Internacional

Irán despierta los fantasmas del holocausto en Israel

El periodista también comenta que se avecinan cambios notorios en el estilo de hacer política en el Gobierno de Tel Aviv

GUADALAJARA, JALISCO (04/FEB/2013).- Está feliz de su breve estancia en Guadalajara. Ha conocido pocos lugares, pero lo que ha visto le ha agradado. Él, viajero frecuente por su labor periodística, vino a hablar de lo que está pasando en el mundo: el panorama político de Israel, la situación de Medio Oriente, las relaciones con México y otros temas que maneja con los ojos cerrados.

Su nombre es Henrique Cymerman. Con un tono que resulta un híbrido de formalidad y simpatía, dice: “Soy periodista, soy escritor, me consideran experto; yo digo que experto no, más bien estudioso de la región”.

A iniciativa suya, la entrevista se desenvuelve en la habitación que ocupa dentro de un elegante hotel de la ciudad. No ocupa cualquier cuarto, sino el que lleva por nombre “Facundo Cabral”. Ahí adentro, donde no se filtran los ruidos y se puede hablar sin interrupciones, comienza la charla. La comodidad debe estar presente cuando se pretende tocar temas que no son del todo gratos.

— El primer ministro inicia otro periodo con el poder disminuido y con el antecedente del triunfo de Palestina en la ONU. ¿Qué es lo que le espera?


— Lo que ha ocurrido es que el primer ministro Benjamin Netanyahu ha perdido un cuarto del poder de su partido, porque hay un cambio general en Israel. La gente que vota por primera y segunda vez, quiere algo un poco distinto. La generación analógica se está convirtiendo en una generación digital. Más moderna, más abierta, más adaptada a los nuevos tiempos. Quieren un cambio de estilo de política, quieren que entren ya no los políticos tradicionales de siempre, que llevan decenas de años en el poder, sino gente nueva, gente con éxito en sus profesiones.

Ésta, es la razón por la que muchos periodistas han decidido entrar en la política. Cymerman, corresponsal de diversos medios internacionales, dice que este fenómeno es totalmente nuevo, ya que anteriormente quienes ocupaban estos puestos eran los generales retirados.

“Hoy por hoy no hay generales que hayan entrado, en cambio hay muchos periodistas e intelectuales que sí; hombres que vienen de la alta tecnología, muy exitosos empresarios, que han ganado mucho dinero, que no van a la política ni para ganar ni para robar, sino para cambiar”.

Es otro estilo de vida política, uno en donde casi la mitad de los diputados son nuevos tras la renovación del Parlamento, lo que el periodista considera como una cifra “brutal”.

Otro de los cambios importantes en el rompecabezas político de Israel, es la creación del partido “Hay futuro”, formado hace menos de un año por el periodista Yair Lapid, que apunta a la juventud y a la clase media.

“De la nada consiguió 19 escaños, que es un número brutal. Se convierte en la segunda fuerza política del país y apunta a convertirse en primer ministro en las próximas elecciones”.

— Esto obliga a Netanyahu a negociar. ¿Hacia dónde deben apuntar esos acuerdos?

— Él está intentando formar una coalición totalmente distinta de la anterior, que era mucho más conservadora. Intenta crear una coalición un poco más abierta, una plataforma común. Lapid se convertirá en el viceprimer ministro y que tendrá una de las carteras más importantes. Yo sé que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le llamó a Lapid, porque Obama tiene un problema casi personal con Netanyahu; aunque Estados Unidos apoya de forma sistemática y tradicional a Israel, hay unas diferencias entre los dos líderes, y para Obama es muy importante tener una alternativa, que puede ser este joven de 49 años. Es un tipo muy atractivo, cinturón negro de karate, un gran escritor y periodista; un tipo muy culto, que habla muchos idiomas (...) Estamos, como resultado de estas elecciones, iniciando un nuevo proceso político interno en Israel fascinante.

— ¿Cuáles deben ser las prioridades de este proceso político?


— La gente tiene una gran curiosidad, es la primera vez en mucho tiempo que notas que hay en el aire expectativa, esperanza de que las cosas cambien. A nivel social interno, los israelíes quieren el precio de la vivienda, que allá es muy cara. Quieren dar más ayudas a los jóvenes, quieren que la clase media tenga más facilidades. Todo esto va a ocurrir, porque no le quedan más alternativas a Netanyahu, tendrá que pactar con Lapid para poder tener Gobierno.

Cymerman pone sobre la mesa el otro tema importante: el proceso de paz con los palestinos. Paralizado desde hace cuatro años, afirma que Lapid pone, con este nuevo partido, la condición de formar la coalición si se reanudan las negociaciones.

— ¿A dónde va este diálogo?

— Ante todo apunta a corto plazo, a impedir nuevas guerras, nuevos enfrentamientos, más violencia. Apunta quizá a lo que el presidente Obama define la fórmula de dos estados para dos pueblos. Básicamente la base de la negociación puede ser ésa, que es la creación de un Estado palestino a un lado de Israel, que viva en paz y seguridad. El problema básico para llegar a esta fórmula es que, aunque Israel quiera hacerlo, en este momento la parte palestina está dividida en dos: hay una más moderada, más abierta, que es la palestina de Cisjordania, y por separado está la Franja de Gaza, en la que en realidad quienes controlan son grupos radicales islamitas, sobre todo Hamas, que es un grupo que ni acepta la creación de un Estado palestino independiente, normal, sino que quiere un Estado teológico en toda la región. No acepta la existencia de Israel, y eso es un problema, porque con quién va a pactar Israel de estos dos lados.

