Internacional
Jornada crucial para la reforma sanitaria de Obama
Después de varias giras alrededor de Estados Unidos para ganar votos, el presidente estadounidense espera hoy la decisión del Congreso
Combinando la ampliación de los programas sanitarios públicos con subsidios para contratar planes privados, la reforma proporcionará cobertura médica a 32 millones de estadounidenses más, abarcando casi a la totalidad de la población.
Entre sus medidas está la prohibición a las compañías de negarse a asegurar a gente con enfermedades, o retirarles la protección cuando enferman.
El presidente Obama acudió al Capitolio, la sede del Congreso, para tratar de convencer a los representantes demócratas que aún albergan dudas.
“Está en sus manos, llegó el momento de aprobar la reforma sanitaria para Estados Unidos, y confío en que lo harán mañana”.
La reforma se topó con la resistencia de la mayoría de los republicanos, que durante meses retrasaron su adopción.
Obama se reunió con el conjunto de los diputados demócratas, en presencia del líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.
El presidente, que prometió hacer todo lo que estuviese en sus manos para defender el proyecto desde el inicio de su mandato, multiplicó los desplazamientos fuera de Washington estas últimas semanas para defender la adopción de la reforma por el Congreso.
Los dirigentes demócratas ya habían logrado persuadir a otros cinco miembros reticentes de la Cámara baja a votar “sí”.
La aprobación significaría la mayor reforma social en Estados Unidos en casi medio siglo y costaría en total 940 mil millones de dólares en 10 años, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO).
Pero esta reforma también debería reducir el déficit estadounidense en 138 mil millones de dólares en 10 años (2010-2019).
La iniciativa fue sancionada en el Senado el 24 de diciembre y desde entonces fue modificada. Si la Cámara de Representantes la aprueba, Obama la promulgará.
Entonces el Senado deberá todavía adoptar las “correcciones” deseadas por la Cámara.
Obama acudió a la sede del Congreso estadounidense en una rara iniciativa, que pone de relieve la importancia que otorga a este voto en el que se juega todo su capital político: normalmente los presidentes sólo se desplazan al Capitolio una vez al año, para su discurso sobre el Estado de la Unión.
Republicanos, en contra de fondos para el aborto
Dado que la oposición republicana votará en bloque “no”, los demócratas deben buscar entre sus propias filas los votos necesarios para aprobarla.
Por eso, el ritmo de las negociaciones en la Cámara de Representantes es frenético.
Uno de los grandes centros de atención giraba en torno a un grupo de congresistas demócratas católicos, que reclaman enmiendas que garanticen que no se destinarán fondos federales a la práctica de abortos.
El problema, según los líderes demócratas, es que si aceptan las demandas de los antiabortistas, un numeroso grupo de congresistas de izquierda cumpliría con la promesa de retirar su apoyo.
Ayer se barajaba una posibilidad para conciliar las posiciones de ambos grupos, que era dejar el lenguaje de la medida como está y que Obama emitiera una orden presidencial en la que se aclare que no se usarán fondos federales para las interrupciones voluntarias de los embarazos.
Los líderes demócratas, sin embargo, se mostraron convencidos de que el resultado les será favorable.
Mientras las negociaciones se sucedían en el interior del Congreso, en el exterior se concentraban cerca de dos mil simpatizantes del movimiento conservador “Tea Party”, que se opone tajantemente a la reforma y cuyos participantes instaban a “tirar la propuesta a la basura”.
Mientras Obama hablaba en el Congreso, miles de manifestantes protestaban contra esta reforma “socialista” y tildaban de “corruptos” a los legisladores.
Activistas se unen a la “Marcha por América”
Activistas llegaron a Washington para unirse a la “Marcha por América”, en la que le pedirán al presidente Barack Obama que cumpla con su promesa durante la campaña electoral, una reforma migratoria exhaustiva en Estados Unidos.
La movilización nacional está prevista frente al Capitolio, y la meta de los organizadores es congregar a unas 100 mil personas.
Los manifestantes reclamarán la puesta en marcha de una reforma que cree una vía para la legalización de los inmigrantes indocumentados que ya se encuentran en Estados Unidos, permita a los trabajadores traer a sus familias e impida la explotación laboral.
Se espera la llegada a la capital estadounidense de varios activistas procedentes de Los Ángeles, caravanas de automóviles de Texas, marchas a pie desde Nueva York y unos 900 autobuses procedentes de 30 estados.
Además, durante la jornada, intervendrán el senador Robert Menéndez, demócrata por Nueva Jersey; Janet Murguía, directora del Consejo Nacional de La Raza y la actriz mexicana Lucía Méndez, mientras que el punto final del día estará a cargo del popular locutor radial Eddie “El Piolín” Sotelo, quienes realizaran sendos llamados en favor de los inmigrantes.
El presidente Obama prometió durante su campaña electoral una reforma migratoria en su primer año de mandato, un compromiso que hizo que dos de cada tres latinos votaran por él los comicios de 2008.
Carlos Pascual asegura el compromiso con migrantes
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dará seguimiento puntual a la propuesta de reforma migratoria presentada por los senadores Charles D. Schumer y Lindsey O. Graham, aseguró el embajador de ese país en México, Carlos Pascual.
El diplomático dijo que en ningún momento el mandatario norteamericano ha olvidado el tema migratorio y prueba de ello es que hay un equipo especial en la Casa Blanca dedicado a ello.
Recordó que la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, fue comisionada por el presidente Obama para ser la interlocutora directa en la materia con el Poder Legislativo norteamericano.
Ello demuestra, dijo, que al mandatario estadunidense “no se le ha olvidado y no ha dejado de trabajar en ello”, pero los tiempos políticos en Estados Unidos han estado marcados por otros temas internos como la reforma de Salud.
Sostuvo que el Gobierno norteamericano busca el momento oportuno para tratar el tema migratorio, pero se debe tener en cuenta que existe un trabajo serio, profesional y muy documentado por parte del equipo presidencial.
Carlos Pascual señaló que el mandatario ha dado seguimiento al tema y a partir de hoy lo hará también con la propuesta bipartidista que se presentó el jueves pasado en la Cámara alta.
Sin embargo, para el gobierno de Estados Unidos se trata de un tema primordial y por ello se realiza un trabajo político muy fino en todas las esferas políticas de Washington.
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