanzar el umbral de la hambruna", lo que derivaría según han dicho funcionarios de la ONU en una catástrofe humanitaria de enormes proporciones.
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