A Mahmoud Abbas, presidente palestino, lo describe como a un hombre que realmente quiere un acuerdo, pero que no ha logrado convencer a ambas partes de llegar a un frente común.

La creciente amenaza

Hay una leve modificación en su tono de voz cuando habla de Irán. Es una intención más severa, con la que quiere poner en proporción el tamaño del problema. Logra esto con una frase: “Irán despierta los fantasmas del holocausto en Israel”.

“Es la única nación de la ONU que dice abiertamente que quiere borrar del mapa a otro país, en este caso Israel. Lo dice todas las semanas, su presidente claramente lo expresa, no es que lo esconda o que haya tácticas; lo dice en sus discursos y reconoce que ellos están desarrollando un proyecto nuclear, y que su objetivo es llegar al menos a dos o tres bombas atómicas. No solamente para destruir a Israel, es obvio que tiene otros objetivos. Entre otras cosas porque ellos quieren purificar a la tierra de infieles.

Hace más de una semana, el periodista visitó Oslo, Noruega. Fue a entrevistar a un cónsul iraní que desertó del régimen y ahora tiene asilo político en este país, por el miedo a ser asesinado. Se llama Mohammed Razza Hidari y, tras muchos esfuerzos, decidió darle la entrevista a Henrique Cymerman.

“Al final conseguimos que se hiciera en el lobby de un hotel, porque él tenía miedo que yo fuese algo de los iraníes y que lo quisiese matar”.

Aunque lo que escuchó del ex funcionario iraní ya fue publicado en diversos medios, no deja de sorprenderse cuando lo repite. Confiesa: “Las cosas que él me cuenta sobre el régimen de Irán son para mí lo más tremendo por un lado, pero lo más serio que yo he escuchado. Porque es de alguien que lleva más de 20 años trabajando para este régimen, no es alguien de afuera que dice ‘sí, sí, nos están amenazando’, sino que él conoce a los líderes, él dirigió por ocho años el Aeropuerto de Teherán, la capital iraní”.

Ahí se enteró de la existencia de un avión que va de Teherán a Caracas y viceversa, que no es revisado por la aduana y generalmente es tripulado por pocas personas.

“¿Qué lleva el avión éste? Me dice que de Irán a Venezuela lleva armas, misiles, eso es lo que normalmente lleva. ¿Y de Venezuela a Irán de vuelta? Ahí él comenzó a moverse incómodo en la silla, no sabía si decírmelo o no. No pudo evitarlo y me lo dijo: uranio, para el proyecto nuclear iraní”.

En esa entrevista, el ex funcionario le contó que para frenar el proyecto nuclear de Irán, hacen falta más presiones internacionales, además de la económica. Un boicot político como cerrar las embajadas iraníes en todo el mundo y perseguir a sus líderes por conexiones terroristas, afirmó, podrían ser pasos firmes para que la población tome valor en las elecciones de junio próximo y opte por la vía democrática.

Oportunidad comercial

El periodista atribuye el crecimiento económico de Israel en los últimos años, al surgimiento y consolidación de la industria tecnológica en ese país.

“Hoy en día, Israel es el centro mundial de alta tecnología por excelencia, hay más compañías israelíes de este rubro en la Bolsa americana, que todos los países de la Unión Europea. Israel tiene 64, mientras que todos ellos juntos a lo mejor llegan a 20 como máximo”.

Ahí, dice, está una oportunidad relevante para futuros convenios entre México e Israel. Lo mejor, afirma, es que los líderes de ambos países hagan visitas de Estado, ya que estas son un puente importante para que se comiencen a gestionar las relaciones comerciales.

Pone el ejemplo de Brasil. Aunque durante muchos años la nación carioca e Israel fueron como dos mundos, especialmente por la distancia, hoy en día el país sudamericano compra tecnología para la agricultura, seguridad, deporte y otros campos productivos.

FRASES

''El de Irán es un régimen nefasto que hoy por hoy permite que Al Qaeda se entrene dentro del país, en sus bases''.

''Es algo absurdo que en el Siglo XXI, casi 65 años después de la creación de Israel, aún haya quien ponga en duda su derecho de existir como Estado''.

''Nietos y bisnietos de gente que pasó aquella experiencia del holocausto, tienen una consciencia ya mucho más desarrollada de lo que es un ser humano''.

Henrique Cymerman,
Premio Godó de Periodismo en 2009.

PERFIL

Amplia trayectoria

Henrique Cymerman nació en el año de 1959, en Portugal. Tiene raíces españolas, pues su madre era de Málaga.

Desde los 16 años radica en Israel. Ahí estudió en la Universidad de Tel Aviv, donde consiguió una maestría en Ciencias Políticas y Sociología.

Su primera experiencia como corresponsal data de 1982, cuando el periódico israelí Maariv lo contrató para reportear desde España. Desde 1991, es colaborador del periódico La Vanguardia, de España, medio para el que sirve de corresponsal desde Medio Oriente. Un año después, desde aquella parte del mundo, también comienza a mandar información para Antena 3.

Otros medios con los que ha colaborado son Sic (cadena portuguesa) y BBC, entre otros más.

En el año 2009, recibió el Premio Godó de Periodismo.
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