Internacional
Karzai trata de contentar a todos con el nuevo gabinete afgano
Los diputados cuestionaron la legalidad del proceso
KABUL, AFGANISTÁN. - El presidente afgano, Hamid Karzai, presentó el sábado un gobierno destinado a contentar tanto a la comunidad internacional comprometida en la guerra contra los talibanes como a los hombres influyentes que le apoyaron, ante un Parlamento que debe aprobar cada nombramiento.
Tras una apertura de sesión agitada, en la que los diputados cuestionaron la legalidad del proceso, el controvertido vicepresidente Mohamad Qasim Fahim, un ex jefe de guerra, anunció que los nombres de los 23 ministros designados serían sometidos a la aprobación de los parlamentarios.
El gabinete contará con 25 ministros, pero los nombres de dos de ellos seguían sin darse a conocer el sábado.
El ministro de Asuntos Parlamentarios, Anwar Jan, leyó la lista de los designados, que fueron tomando asiento frente a los diputados a medida que eran nombrados.
Karzai fue reelegido para un nuevo mandato de cinco años a la cabeza de Afganistán, tras un calamitoso proceso electoral, marcado por fraudes masivos en la primera vuelta del 20 de agosto y por la retirada de su principal adversario, Abdulá Abdulá.
Las ministros claves del Interior, Mohamad Hanif Atmar, y de Defensa, Abdul Rahim Wardak, deberían conservar sus carteras, de la misma forma que los de Educación y de Salud, apreciados por Estados Unidos y Gran Bretaña.
Estados Unidos es el pilar de la coalición internacional que a fines de 2001 invadió el país, para derrocar al régimen de los islamistas talibanes.
Los talibanes han conseguido sin embargo mantener el control de amplias zonas del país, pese a la presencia de más de 113.000 soldados de la coalición, que pronto llegarán a 148.000, tras los refuerzos anunciados por el presidente estadounidense Barack Obama y los países de la OTAN.
Al igual que el gobierno anterior, el gabinete propuesto por Karzai cuenta con una sola mujer, Husn Banu Ghanzanfar, mantenida como titular de la Condición Femenina.
De los 23 nombres desvelados el sábado, once son ministros mantenidos en sus funciones, ocho entran por primera vez en el gobierno y cuatro son antiguos ministros que vuelven al ejecutivo.
"Hay pocas caras nuevas. Muchos ministros se han mantenido en sus funciones a pedido de la comunidad internacional y principalmente de Estados Unidos", apuntó el analista político Waheed Mujda.
Esto "deja presagiar que no habrá cambios mayores en la política del gobierno", añadió.
La composición del gobierno supone un sutil equilibrio entra las demandas de la comunidad internacional, que llama a Karzai a luchar contra la corrupción endémica del país y pide un gobierno compuesto por ministros íntegros y competentes, y la necesidad política de recompensar a los hombres de influencia que apoyaron la reelección del mandatario.
Uno de los hombres fuertes del oeste del país, el ex jefe de guerra de la resistencia contra los soviéticos y de la lucha contra los talibanes Isamil Jan, fue confirmado en el Ministerio de Energía.
Otro ex muyahidin, el muy popular gobernador de Nangarhar (este), Gul Agha Shirzai, al que se esperaba en el nuevo gobierno, no figuraba sin embargo en la lista presentada, aunque podría ser uno de los dos ministros cuyo nombre queda por anunciar.
Los ministros designados abandonaron luego el Parlamento, que empezó a deliberar. A continuación, se expresarán ante los diputados y ante los senadores, que votarán para investir a cada uno individualmente. Este proceso debería durar varios días.
El Parlamento afgano está compuesto por grupos heterogéneos, que incluyen a ex jefes de guerra antisoviéticos, a sus antiguos adversarios comunistas, a tecnócratas formados en Occidente y a personalidades de la sociedad civil.
Tras una apertura de sesión agitada, en la que los diputados cuestionaron la legalidad del proceso, el controvertido vicepresidente Mohamad Qasim Fahim, un ex jefe de guerra, anunció que los nombres de los 23 ministros designados serían sometidos a la aprobación de los parlamentarios.
El gabinete contará con 25 ministros, pero los nombres de dos de ellos seguían sin darse a conocer el sábado.
El ministro de Asuntos Parlamentarios, Anwar Jan, leyó la lista de los designados, que fueron tomando asiento frente a los diputados a medida que eran nombrados.
Karzai fue reelegido para un nuevo mandato de cinco años a la cabeza de Afganistán, tras un calamitoso proceso electoral, marcado por fraudes masivos en la primera vuelta del 20 de agosto y por la retirada de su principal adversario, Abdulá Abdulá.
Las ministros claves del Interior, Mohamad Hanif Atmar, y de Defensa, Abdul Rahim Wardak, deberían conservar sus carteras, de la misma forma que los de Educación y de Salud, apreciados por Estados Unidos y Gran Bretaña.
Estados Unidos es el pilar de la coalición internacional que a fines de 2001 invadió el país, para derrocar al régimen de los islamistas talibanes.
Los talibanes han conseguido sin embargo mantener el control de amplias zonas del país, pese a la presencia de más de 113.000 soldados de la coalición, que pronto llegarán a 148.000, tras los refuerzos anunciados por el presidente estadounidense Barack Obama y los países de la OTAN.
Al igual que el gobierno anterior, el gabinete propuesto por Karzai cuenta con una sola mujer, Husn Banu Ghanzanfar, mantenida como titular de la Condición Femenina.
De los 23 nombres desvelados el sábado, once son ministros mantenidos en sus funciones, ocho entran por primera vez en el gobierno y cuatro son antiguos ministros que vuelven al ejecutivo.
"Hay pocas caras nuevas. Muchos ministros se han mantenido en sus funciones a pedido de la comunidad internacional y principalmente de Estados Unidos", apuntó el analista político Waheed Mujda.
Esto "deja presagiar que no habrá cambios mayores en la política del gobierno", añadió.
La composición del gobierno supone un sutil equilibrio entra las demandas de la comunidad internacional, que llama a Karzai a luchar contra la corrupción endémica del país y pide un gobierno compuesto por ministros íntegros y competentes, y la necesidad política de recompensar a los hombres de influencia que apoyaron la reelección del mandatario.
Uno de los hombres fuertes del oeste del país, el ex jefe de guerra de la resistencia contra los soviéticos y de la lucha contra los talibanes Isamil Jan, fue confirmado en el Ministerio de Energía.
Otro ex muyahidin, el muy popular gobernador de Nangarhar (este), Gul Agha Shirzai, al que se esperaba en el nuevo gobierno, no figuraba sin embargo en la lista presentada, aunque podría ser uno de los dos ministros cuyo nombre queda por anunciar.
Los ministros designados abandonaron luego el Parlamento, que empezó a deliberar. A continuación, se expresarán ante los diputados y ante los senadores, que votarán para investir a cada uno individualmente. Este proceso debería durar varios días.
El Parlamento afgano está compuesto por grupos heterogéneos, que incluyen a ex jefes de guerra antisoviéticos, a sus antiguos adversarios comunistas, a tecnócratas formados en Occidente y a personalidades de la sociedad civil.
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