Internacional

Jefe militar paraguayo niega malestar por relevos ordenados por Lugo

El comandante de las Fuerzas Militares de Paraguay, dijo hoy que no existe malestar en las Fuerzas Armadas después de los relevos de dos altos mandos

PARAGUAY.- El comandante de las Fuerzas Militares de Paraguay, Cíbar Benítez, dijo hoy que no existe malestar en las Fuerzas Armadas después de los relevos de dos altos mandos ordenados por el presidente Fernando Lugo tras el uso de un cuartel para un congreso juvenil de grupos de izquierda de países sudamericanos.

"No hay ningún malestar, en absoluto", aseguró el contraalmirante Benítez a su salida de una audiencia con el jefe de Estado, Fernando Lugo, quien hace cinco días relevó a los comandantes de Ejército y de la Armada y al jefe de un cuartel que entre el 6 y el 10 mayo pasado albergó un controvertido congreso juvenil.

Dirigentes del opositor Partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace), tercera fuerza política del país, criticaron duramente a Lugo por el empleo de una instalación militar para un acto político y tras los cambios ordenados algunos medios locales se hicieron eco de un presunto malestar en las filas castrenses.

Sin embargo, Benítez aseveró hoy a periodistas que el ex jefe del Ejército y líder del Unace, Lino Oviedo, "puede decir o cualquiera puede lo que quiera". "Yo les puedo asegurar que las Fuerzas Armadas están con la misma fortaleza", agregó.

Lugo destituyó al general Alfredo Machuca como comandante del Ejército y en su lugar designó al general Juan Óscar Velázquez, quien hasta ese momento se desempeñaba como jefe del Gabinete Militar de la Presidencia.

Machuca fue sindicado como el oficial que autorizó la realización del 6 al 10 de mayo del II Campamento Latinoamericano de Jóvenes por el Cambio, que reunió a más de un millar activistas socialistas y de ideas marxistas de varios países en la sede del Comando de Ingeniería.

El uso de ese recinto para el campamento de los jóvenes, que colgaron iconos socialistas y comunistas en el frontis del edificio, fue cuestionado con dureza por la oposición, que ha considerado ese acto como causal de juicio político al jefe de Estado.

Los relevos también alcanzaron al jefe del Comando de Ingeniería, coronel Felipe Santiago Cañete, quien fue reemplazado por el coronel Roberto Miguel Bareiro, y se expandió además a la Armada, cuyo jefe, contraalmirante Rubén Valdez, cedió el cargo al contraalmirante Claudelino Recalde.

Valdez, en su carácter de jefe interino de las Fuerzas Militares, había declarado a la prensa que el ingreso de miles de jóvenes fue autorizado por orden de Lugo, quien a su regreso de Brasil, donde estuvo esos días de visita oficial, desmintió que hubiera autorizado la acampada y anunció la apertura de un sumario.
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